E.M.A.H. Enamorada Del Mejor Amigo De Mi Hermano

Mierda, es mi madre

Después de una hora, salí a ver si Héctor seguía en casa. Me puse unos jeans negros y un suéter color guinda, y mis converse blancos. 

Cuando salí, no los vi por ninguna parte..ni en la cocina o el comedor ni la sala, tampoco escuché nada y supuse que ya se habían ido a alguna parte. Busque por todos lados menos en un lugar...estaba apunto de darme por vencida y cuando iba a entrar a mi recamara, escuche unos gruñidos que salían del cuarto de Raúl, me lo pensé antes de entrar pero al final me decidí por abrir su puerta.  Como lo imaginé, Raúl estaba boca abajo en su cama abrazado de una almohada y Raúl en el sillón del cuarto de mi hermano, ambos casi dormidos. 

-¡Despierta!- grito al instante en que salto encima de Raúl.

-¡Agh...!- dice Raúl y me quita de su espalda haciéndome caer en la cama.

-Son un par de flojos- digo entre risas mientras los volteo a ver a ambos.

-Pues Héctor ya se va.

-¿Ya te vas?- le pregunto a Héctor 

-Dijiste que ya no iba a regresar cabrón- dice Héctor refiriéndose a Raúl.

-Yo no dije...

En ese momento suena un teléfono, es el de Héctor...¿Quién lo estará llamando? 

Héctor sale al pasillo fuera de la habitación y empieza a bajar su tono de voz, ¿Con quién estará hablando?

-¿Quién es?- le digo a Raúl en voz baja para que Héctor no nos escuche.

-Debe ser Daniela- contesta mi hermano sin interés.

-¿Y quién es Daniela?- digo en tono irritante.

-Tranquila celosa. Dani es una amiga de la prepa, entró este año y va en el salón de Héctor...es como su mejor amiga.

-¿Así que su mejor amiga?- digo y en ese momento entra Héctor a la habitación.

-Ay hermanita...creo que ya te cambiaron por Daniela...-dice Raúl en forma de broma, para hacerme enojar. Lo conozco demasiado bien.

-Cállate- le digo y me levanto de la cama para salir de la habitación. No quiero hablar con Héctor, ni saber de su supuesta mejor amiga. Sé que es algo infantil sentir celos si no somos nada, pero no puedo evitarlo.

Cuando estoy apunto de salir del cuarto, siento que alguien me toma del brazo y me da la vuelta demasiado rápido, no me doy cuenta hasta que siento sus labios sobre los míos...Héctor me acaba de besar.

-No te cambie por nadie...no te vayas.- me dice Héctor cuando separa sus labios de mí.

-¿Ah no?- digo desafiante tratando de disimular mi impresión por el beso. 

-No.

-No me convences- lo desafío aún más.

-¿Qué quieres que haga para convencerte?- me dice casi en un susurro con la mirada en mis labios.

-No se...- digo y bajo la mirada a los suyos.

-Am...hola, sigo aquí- dice Raúl desde la cama.

-Arruinas el momento- espeta Héctor.

-Perdón, pero están en mi cuarto...- le contesta Raúl.

-Vámonos a tu cuarto entonces...-me dice Héctor al oído y siento como se me enchina la piel -bien, entonces nos vamos- se dirige a Raúl mientras yo salgo al pasillo y lo jalo para que venga conmigo.

-¡No le hagas nada a mi hermana cabrón!- escucho gritar a Raúl desde la otra habitación- ¡Sin globito no hay fiesta!- entramos en mi habitación y cierra la puerta detrás de él.

-Es un tarado...-me dice Héctor cuando ya estamos a solas en mi recámara- ¿O...lo quieres hacer?- me pregunta mientras se acerca lento hacia mi.

-NO.-  ruedo los ojos, y me alejo un poco.

-Está bien, no te enojes...era solo un pregunta- me toma de la cintura y me acerca a el, pegando sus labios a los míos de nuevo.

-Vaya pregunta- le digo entre besos.

-shh...-me dice y me conduce hasta la cama sin soltarnos.

Cuando mis pies llegan a la orilla de la cama, tropiezo con ella y caigo de espaldas con Héctor cayendo sobre mi. Nos seguimos besando y Héctor se las ingenia para rodar y ponerme ahora encima de él. Su lengua juega con la mía, parecen estar hechas la una para la otra. 

Héctor levanta la espalda para sentarse, pero no me suelta...me siento en sus piernas y sobre su regazo en la cama. Toma mis piernas y se pone de pie cargándome, me lleva contra la pared y empieza a subir un poco las manos hasta tocar en un punto incómodo, reacciono al instante y me bajo de él.

-Lo siento, no debí- dice disculpándose.

-No te preocupes, esta bien- digo y siento como se me suben los colores al rostro- pero creo que ya debemos regresar con Raúl, ya se está haciendo un poco tarde- le digo y camino en dirección a la puerta, pero me detiene. 

-Pero yo me quiero quedar contigo- me toma del brazo y me atrae hacia él sujetándome entre sus brazos y me besa en la mejilla suavemente.

-Pero...mis padres podrían llegar- le digo con la voz entrecortada por el roce de sus labios contra mi mejilla.

-Pero podríamos poner de pretexto que vine a ver a Raúl y quedarme contigo- me dice mientras baja y me besa en el cuello.

-No creo que sea una gran...idea...-cierro los ojos y abro ligeramente la boca.

-No pienses en eso entonces y déjate llevar...- su boca sube de nuevo y se encuentra con la mía. 

Se escucha que alguien toca la puerta y Héctor gruñe contra mis labios, pero ignoramos el sonido que proviene de afuera.

-Debe ser Raúl...-dice aún pegado a mis labios.

-Entrará si no abrimos- me fuerzo a pensar que no entrará, pero sé que tengo que abrirle la puerta.

-Hija, ¿estás ahí?- se escucha la voz del otro lado de la puerta.

 Mierda, es mi madre quien toca.