- ¿Cómo sigues? – fue la primera pregunta que le hice a mi hermana esta mañana cuando la llamé
- Bien, todo en orden. Tu sobrino o sobrina está en perfectas condiciones – respondió con calma
- ¿Y Collin?
- Está arreglando unas cosas con su gente en los muelles
- ¿Así que estás sola? – me preocupaba que estuviera totalmente por su cuenta
- No te preocupes, tienes alguien más importante que atender – rio
- Marian!! – chille mientras veía a Alex terminar de coger sus cosas. Se preparaba para otro día en el hospital y había pasado la noche aquí. También estaba terminado de prepararme para ir a la escuela
- Está bien – soltó otra carcajada - estaré bien, así que ten un buen día en la escuela
- Te llamaré cuando vuelva. Te quiero
- Yo también - Y colgó
- No quiero volver – dijo Alex abrazándome fuerte – detesto urgencias
- Lo sé - reí – te quedan 3 días. Míralo de forma positiva, es tu último turno
- Tienes razón, mente positiva. Tengo que correr. ¿Segura que no quieres que te lleve?
- No – negué con la cabeza – Llegaríamos muy temprano y tú, ya vas tarde. Corre - le di un beso y salió disparado por la puerta, pero inmediatamente volvió corriendo y ataco mis labios.
- Vas a llegar tarde - replique contra su boca
- Olvide algo
- Podría habértelo dado después
- Tengo un turno de 2 días, lo quería ahora, pero eso no fue lo que olvide – se separó de mí y fue hacia un cajón del mueble cerca a la puerta, lo abrió y saco una cajita de terciopelo
- ¿Alex? – empecé a dudar de sus intenciones
- No te asustes, la compre cuando la vi, porque sé que se verá perfecta – abrió la caja y saco una pequeña pulsera de plata. Cogió mi antebrazo y acaricio las cicatrices – Esto es ahora para que recuerdes que no me importa tu pasado, solo que tengamos un futuro – puso la pulsera en mi muñeca derecha. Se veía perfecta
- Es hermosa – una lagrima de deslizo por mi mejilla – Gracias
- Te amo – me dio otro beso y salió corriendo – Recuérdalo – me grito desde la calle cuando me asome al balcón
- Lo hare – Grite de vuelta
- ¿Ya se fue? – preguntó Thiago mientras entra en la sala con su uniforme
- Si corazón. Lo veremos en dos días ¿ok?- el asintió
Fui a la barra de la cocina y vi su teléfono móvil. Alex lo había olvidado y habían pasado 15 minutos desde que salió. Tendría que pasar por el hospital a entregárselo
Toc! Toc! Toc!
- Thiago, abre! - grite saliendo de la habitación. Seguramente Alex se había dado cuenta que había olvidado su móvil
- Mami, un hombre te necesita - gritó Thiago. Salí corriendo a la sala. ¿Quién podría necesitarme?
- Hola pequeña – dijo con media sonrisa y la maldad en sus ojos.
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Strangers in the Night
RomanceTodos tenemos luz y oscuridad dentro de nosotros, para algunos la oscuridad es tan profunda que ahoga la luz, pero hay otros que convierten esa luz en esperanza y dejando la luz atrás aunque las sombras nunca se van, siempre están presentes. Suzanne...