CAPITULO 9

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No volví a tener conversación alguna con Amy. Ella estaba furiosa por mi decisión de no escapar y la forma que había justificado mis razones para quedarme aquí, así que las tardes transcurrían en silencio mientras cada una hacia sus tareas.

La idea del escape volvió a cruzar mi mente después de tanto tiempo, pero los contras eran más que los pros: 1. Él había amenazado a mi hermana, 2. Él tenía mucho poder para encontrarme, 3. ¿A dónde demonios se suponía que iría?, 4. En caso de escapar, tendría que correr durante mucho tiempo. En fin, muchos puntos negativos en el futuro que me hicieron desistir de la idea.

***

Era viernes en la noche a las 2 de la madrugada, y como era usual no podía conciliar el sueño mientras lo esperaba, hasta que finalmente llego a mi cuarto. Aparte las cobijas para que hiciera lo suyo y empecé a quitarme el pantalón del pijama.

- No - dijo acercándose a mí y subiendo mi pantalón - Hoy no - dijo besándome en la cabeza

¿Acaba de decir hoy no? Estaba demasiado borracho

- Córrete - dijo empujándome a un lado de la cama mientras vaciaba sus bolsillos en la mesita y se metía en la cama conmigo. Cuando estaba acostado me volteé para quedar mirando a la pared mientras me abrazaba por la espalda y enterraba su rostro en mi cabello - Hueles demasiado bien pequeña - dijo pasando sus manos por mi cintura, y allí se quedó completamente quieto, profundamente dormido mientras yo me pregunta que acababa de pasar. Hoy no había querido sexo, solo quería dormir a mi lado. Esto cada vez se volvía más extraño

Si antes no había podido conciliar el sueño, ahora era imposible, era la segunda vez que se metía en mi cama sin buscar sexo. Sentir su respiración tan cerca más tiempo del acostumbrado era incomodo, además de su olor a tabaco penetrante y sus grandes manos rodeando mi cuerpo. Allí estuve toda la noche mirando hacia la pared esperando el momento que me tomara o que se fuera, pero ninguna de las dos cosas pasó. Las horas fueron eternas hasta que empecé a ver luz por debajo de la puerta y supe que había amanecido, pero él seguía allí. En la misma posición que se había dormido. Me moví un poco para liberarme de su agarre, pero eso solo hizo que me agarrara más fuerte

- ¿A dónde vas? - pregunto cerca de mi oído. Había despertado

- A ningún lado maestro - dije quedando totalmente quieta

- No temas, solo quiero sostenerte un poco más, pero se hace tarde y tengo negocios por hacer - dijo levantándose - Volveré a las 5 por ti, iremos a ver a tu hermana - terminó mientras salía de la habitación

Esa había sido una noche tan o más extraña a la anterior.

***

En la mañana, me encargue de lavar la ropa y hacer la comida para la hora del almuerzo. A las 3 de la tarde fui a mi habitación a arreglarme y me mire al espejo, tenía grandes bolsas debajo de los ojos por la noche en vela que acaba de pasar. No entendía como dos personalidades tan distintas podían vivir en el mismo cuerpo.

A las 5 de la tarde el amo volvió y fui a buscarlo a su estudio como solía hacerlo cada vez que salíamos, pero estaba hablando por teléfono

- ¿Cómo que se te pasó? ¿Cómo demonios me vendes a una preñada? Sabes muy bien que eso así no funciona!!! - gritaba al móvil - Necesito que resuelvas el problema!, sabes que si no puedes sacarle el crío no me sirve para nada - Se quedó en silencio mientras escuchaba por el teléfono volviendo a gritar minuto después - Me importa un carajo si es riesgoso, no voy a perder mi dinero y no voy a mantener a la zorra mientras podemos vender la criatura - Volvió a quedarse en silencio - Bien, haré que Federic la lleve - termino la llamada

Strangers in the NightWhere stories live. Discover now