Capítulo 20

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"Alexia es la madre de mis hijas".

Bueno. Eso no me lo esperaba.

Pensé que tal vez la pareja que vimos ese día en cine, era cualquier otra persona con quien simplemente no congenias. Pero esto es una perla.

La madre de Marcela y Samanta.

Y no sólo eso. Pablo acaba de advertirme sobre ellos, Alexia y Luis, el hombre que estaba a su lado, su hermano.

—¿Qué podrían hacerme?

—Créeme, Susana, son personas sin escrúpulos y no dudan en hacer lo que sea por obtener lo que quieren.

—Y yo que creía que Jenny y yo teníamos relaciones tormentosas en el pasado —bromeo, pero los ojos de Pablo siguen duros y fríos. Hablar de estas dos personas no le agrada mucho.

—Sólo, mantente fuera de su camino.

—Lo mismo me dijo tu mamá.

—Pues tiene razón.

Termino de servir el jugo y acomodo los sándwiches en la bandeja para que podamos comerlos. Después de aceptar sus disculpas y dejarme arrastrar mi sofá, donde los besos fueron intensos, pero una vez más Pablo lo termino antes de que la temperatura subiera —como la canción de Maluma—, decidimos comer algo.

—¿En serio? ¿Son asesinos o qué?

—No, aún no han llegado a eso.

—Valeee, realmente estás asustándome. ¿Cómo es esto posible? Ella es la madre de tus hijas.

—Biológicamente es quien dio a luz a mis hijas, pero en el papel, ella no es nada. —Le doy una mirada confundida y aclara—: Ella renunció a su derecho de ser madre.

—¿Qué hizo qué? —chillo indignada—. ¿Cómo es que una madre hace algo así? Es horrible. Las niñas son... que estúpida.

Pablo gruñe y luego suspira. —Fue lo mejor, no la quiero ni a ella ni a su familia cerca de la mía.

—Vaya que si fue más que una peleíta de enamorados, si las cosas están en ese tono.

—Fue más que eso —dice y vuelve a rascar su cicatriz. Me quedo observándola y pensando en qué pudo haber sucedido, tal vez lo mordió un perro...—. Ella fue quien me hizo esto.

—¿Alexia? —Hombre, eso es una perla mucho más grande.

—Los celos son jodidos —gruñe—, y el amor demasiado intenso.

—Uh... ¿Ella te cortó la cara por celos? —Mi mano se levanta y acaricia su mejilla lastimada. Trazo con mis dedos su cicatriz y lo miro preocupada—. ¿Qué fue lo que pasó?

—Alexia es una mujer inestable, siempre lo fue. Pero yo, en mi estupidez no lo vi. Ella... ha sido la única mujer en mi vida, y quería asegurarse que así siguiera siendo, por siempre.

Ambos permanecemos en silencio por unos segundos, no sé qué decir, una risa vacía sale de su boca y suspira.

—Siempre me creí un fenómeno. Nunca fui como los otros chicos así que tenía muy pocos amigos. Mi... mi problema me impedía avanzar como los demás y cuando eres niño —Traga fuertemente y sus mejillas se colorean—, los niños pueden ser algo crueles. En la adolescencia fue peor, pero Alexia fue la única en acercarse y creo que me enamoré. —Levanto mis cejas y muerdo una sonrisa cuando toda su cara se colorea y me mira con timidez—. Ella era la chica más hermosa, hasta hace poco pensé que era la más hermosa a pesar de su negro corazón, pero luego apareciste tú. Tu belleza exterior así como la luz de tu corazón son... lo más bello.

Desde Mi VentanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora