CAPITULO 7

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3 años después

Hacia frío, el invierno estaba siendo más duro de lo que había sido los últimos años y aquí en Seattle, este era impresionante. Es por ello que el maestro me ha permitido usar ropa más cubierta, por lo tanto los jeans y el suéter que tenía ahora me protegían. Habiamos ido al centro comercial y me ha comprado algo más de ropa, y de paso había pasado por la farmacia a comprar el medicamento para el dolor del hombro y rellenar mi inhalador. La tos se volvía más insoportable cuando hacía tanto frio como el que estaba haciendo ahora, al igual que el dolor de mi hombro y de mi muñeca

La otra chica se preguntaba porque yo podia salir. Lo logré después de comportarme un tiempo y seguir todas las instrucciones. Él me ha dado cierto grado de confianza. De todas las chicas soy la única que habia permanecido. Unas venían y otras se iban pero no yo. Yo permanecia

A raíz de esta confianza, se me permitia salir, pero siempre en compañía del maestro. Así logre que no volviera a castigarme por cosas insignificantes.

Este privilegio me lo gané hace unos pocos meses cuando me trajo un regalo. Un hermoso vestido de verano y me dijo que me lo pusiera porque ese día saldría con él. En ese momento el miedo me inundó. Recordé aquella noche en que se llevó a Lucy y como ella volvió. El vio el terror en mis ojos

- Nunca sería capaz de compartirte - dijo en tono tranquilo - Anda, vístete que tenemos cosas por hacer - Asentí e hice lo que decía.

Cuando salimos por la puerta, el sol molesto mis ojos, hace mucho tiempo no lo veía tan bien. El calor perforó mi piel y me hizo sentir feliz. Como me hacía falta el sol. Caminamos hasta el auto y esta vez no me puso una venda en los ojos, como lo había hecho aquella vez desde el hospital, me dejó verlo todo. La casa se encontraba en la mitad de un claro rodeado por un espeso bosque.

Me llevo a una pequeña tienda de antigüedades en el norte de la ciudad. Era acogedora, las cosas estaban por todos lados y me distraía fácilmente.

- Ven aquí, pequeña - dijo tomándome de la mano. Me llevó a través de un corredor, y llegamos a un cuarto grande e iluminado, había una mesa en el centro, seguida por un hombre alto y de traje. Parecía de aquellos hombres que salían en las propagandas de abogados, con un traje negro, corbata y un perfecto peinado

- Aquí estamos - dijo el maestro - Ella es Suzanne

- Bienvenidos - dijo dándole la mano al maestro. Cuando fue a realizar la misma acción conmigo di un paso atrás

- Es tímida - dijo el maestro

- ¿Porque mira al suelo? - preguntó el hombre de traje

- Así la entrene

- Es algo curioso Peter, tienes toda una joya aquí - dijo el hombre de traje acariciando mi mejilla

- No toques lo que no te pertenece - dijo con un tono de enojo en su voz

- Tranquilo hombre, yo tengo la mía

- ¿Trajiste lo que te pedí?

- Por supuesto, aquí están los papeles

- Gracias - dijo el maestro acercándose a la mesa donde se encontraban los papeles. Me quedé perfectamente quieta en el lugar donde me había dejado

- Pequeña - llamo - Acércate - Lo hice con cuidado de no levantar la vista - Estos son los papeles de nuestro matrimonio - dijo pasivamente

Strangers in the NightWhere stories live. Discover now