Capitulo 3

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Le escudriño con la mirada y me apresuro a coger el móvil y descolgar, efectivamente, es mi preocupada madre.

-¿Qué? - la suelto

-¡Oye! ¡No vuelvas a hablarme así! -me reprocha - hemos llamado al instituto y nadie sabía dónde te habías metido. ¿Dónde estás, con quién y por qué?

-Mamá, tengo que solucionar unas cosas, llegaré a casa en...Dos horas aproximadamente, no te alteres, ni te preocupes, estaré bien, estoy con unos amigos.

-¿¡Qué?! ¿No estarás bebiendo?

-¡MAMÁ! ¡NO! - odio que me culpen de algo que jamás he hecho ni voy a hacer - Tengo que colgar, luego os veo.

Dejo el aparato en la mesa que se encuentra al lado de la cama y me centro en Ethan.

-¿Dónde está mi ropa?

-Lavándose, puedes usar la de Abi, la novia de Tim. Aquí hay algo de ropa suya, pero...Esa te sienta bastante bien.

-Ya...-Respondo molesta- ¿Me la traes o voy contigo?

-Ven anda- ordena con un tono socarrón, al igual que su sonrisa- Y...Cálmate, no tienes motivos para enfadarte conmigo...-Señala muy seguro de sí mismo- aún.

Me ofrece la mano para levantarme, dudo, pero se la cojo porque temo volver a acariciar el suelo. Me conduce fuera de la habitación y por pasillos en mal estado, y me aferro a su mano con más fuerza, sin apenas darme cuenta. Juraría que ha soltado una risa...

-Tranquila...-Susurra- agradece que ahora estás a salvo.

-¿Antes no lo estaba?

Se gira y clava sus ojos esmeraldas en mi, con una expresión como si lo que fuese a decir a continuación fuese de vital importancia, a su vez, esto hace que me derrita en cuestión de segundos. Su mirada...Es increíble la facilidad con que me pierdo en ella. Apoya la mano que tiene libre debajo de mi barbilla, haciéndome sentir un cosquilleo por todo mi ser y parece que hay una especie de corriente eléctrica en el punto en que me está tocando.

-No, Alice, no. Antes no lo estabas. Por eso tienes que quedarte con nosotros...Yo...Nosotros te protegeremos.

-Pareces un príncipe salido de un cuento. ¿Dónde se ha quedado la ironía?- contraataco por mi parte- nadie tiene que salvarme, puedo yo sola. No necesito vuestra ayuda. ¿De qué me tengo que proteger? ¿Y cómo sabes mi nombre?

-No soy ningún príncipe, tendría que estar muerto. No sabes nada de mi, así que no juzgues tan rápido. Tienes que protegerte de los que hay a tu alrededor, no puedes confiar en nadie, y ahora menos. Te he dicho que he estado investigando. En tu expediente académico no ponía que fueras tan testaruda ni tan osada.

-¿Gracias?

-No era un cumplido. Eso puede complicar las cosas o ayudar a que todo salga bien. En este caso, me estás haciendo perder el tiempo.

-¿Te gusta hacerte el interesante con todo esto? ¿No me puedes decir qué está pasando, por qué estoy aquí y dejarme marchar?-pregunto.

Aparta la mano que sostenía mi rostro y por extraño que parezca, quiero que vuelva ahí. Tengo calor, pero no el tipo de calor que tienes al hacer deporte, es algo distinto que no sabría explicar. Todo esto es muy nuevo para mi. Seguimos caminando de la mano y esa electricidad sigue entre nosotros, es como si saltasen chispas. Creo que él también la siente. Espero que lo haga, de lo contrario, significa que estoy paranoica.

Entramos en una habitación bastante acogedora, tiene paredes de madera con posters pegados a ellas. La mayoría son bandas de música modernas, para mi sorpresa hay dos de mi cantante favorita.

-Esta es su habitación, mira en el armario, a ver si encuentras algo que te guste.- dice Eth con un brillo malicioso en esas esmeraldas.

-¿No es un delito?

-¿El qué?

-Rebuscar en las cosas que no son tuyas.-aclaro

-Tal vez, pero nadie se va a dar cuenta, date prisa-me apremia.

Abro las puertas del armario de madera marrón, me sorprende el olor a naftalina que desprende la ropa. Empiezo a hojearla y me hago una idea del estilo de la chica de Tim. Aunque compartamos el mismo gusto por la música, la ropa no será nuestro punto fuerte. Hay vestidos chillones de todos los colores. No encuentro vaqueros, pero sí faldas, ¿por qué no? Escojo una falda negra que supongo me quedará por las rodillas, y una blusa estampada con un girasol en una de las esquinas inferiores.

-Ya está, gírate.-le digo

-Te recuerdo que he sido yo el que te ha desnudado- me recuerda con esa sonrisa tan molesta y a la vez tan adorable.

Me sonrojo. Parece que este chico tiene que sacar siempre temas embarazosos en las conversaciones, así que, aprovecho la ocasión y le fulmino con la mirada.

-Vale- suspira- eres imposible- añade levantando ambas manos en señal de rendición.

-Gracias. Existe una cosa que se llama intimidad- le explico con aire de superioridad.

Ahoga una risita y aún así tengo que empujarle por la espalda para que salga de la habitación. Finalmente doy un buen portazo quedándome de lo más a gusto.

Buenas! Como siempre, agradeceros que hayais llegado hasta aquí, gracias por vuestros votos. Para el siguiente capítulo, he pensado en dejaros una foto de un chico que se me parece a Ethan, para que vayáis conociendo a los personajes mejor. Por cierto, una cosa importante: TODOS los personajes de esta novela son reales, pero las fotos probablemente serán anime :)

Hasta el siguiente capítulo😊

Vuestra alocada escritora

P.D: para que os hagáis una idea del armario de Abi, ahí os lo dejo. Un caos de ropa organizado por colores.

Clara oscuridad©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora