CAPITULO 10

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Los siguientes días use pantalones de chándal para evitar algo más pesado sobre mi trasero y una blusa suelta por el calor que estaba haciendo. No había visto al maestro desde el martes y esperaba no verlo pronto. Supongo que estaba dejando que me recuperara como las otras veces que me ha golpeado. Tampoco había salido mucho de la habitación, según Amy, por órdenes de él no debía hacer mis tareas esta semana, así que solo salía a comer y volvía a estar encerrada aquí.

Mi cuello tenía marcas de color negro y verde, donde sus dedos habían estado y mi labio todavía estaba un poco inflamado, pero casi no se notaba donde había sido el golpe. Trate de cubrirlos con maquillaje para no verlos cada vez que me miraba al espejo, solo para evitar recordar.

Estaba en el baño cuando sentí sus pasos, eran fuertes así que salí corriendo y me detuve a unos metros de él mirando hacia abajo. Había vuelto a ser el monstruo de siempre, así que no creía que tuviera permiso de mirarlo.

- Pequeña, levanta la vista - dijo con voz débil. Lo hice y se acercó a mí - Mira lo que me haces hacer - dijo mientras deslizaba su dedo por mi labio y su mano por mi cuello - No debes negarte, sabes que no debes hacerlo, prométeme que no lo volverás a hacer. No quiero volver a hacerte daño

- Lo prometo maestro - dije tratando de alejar la mirada

- No me digas así, me haces sentir mal - dijo acariciando mi mejilla

- Lo prometo Peter

- Eso, así - me dijo - ves que podemos estar en sintonía. Ponte algo decente, vamos a salir - dijo apartándose de mí - Ah, y cubre eso - se detuvo a señalar los moretones de mi cuello - Vamos, ahora

Tome un vestido de verano, azul marino, unas sandalias sencillas, y puse una pashmina alrededor de mi cuello para cubrir los moretones. En cuanto a mi labio, aplique maquillaje para cubrirlo y aplique un pintalabios rojo que evitaba ver la pequeña cicatriz.

- Estoy lista - dije acercándome a él

- Bien, vamos - me tomo de la mano y nos pusimos en marcha con Federic detrás de nosotros - Vamos al hospital - dijo tranquilamente. ¿Qué íbamos a hacer en el hospital? Mi rostro reflejaba mi preocupación - No te alteres - dijo riendo - Solo es una cita de rutina, veremos a la ginecóloga

Nunca antes me había llevado al médico, usualmente el médico iba a casa a arreglarme o el maestro traía las medicinas que necesitaba. ¿Por qué ahora tendríamos que ir al hospital?

- Tienes que actuar con normalidad, como lo haces siempre que salimos, simplemente contesta las preguntas con tranquilidad y estaré ahí para apoyarte

¿Apoyarme? ¿Era por eso que me había dejado los últimos días encerrada? ¿No quería que se dieran cuenta de cómo me dejaba cada vez que me usaba? Sentí las lágrimas subir a mis ojos pero las reprimí mirando por la ventana evitando que salieran.

Estacionamos cerca al edificio y fuimos directo al consultorio donde nos esperaba una mujer de edad mayor, estatura baja y el cabello blanco. Su rostro era serio pero con cierto nivel de amabilidad

- Buenos Días, soy la doctora Johnson - dijo dándome la mano primero y luego a Peter

- Buenos Días - respondimos al unísono

- ¿En qué les puedo ayudar el día de hoy? - preguntó mirándome pero fue él quien respondió

- Mi esposa lleva usando el DMPA durante 6 años y me han dicho que después de este tiempo empieza a ser poco efectiva, así que queremos saber qué otro tipo de control podemos utilizar.

Strangers in the NightWhere stories live. Discover now