El estupido, La prostituta y Él

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6 de Noviembre de 1996

Querido Diario:

Yo…

El partido estuvo bien, Gryffindor ganó y Ron… él me trató muy mal.

O estaba destrozada, no tanto como ahora, pero lo estaba.

Me fui a la habitación de las chicas a llorar…

Y llegó Ginny, riendo sola.

- Felicitaciones. Jugaste muy bien – dije sin poder dejar de llorar -.

- Gracias. Yo… sé que como ahora no somos amigas – sollocé, sin poder evitarlo -, no es de mi incumbencia. Pero, ¿por qué lloras?

- Ron.

Ginn me miró, y luego bufó.

- ¿Qué te hizo?

- Él me trata mal, horrible. No sé qué le hice. Es justo desde el día en que… que me peleé contigo.

Ginny palideció. Luego se puso roja. Luego bufó. Y finalmente me dijo:

- Tú no te preocupes. Ya verás cómo te hablará… yo conversaré con él, es una estupidez.

- Pero…

- Nada. Ya verás, se le pasará.

Se levantó de la cama, como para irse hablar con Ron.

- ¡Ginny!

- ¿Qué?

- Perdón. ¿Volverías a ser mi amiga?

- Claro que sí, Mione – me abrazó, muy fuerte y me susurró: - te extrañé mucho. Ahora iré a hablar con Ronald, adiós.

- Adiós.

La esperé un minuto.

Dos.

Tres.

Y decidí ir a buscarla de una maldita vez.

Entre la gente, mezclada, fue donde lo vi: Ron, mí Ron, besándose apasionadamente con Lavender Brown.

Mi corazón se detuvo, dejé de respirar, y di por finalizada mi vida.

Sentí cómo las lágrimas caían en cascadas de mis ojos, y… todo se volvió oscuro.

No, diario, no me desmayé.

Pero en ese momento… todo dejó de tener sentido, y comprendí lo enamorada que estoy de Ron… comprendí que lo necesito más que al aire, más que a nada para vivir.

Me descubrí Ron-dependiente.

E hice lo único que sentí que podía hacer: escapar.

¿Y sabes hasta dónde me condujeron mis pies?

Cruelmente, al aula más cercana a la sala común de Gryffindor, que no estaba cerrada con llave.

Donde yo había probado los labios de Ron.

Me sequé las lágrimas, e intenté distraerme, creé canarios con mi varita ¿qué más podía hacer?

Mi vida ya no tenía sentido, así que tampoco tenía sentido lo que hiciera.

En ese momento, la puerta se abrió. Era Harry.

Intenté no hablar de él… de mi vida… pero no pude evitarlo…

- Ron parece estar disfrutando la celebración.

- ¿Eh… estaba?

- No pretendas que no lo viste, no se estaba exactamente escondiendo, ¿no?

Diario Secreto de Hermione GrangerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora