Capítulo 30

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ALICE'S POV

No tengo nada que perder haciendo esto, llevo años entrenándome, sé cómo matar sin armas. Aún así, si necesito ayuda, Ethan y yo estamos en contacto, mentalmente. Tengo ventaja porque puedo llevar a quienquiera que me siga a dónde me apetezca y eso hago. Le llevo al instituto. Aún quedaban sillas cuando estuve allí, puedo atarle, coger un cuchillo de la cafetería y amenazarle con él. Ya se me ocurrirá algo más original. Me paro en el paso de cebra y la sombra se esconde en un portal, nada convincente. Por favor, podría haber visto más películas o algo para ser un poco mejor a la hora de camuflarse. En fin, el semáforo cambia a verde y cruzo. Paso el colegio que hay antes de mi instituto hasta llegar allí. Entro como quien quiere la cosa y subo las escaleras que me torturan durante el curso. Sólo se puede subir hasta el primer piso, porque el segundo, no existe. Me apresuro a encontrar una clase intacta o poco destruida y encuentro una: 210. Creo que ese número le he visto antes en alguna parte, da igual, ya lo averiguaré. En cuanto entro en la sala hay más hombres de los que me esperaba, todos apuntándome con un revólver cada uno.

-Por fin te tenemos, cielo.-dice alguien, esa voz, la he oído antes. ¿Qué me pasa? Tengo que empezar a recordar. Pero no quiero pensar para no preocupar a Ethan.

-¿Quiénes sois?-pregunto con las cuerdas vocales temblando. ¿Servirá con ellos lo de cantar? Por ahora voy a esperar.

-Somos muchos más que tú y estás limpia de armas, ¿en serio crees que vamos a soltar una palabra?-dice la misma voz con superioridad.

El que nos perseguía me esposa y se extraña cuando ve que no me opongo a que lo haga. Tengo una estrategia. La confusión suele ser buena en estos momentos.

-¿Estás seguro de que no iba con nadie?-pregunta la misma persona de antes al que me ha atado.

-Bueno...iba con un chico y después se han separado y la he seguido a ella, como me dijo.-responde éste rápidamente.

Mierda, todo encaja. El que me ha esposado es Eric. ¿Cómo he podido ser tan inocente y negarlo? Dios, le debo unas cuantas disculpas a Ethan, pero ¿por qué estará haciendo esto? Me sienta en una silla y me ata también los tobillos con las patas de esta, inmovilizándome. Tiene problemas con la derecha, ya que con la escayola, mi pie no entra en las esposas, un punto a favor mía, pero estoy a su merced. Lleva un gorro parecido al de los terroristas que sólo deja entrever sus ojos, le tapa toda la cara y la cabeza.

Sin embargo, dejo que mi muro actúe antes de ponerme histérica y sigo escuchando.

-Dejádme a solas con ella.-dice la voz de antes.

Esto no pinta bien. Todo se van y nos quedamos solos en la sala. Aunque ve que no grito ni me muevo intentando salir, coge un trozo de tira adhesiva para taparme la boca. Pero antes acerca la cara a la mía, pegando nuestras frentes. Ahora si que abro mucho los ojos, ¿va a besarme? Y, efectivamente, lo hace. ¿Pero quién se cree que es? Intento mover los brazos para asestarle un puñetazo, pero lo único que consigo es hacerme daño yo. Se ríe y me pega la tira en la boca. Entonces empieza con el típico discurso de un secuestrador:

-Alice...por fin puedo decirte todo. Puedo contarte todo lo que te ha pasado, decirte la verdad.-Hace una pausa, como para darme suspense y bebe algo.-por fin puedo decirte que yo te hice como eres hoy: preciosa, inteligente, y con muchos dones.-se frota las manos con gesto codicioso.-cuánto tiempo hace de eso. Me enamoré de la persona equivocada, ella lo daba todo por los de alrededor suyo, nunca la importaba su vida y yo tenía que estar detrás de ella para que no se matara.-se ríe, viviendo el recuerdo.

¿Adónde querrá llegar con todo esto?

Se acerca de nuevo, esta vez quitándose el maldito gorro y memorizo todos los detalles de su cara para luego investigar sobre él.

-¿No te das cuenta, cariño? Esa mujer era tu madre.

¿Qué? El corazón me late muy deprisa, creo que el color ha abandonado mi rostro, me estoy mareando. Me desmayaré en segundos como diga lo que creo que va a decir.

-Y yo soy tu padre. Vaya eso ha sonado al discurso de una película que odiabas.-se ríe de nuevo.-pero ya no soy el mismo hombre, estoy cansado de jugar, por eso te dejé en el orfanato. Nunca se lo dije a tu madre, como diría ella: la daría un soponcio.-vuelven las carcajadas.-después de cuatro días se puso insoportable al no verte volver y me estaba volviendo loco, así que cogí un cuchillo de la cocina y se lo clavé en las costillas.-tuerzo la cara hacia mi hombro, tensándome entera, este hombre mató a mi madre.-Fue una muerte rápida, pero no podía pensar en eso, tenía que idear un plan para esconder el cadáver, pero no lo escondí, lo hice desaparecer. Lo convertí en cenizas.

Dios, esto duele, duele mucho. Pienso matar a este psicópata en cuanto se vaya y me desate. Pero la historia es tan real, y parece tan vívida en mi mente.

"¿Dónde estás?"-interviene Ethan.

"No vengáis, quiero escuchar la verdad, gracias a la escayola podré desatarme en cuanto se vaya, tranquilos, no estoy herida"

No contesta y espero que estén bien.

-Después de eso, estuve buscándote. A ti y a tu hermano. No quería que tuvierais el mismo destino que vuestra madre. Pero ahora ya no lo sé. Mi familia se vio reducida a la nada y vosotros, también deberíais hacerlo.

¿Eso es lo que quiere simplemente?¿Matarme?

-Pero tú me has supuesto problemas y mucho, mucho dinero. Así que, tendrás una muerte lenta y dolorosa. Te descuartizaré lentamente, desde los pies a la cabeza. Cada día te cortaré un miembro y así nos iremos conociendo mejor.

Suena doloroso, pero lo que crece en mi interior es la ira por esta persona repugnante que dice ser mi padre. Puede ser verdad, lo peor de todo es que probablemente sea la verdad. Cierra la puerta con pestillo y se gira hacia mi con una botella de licor en la mano. Enciende la luz y compruebo que hay muchos botellines más en el suelo, algunos incluso tirados. Está muy borracho, por eso ha podido confesarme su vida entera y lo peor es que no sé dónde leí que cuando una persona estaba bebida había más probabilidad de que ésta dijera la verdad. No sé si será verdad. Pero todo encaja.

-Te dejaré unos momentos para que lo asimiles todo.

Se da la vuelta como para dejarme intimidad y entro en acción. Con la escayola logro desatarme un tobillo silenciosamente, tengo que darme prisa antes de que se dé la vuelta a coger otra botella. Las manos no las tengo atadas a la espalda, como haría un profesional, sino que las tengo en mi regazo, me quito la tira de la boca de un tirón y me levanto sigilosa. Cómo se nota que es la primera misión de Eric, porque ni siquiera sabe atar a un prisionero. Patético. Alcanzo a este hombre y coloco las manos encima de su cabeza para encerrarla entre ellas. Al principio, se asusta por el contacto, y se retuerce pero consigo ponerle la tira en los labios, a ver si se calla un poco. La ropa que traía está al lado de la silla, le conduzco hasta ella y le siento. Me pongo los vaqueros en frente de él y rasgo un trozo de la camisa. La uso como venda para taparle los ojos azules. Si no fuera por la vejez o por el alcohol, hasta sería atractivo. Ahora es mi turno para hacer las preguntas, pero lo voy a hacer en mi territorio. Pongo ambas manos encima del pomo de la puerta, las subo hacia arriba y el metal de las esposas cruje y se rompe. Me las quito de las manos y las dejo encima de la silla. Anudo mi camiseta al cuello del hombre, para ir más pendiente de él y salgo del edificio sin encontrarme con nadie excepto en la salida.

Con que Eric...vaya sorpresa...¿o no? ¿era de esperar? ¿o todo lo contrario? La trama empieza a enredarse, ¿en quién puede Ali confiar y en quién no? Ya iremos viendo :)

Vuestra alocada escritora

Clara oscuridad©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora