Capitulo 7

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-¿Vivís solos Tim y tú?- pregunto para romper el incomodo silencio que reinaba.

-La mayor parte del tiempo sí. Nuestros padres no aparecieron desde que nacimos y el Consejo decidió darlos por muertos, así que nos enviaron aquí y nos pusieron una especie de niñera hasta los seis años. Cuando los dos llegamos a esa edad, ella se marchó sin dejar rastro y sin siquiera despedirse. El consejo prefirió que no nos acordáramos de las niñeras que tenemos. La mayoría de los míos de hoy en día no pasan por esto, pero jóvenes como nosotros, seguro que han tenido la misma infancia que nosotros.- explica como si lo hubiera memorizado.

Me quedo callada un rato, estoy segura de que no necesita mi compasión y con el orgullo que tiene no quiero hacerle daño.

-¿Ahora solamente puedo verte yo?- cambio de tema

-Todo el mundo puede verme. Pero soy distinto para ellos. Igual que a ti te ven de forma diferente las demás personas a cómo te veo yo.- responde con su sonrisa medio torcida.

-Vale. Y...Siento mucho lo de tus padres. Supongo que estamos igual, ahora mismo creo que ni siquiera conozco a mi familia.- añado, necesitaba decir algo respecto al tema de su infancia.

-Lo sé.- replica como pensaba.- Por eso te voy a ayudar.

-Gracias...-Digo impresionada- ¿Y a ti quien te va a ayudar?

-Nadie, no tengo ninguna intención de conocer a mis padres. Tim es todo lo que soy y lo que necesito. Somos un gran equipo.- explica de nuevo.

-Si, os organizáis bien juntos, se os ve coordinados- digo

Se planta en frente de mi y me mira con el ceño fruncido, siento otra vez ese calor en mis mejillas, el aire está cargado de tensión y vuelven a saltar chispas entre ambos. Me envió, quiero hacerme pequeña hasta desaparecer. ¿Por qué me hace sentir tan débil? ¿Por qué me intimida tanto? Abre los labios como para decir algo, pero vuelve a cerrarlos y yo me maldigo por mirarle fijamente la boca.

-Has dicho que yo te puedo ver de forma distinta a los demás. ¿Cómo me ves tú a mí?

-Veo a una mujer decidida, valiente y con ganas de alcanzar todo lo que se proponga. Aunque tengas solo quince años, mentalmente, pareces tener más.

Me quedo ligeramente boquiabierta. Cuando preguntaba a mis amigas cómo me veían, siempre me describían cómo era físicamente, él ha hecho otro tipo de descripción y es la primera vez que alguien descubre de verdad quién soy.

Se inclina hacia mí hasta que nuestras frentes quedan pegadas. Mi cuerpo parece que quiere explotar, quiero acortar las distancias y saborear sus labios, pero consigue interrumpir mis ensoñaciones.

-No dejes que nadie te diga lo que tienes que ser ni cómo tienes que sentirte.- finaliza su discurso.- creo que deberíamos irnos.

-Si, claro

La electricidad abandona mi cuerpo, ¿pero qué narices me pasa? Después de pasar dos calles, vuelve a interrumpir el silencio.

-Estos días estarás con náuseas, dolores de cabeza, desmayos, y notarás como si el corazón te latiese en distintos sitios de todo tu cuerpo.-me instruye mi compañero.-son efectos secundarios del cambio

-¿Eso es bueno o malo?-pregunto preocupada.

-Se pasa mal, pero cuando termine estarás satisfecha con la transformación. Eso sí, prohibido comer chocolate.

-¿Por qué?

-Acelera la transformación y no podrías pasar por eso, aunque seas fuerte mentalmente, tu cuerpo no lo soportaría.

Clara oscuridad©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora