Capítulo 24

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TIM'S POV

Me ha dado tiempo a salvar a todas las personas que había ahí metidas, menos a una y la más importante, se suponía que tenía que llevarlas a todas al parque de enfrente para que no sufriesen quemaduras, aunque han llegado restos hasta aquí también, pero no hay siquiera heridos. ¿Dónde estás Alice? Llevamos aquí media hora ya y no ha aparecido, la vi subida en el helicóptero y en vez de ayudarla, la dejé plantada. ¡Seré cobarde! La policía está interrogando a todos por si tenían algún detalle y están nombrando a Alice y a mí como portadores de la información. Me va a llegar mi turno y no voy a ser capaz de hablar. No aguanto más, cruzo la calle saltándome el paso de cebra y esquivo los escombros, el patio interior donde estaba el helicóptero volando está lleno de escombros, pero ella tiene que estar viva, tiene que estarlo. Con lágrimas corriendo como ríos por las mejillas y gritando su nombre empiezo a retirar trozos del edificio. Me iba a rendir después de retirar este pedazo, pero ahí está su rostro, levanto todas las piezas que tiene encima hasta que su cuerpo queda libre, tiene la pierna derecha inflada desde la rodilla hasta el pie, incluyendo este último. Hay que llevarla a la catedral cuanto antes, sin embargo:

-¡Tim! ¡Podías haberme pedido ayuda!

-Cállate y haz lo que te diga. Hay que conseguir un coche, robarlo, Alice se muere.

-¿¡Qué, qué?! ¿Pero qué has hecho?

-Hazlo, te lo contaré de vuelta a casa.

Se gira sollozando y a los pocos minutos viene con un coche normalito que no destaca mucho y le agradezco el detalle. Transporto el cuerpo de Alice al coche y lo dejo en el asiento de atrás, tumbada hacia arriba, después me instalo en el asiento del copiloto y al lado de Ethan. El coche debe de ser más antiguo de lo que pensaba ya que tiene la carrocería de los asientos demacrada y el techo apenas tiene protección. Me temo que tendré que explicarle todo con detalles porque Alice y yo hemos estado cortantes con él y no es justo. Por lo menos él está a salvo.

-No sé por dónde empezar a explicarte, esto viene de mucho más atrás.

-Lo sé, pero lo que tengo claro es que habéis arriesgado la vida por nada.

-¿Seiscientas personas no son nada? Además, los terroristas que han bombardeado el instituto de Ali son los que secuestraron a nuestros padres. Por eso hemos venido.

-Madre mía, no me imaginaba esto. ¿Cómo lo habéis sabido? Quiero decir, ¿cómo habéis sabido la hora exacta del ataque?

-Tenemos algunos contactos. Hace dos años Alice y yo nos unimos al cuerpo de policía del FBI, donde nos conocimos.

-¡Para el carro!¿Alice y tú os conocíais?

-Sí, pero teníamos que escondértelo por motivos profesionales, éramos espías secretos. Las primeras misiones las pasamos por separado, pero después nos asignaron un compañero y nos tocó juntos a Ali y a mí, completamos unas cincuenta misiones con éxito, pero después sucedió una cosa terrible y nos retiramos los dos, así que cuando tú la encontraste en el instituto, fue como un reencuentro, pero fingíamos por ti. Tienes que coger la siguiente salida para el hospital.

-Vale.

-Sigo con la historia, lo que terrible que sucedió fue que había criminales dentro del cuerpo y volaron nuestra oficina, lo peor fue que yo estaba ahí cuando ardió, así que me retiré por miedo a que volviese a pasar. Ayer un viejo compañero telefoneó a Alice para decirla que tenía fichados a los secuestradores de nuestros padres y que les había seguido el rastro. Por lo visto iban a volar el instituto en un plazo máximo de tres días, así que como incumbía a nuestros padres decidimos colaborar por última vez y sin meterte a ti. La salida.

Clara oscuridad©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora