CAPITULO 25

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- ¿Cómo sigues? – fue la primera pregunta que le hice a mi hermana esta mañana cuando la llamé

- Bien, todo en orden. Tu sobrino o sobrina está en perfectas condiciones – respondió con calma

- ¿Y Collin?

- Está arreglando unas cosas con su gente en los muelles

- ¿Así que estás sola? – me preocupaba que estuviera totalmente por su cuenta

- No te preocupes, tienes alguien más importante que atender – rio

- Marian!! – chille mientras veía a Alex terminar de coger sus cosas. Se preparaba para otro día en el hospital y había pasado la noche aquí. También estaba terminado de prepararme para ir a la escuela

- Está bien – soltó otra carcajada - estaré bien, así que ten un buen día en la escuela

- Te llamaré cuando vuelva. Te quiero

- Yo también - Y colgó

- No quiero volver – dijo Alex abrazándome fuerte – detesto urgencias

- Lo sé - reí – te quedan 3 días. Míralo de forma positiva, es tu último turno

- Tienes razón, mente positiva. Tengo que correr. ¿Segura que no quieres que te lleve?

- No – negué con la cabeza – Llegaríamos muy temprano y tú, ya vas tarde. Corre - le di un beso y salió disparado por la puerta, pero inmediatamente volvió corriendo y ataco mis labios.

- Vas a llegar tarde - replique contra su boca

- Olvide algo

- Podría habértelo dado después

- Tengo un turno de 2 días, lo quería ahora, pero eso no fue lo que olvide – se separó de mí y fue hacia un cajón del mueble cerca a la puerta, lo abrió y saco una cajita de terciopelo

- ¿Alex? – empecé a dudar de sus intenciones

- No te asustes, la compre cuando la vi, porque sé que se verá perfecta – abrió la caja y saco una pequeña pulsera de plata. Cogió mi antebrazo y acaricio las cicatrices – Esto es ahora para que recuerdes que no me importa tu pasado, solo que tengamos un futuro – puso la pulsera en mi muñeca derecha. Se veía perfecta

- Es hermosa – una lagrima de deslizo por mi mejilla – Gracias

- Te amo – me dio otro beso y salió corriendo – Recuérdalo – me grito desde la calle cuando me asome al balcón

- Lo hare – Grite de vuelta

- ¿Ya se fue? – preguntó Thiago mientras entra en la sala con su uniforme

- Si corazón. Lo veremos en dos días ¿ok?- el asintió

Fui a la barra de la cocina y vi su teléfono móvil. Alex lo había olvidado y habían pasado 15 minutos desde que salió. Tendría que pasar por el hospital a entregárselo

Toc! Toc! Toc!

- Thiago, abre! - grite saliendo de la habitación. Seguramente Alex se había dado cuenta que había olvidado su móvil

- Mami, un hombre te necesita - gritó Thiago. Salí corriendo a la sala. ¿Quién podría necesitarme?

- Hola pequeña – dijo con media sonrisa y la maldad en sus ojos.

Strangers in the NightWhere stories live. Discover now