CAPITULO 14

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- Detente - grite

- ¿Qué?

- Hazlo en aquella estación - señale un parador que se encontraba más adelante. Baje del auto intentando recuperar mi aliento

- ¿Qué sucede? - vino por mi cuando pensó que iba a vomitar

- ¿Tienes una navaja o algo cortante?

- ¿Qué? ¿Para qué quieres algo así?

- ¿Lo tienes o no?- negó con la cabeza

Entre a la tienda, la cual se encontraba desierta a esa hora de la mañana fui por un cuchilla de afeitar y le pague al chico que estaba más dormido que despierto.

- Acompáñame - arrastre a Carla hasta el baño de la estación, agarre el botiquín que se encontraba fuera de este y cerré la puerta cuando estuvimos dentro

Destape el paquete y saque la cuchilla de su envoltura de plástico

- Ven aquí - la jale. Aparte mi cabello del cuello y busque el bulto. Cuando lo encontré, cogí la mano de Carla y la lleve a mi cuello - Sientes esto - ella asintió - Ten - le entregue la cuchilla - Tengo un localizador en el cuello, tienes que hacer un corte aquí y sacarlo, ¿Entiendes?

- ¿Qué? Suzanne estás loca!!!

- Hazlo - grite presionando sus dedos - si no lo haces todo esto habrá sido para nada y me encontrara en cuestión de horas

- ¿Estás segura?

- Si, hazlo

Hizo el corte profundo y rápido, dolió pero saber que estaba fuera de mí fue suficiente anestesia.

- Ya está - cogió el botiquín y puso una gasa sobre la herida

- Bien, vámonos, tenemos que seguir moviéndonos

Salimos del baño dejando el localizador allí, no había forma de que me encontrara ahora. Carla condujo por la carretera que nos sacaba de la ciudad mientras la luz del sol empezaba a salir y la noche se iba. Estuvimos en silencio durante horas, hasta que nos detuvimos a las 6 de la tarde

- Tenemos que descansar algo y comer - detuvo el auto frente a un motel en el estado de Utah

- No estamos lo suficientemente lejos - replique

- No sabe hacia dónde vamos, podría estar buscándonos en Canadá

- No podemos detenernos, tal vez más adelante

- Debemos descansar - bajo del auto - y tú, más en tu estado - Inconscientemente lleve una mano a mi vientre.

- De acuerdo - dije bajando también del auto.

Nos registramos en el motel con nombres falsos y fuimos a la habitación. Carla llevaba una pequeña maleta mientras que yo permanecía con el jean y el suéter que había usado desde el día anterior.

- Voy a darme una ducha - Carla desapareció en el baño

Me quedé allí sentada mirando por la ventana pero escondida detrás de la cortina. No iba a permitir que me encontrara, y fue así que todo vino a mí, las lágrimas llegaron a mis ojos antes de verlas venir y sollozaba en silencio mientras pensaba como otra persona acaba de morir por mi idea de escapar, veía los ojos sin vida de Amy en medio del césped y luego por mi mente pasó el rostro de Lucy totalmente pálido.

Recordé el día que llegue a esa infernal casa, mi mente repasó todas las imágenes de castigos, torturas y golpizas. Lleve mi mano a mi labio que todavía estaba un poco inflamado y luego fue a mi vientre. Todo había sido por este bebe. Si no hubiera quedado embarazada no hubiera escapado. Me hubiera quedado allí resignada a vivir como una esclava por el resto de tiempo que él quisiera, este crío fue el que me dio la fuerza de escapar y no me creía capaz de deshacerme de él. Había querido abortar por el medio que sentía de ser descubierta, pero ahora era libre y podía decidir qué hacer.

- ¿Qué vas a hacer con la criatura? - mencionó Carla cuando salió del baño viendo hacia mi vientre

- No lo sé todavía, podría tenerlo

- ¿En serio? Pensé que no lo querías

- Por él tome la decisión de escapar, así que pienso que se lo debo - Carla sonrió hacia mí

- Hablé con Sam y nos encontraremos en el lugar seguro

- ¿Acaso vas a decirme su verdadero nombre alguna vez?

- Quiere decírtelo él, pero ese no es el tema. Hable con él y dijo que volvería en dos días, entonces nos dará nuestros papeles, ya que por seguridad deberíamos cambiar nuestra identidad y ha dicho que como somos buenas clientas y pagamos por adelantado nos dejará escoger nuestros nombres - sonrió

- ¿Pagamos por adelantado?

- Es un chiste para él, así que qué debo decirle, ¿Cuál será tu nuevo nombre?

- Julia - dije sin pensarlo dos veces - Carter - termine

- ¿Julia Carter? - pregunto curiosa - que extraño nombre. Pero si te gusta, mira, traje algo de mi ropa que te quedará, deberías darte una ducha y mientras llamare a Sam a decirle que hemos decidido - cogí la ropa y fui al baño.

Abrí la regadera y entre, fue la primera vez en mucho tiempo que disfrutar de una ducha caliente, deje el agua correr por mi cuerpo, la sentí en todas partes, como de una forma u otra limpiaba aquella suciedad con la que había estado los últimos años. Estuve allí durante un buen rato y cuando salí y tomé la toalla vi el espejo empañado.

Me quedé allí mirando mi reflejo durante un tiempo y vi las tijeras que se asomaban del cajón debajo del tocador, las cogí y las sostuve mientras las miraba sin parpadear. Cogí un mechón de cabello y pase las tijeras por allí, luego seguí con otro y con otro, hasta que la larga cabellera fue quedando en el lavamanos.

Volví a mirarme en el espejo y vi a alguien diferente, alguien fuerte y con un objetivo: comenzar de nuevo.

Agarre la ropa sucia y envolví en ella el cabello, salí del baño pero Carla no estaba. Salí de la habitación y fui hasta el contenedor de basura más cercano, allí dejé caer la ropa junto con el cabello cortado, diciendo adiós a Suzanne Flint y dando la bienvenida a Julia Carter.

Strangers in the NightWhere stories live. Discover now