cap 23

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Maldito ese Justin Bieber! ¿Quién se creía que era haciéndome sentir de esa forma? Quiero decir, seguro que había conseguido alejar mi mente del horrible día que había tenido, pero él estaba seriamente fumando algo si pensaba que lo besaría otra vez. Seguro, había pensado en ello, pero nunca iba a besar al raro de la escuela por segunda vez. Todavía me quedaba dignidad. 

Sólo porque ya no era la capitana de las animadoras no significaba que no podía salir con Oliver. Estaba claro que le gustaba, así que todo lo que tenía que hacer era trabajar mi magia en él. Todavía podía ser la chica más popular de la escuela si jugaba bien mis cartas. 

Hubo un golpe en mi puerta, y me senté en mi cama. 

―Entra. 

La puerta se abrió un poco y la cabeza de Blaze quedó a la vista. 

―____, mamá dice que la cena estará pronto. 

―Está bien, chiqui, dile a mamá que estaré en unos minutos. 

Blaze dudó en la entrada, sus facciones angelicalmente tristes. 

―¿Están enfadadas tú y mami? 

―¿Qué? ¿Por qué dices eso, cariño? ―Me levanté y me acerqué a donde estaba mi hermano pequeño. 

―Tú y mami estaban gritando antes ―dijo, su labio inferior temblando 

―Hey, está bien ―dije arrodillándome y sonriéndole suavemente―. Mamá y yo sólo estábamos hablando sobre algo importante. Todavía nos queremos y definitivamente te queremos, cariño. No hay nada de qué preocuparse, ¿de acuerdo? 

Blaze asintió y le besé en la mejilla. 

―Dile a mamá que estaré pronto abajo. Te quiero, bebé Oso. 

Suspirando, me levanté y caminé a mi cama. Involucrar a Blaze en esto no había sido mi intención. Sabía de primera mano lo que era ser una niña y tener que escuchar a tu familia peleando. Te sientes muy indefenso y solo, como si fueras la criatura más pequeña del mundo. No quería eso para Blaze. 

Mamá y Bryan habían peleado de forma regular cuando estaban casados. Cuando empezaban los combates de gritos, me metía debajo de mi cama y me tapaba los oídos. A veces escuchaba cosas siendo tiradas y la mañana siguiente cuando bajaba abajo, encontraba un jarrón roto o una abolladura en la pared. 

Odiaba vivir en ese infierno, y cuando Bryan finalmente se fue, mamá me prometió que nunca pasaríamos por eso otra vez. Es por eso que nunca me gritó. No hasta hoy. No hasta que la empujé hasta el límite. Nunca quise que Blaze estuviera en la situación donde se sintiera indefenso. Lo mínimo que podía hacer era no hacerle pasar por algo que yo misma había experimentado. Algo que se quedaría conmigo para siempre y dejaba un sabor amargo en mi boca cuando pensaba en ello. 

Mi habitación estuvo de repente bañada con una luz y, sorprendida, miré alrededor buscando la fuente. Mi búsqueda me llevó a la ventana de mi habitación y más allá de ella. ¿Qué demonios? La luz en la antigua habitación de Justin estaba encendida. 

Observé con asombro cuando Justin entró en la habitación con una gran caja y la puso en el suelo. ¿Una caja? ¿Qué estaba haciendo con una caja? Con suerte, sólo estaba dejando cosas que no necesitaba, y no mudándose ahí otra vez. Quiero decir, no podía, ¿no? Como si me sintiera observando, miró a mi ventana. Rápidamente me agaché, esperando que no me hubiera visto. Pasó un minuto entero antes de que me atreviera a echar un vistazo por mi ventana otra vez. 

Mi ritmo cardíaco se aceleró cuando vi que Justin estaba exactamente en el mismo sitio mirándome. ¡Maldita sea! Me había visto. Ahora me sentía como una completa acosadora. 

Impossible (justin y tu) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora