Diario Secreto de Hermione Granger

La inaguantable Ginevra

12 de Mayo de 1994

Querido Diario:

Pues nadie adivina cómo ha escapado Sirius, es genial, ¿verdad? Es decir: finalmente logramos que algo salga bien. Lástima que Harry no pueda marcharse a vivir con Sirius. Sin embargo, todos estamos mucho más felices de lo que pensé que estaríamos.

Me muero por decirle a Ginny, pero sé que… que no es posible. ¡Si vieras lo pálida que estaba cuando le conté lo que casi le sucede a Harry! Realmente se preocupa por él… eso es estar enamorada de una persona… Ojala jamás me pase, porque no quiero llegar a ser tan… obsesiva con alguien. ¡Es sólo un chico! Y, a decir verdad, es sólo Harry. Y no creo que Ginn sea una de esas chicas que, bueno, se fijan en alguien sólo porque es famoso. Aunque ¿qué otra opción hay? Me refiero a que ella "ama" a Harry desde el primer instante en que lo vio, sin siquiera conocerlo. Sólo sabía que era el famoso niño que sobrevivió. ¡Y ni siquiera ahora lo conoce lo suficiente! Es decir, jamás habla con él. Auque también es cierto que no lo hace porque… porque haría el ridículo.

Bueno, tengo una conclusión: El amor, sea del tipo que sea, es complicado.

Me despido, ¿de acuerdo?

Hermione…

26 de Mayo de 1994

Querido Diario:

Lamento no haberte escrito la semana pasada, pero estaba ocupada. ¡Aprobé todos los exámenes! ¿Puedes creerlo? Yo no me podía sentir más feliz.

- Era obvio que ibas a aprobar, Hermione. Eso no es ninguna novedad.

Me dijo Ronald cuando lo supo.

- No es obvio, Ron. Estaba sometida a mucha presión…

- No bajarías tus notas ni aunque dejáramos de hablarte por toda nuestra vida, y tuvieras cientos de giratiempos – dijo Harry, riendo.

- Es cierto – convino el pelirrojo -. Lo mío si es milagro ¿alguien me explica cómo es que aprobé?

Unicornio nunca cambia, ¿verdad? Y Ginn… es peor.

- Que te gusta mi hermano.

- ¡Que no me gusta, Ginny!

- Que sí.

- No, entiéndelo ¿por qué me gustaría?

- ¿Por qué no te gustaría?

- Porque es mi mejor amigo.

- ¿Y qué con eso?

- Que – no encontré excusa -… ¡Porque es tu hermano!

- ¿Y qué con eso?

- ¡Que es asqueroso! Imagínate: ¿si lo estoy besando (lo que ya me produce ganas de vomitar) y me acuerdo de ti al ver su cabello? ¡Que asco! Es como si te estuviera besando a ti…

- ¡Claro que no! Y no me digas que te dan ganas de vomitar el imaginarte besando a mi hermano, sé que no es verdad.

- ¿Ah, no? ¿Qué es entonces estoy que siento salir de aquí – toqué mi estómago – hacia aquí – señalé mi boca – cuando pienso en "ese beso"?

- Eso, querida amiga, son las conocidas "mariposas del amor".

- Oh, Ginn, si eso no es más que un cuento.

- Di lo que quieras, no te creeré. A demás, sé que mi hermano siento lo mismo por ti…

- ¿QUE EL SIENTE QUÉ?

- Lo mismo que tú.

- Oh, lo había entendido mal. O sea, que también me ve sólo como a una amiga.