2 semanas

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Ya ha pasado tiempo desde que vi a Héctor la última vez en la cabaña de mis padres.
Ese día, probablemente ha sido el mejor de mi vida, estoy completamente enamorada de él, no dejo de pensar en el ni un solo segundo de mi día.
–Vale ya es tarde para la escuela–me dice Raúl del otro lado de la puerta de mi habitación.
–Si! Ya voy!–le grito y me visto en dos minutos.
Cuando llego a la cocina me doy cuenta de que algo anda mal, Raúl me ha hecho el desayuno y ha hecho los deberes que me tocaban hoy en la cocina. Algo está tramando.
–Provecho hermanita– me dice mientras me recorre la silla de la mesa para que yo me siente.
–¿Que te traes Raul?–le pregunto una vez que me senté al comedor.
–Nada, ¿que no le puedo prepara el desayuno a mi hermanita pequeña?– me sonríe.
–Okay ya basta, dime que te traes. –alejó el plato lleno de hotcakes recién hechos.
–Okay...am...es que no se como decírtelo – se sonroja y agacha la mirada.
–¿Decirme que? ¿Que has hecho el amor con mi mejor amiga en la cabaña de mis Padres?–levantó las cejas y lo miro fijamente.
–¿Ya te lo ha dicho?–me pregunta mientras levanta la mirada avergonzada.
–Por Dios Raúl, es mi mejor amiga y obviamente me lo dijo. –le digo divertida y le doy un golpe en la cabeza.
–Entonces, ¿no estás enojada conmigo?– me dice Raúl.
–Mmm...tienes puntos extras Por prepárame el desayuno y hacer mis deberes–le sonrío.
–Ya sabia que con comida te podía manipular– dice Raúl con su tontito de superioridad que me hace enojar.
–Eres un tonto– le digo divertida. –pero ya vámonos que llegaremos tarde a la escuela y tengo examen de química a primera hora.
Cuando salimos de la casa, noto que el coche de Raúl no está.
–¿Y la camioneta?– le pregunto.
–La trae tu noviecito, me la pidió prestada para ir a hacer unas cosas que necesita.– me dice mientras se acerca a la cochera para sacar la moto.
–Ah...–no se que responder a eso, algo anda raro por aquí. No he visto a Héctor desde la vez de la cabaña hace dos semanas y ahora resulta que trae la camioneta de Raúl. ¿Cuando vino por ella? Apenas Raúl y yo fuimos ayer a recoger a Melissa de sus clases de coro. Entonces eso quiere decir que Héctor vino ayer a mi casa y no me aviso...

No dejo de pensar en Héctor durante todo el viaje de camino a la escuela ¿y si se arrepintió de haberme pedido? ¿Y si solo fue de una noche? ¿Si ya le gustó otra? No puedo dejar de pensar en todo eso.
En cuanto llegamos a la escuela, me voy con Melissa quien está platicando con las demás chicas de mi grado.
–Hola!– me saluda Meli.
–Tebgo un problema– le digo mientras caminamos a nuestro salón.
–¿que tienes? ¿Que pasó?–Me dice Meli un poco alterada.
–Héctor fue ayer a mi casa, pero no me aviso y no lo vi–le digo.
–¿O sea como?– pregunta Meli de nuevo.
–A puerta Héctor fue mi casa a pedirle a Raúl que le prestara la camioneta después de que llegamos de recogerte de tus clases, pero a no fue ni para ir a saludarme si desde hace semanas no nos vemos. ?¿Crees que deba preocuparme?–le digo.
–Exageras mucho linda, no creo que sea para tanto.– se ríe.
–Claro que is! O al menos para mi si lo es, ¿y si ya no me extraña?– hago puchero.
–Vale cálmate! ¿Que tal que tenia que irse rápido y no le quedó tiempo?– me dice.
–No! Ademas, ¿para que quiere él la camioneta de Raúl?– grito.
–Vale ya! Por Dios! Parece un estuvieran casados, relájate– me dice mientras entra la miss de Química. No se si pueda concentrarme, no dejo de pensar en Héctor.

Saliendo de la escuela, por costumbre Raúl pasa por mi así que lo ensayaba esperando cuando veo llegar su camioneta y se baja Héctor.
–Hola princesa– me dice mientras intenta darme un beso.
–¿donde has estado?– le noto una marca en el cuello.
–Ocupado– me dice serio.
–¿A si, con que?– le pregunto.
–Bueno parece interrogatorio, me donor peor que en la silla eléctrica, – trata de hacerme reír pero no funciona.
–¿Que traes en el cuello?– le hago un lado la chamarra deportiva que le llega hasta el cuello pero me detiene.
–Ey, ¿que no confías en mi? –me quita la mano.
–Dame razones para hacerlo, apenas tenemos dos semanas de novios y no nos hemos visto desde el día en que me pediste que lo fuera. No se nada de ti y después resulta que traes la camioneta de mi hermano y,llegas con una marca en el cuello, ¿así quieres que confíe?– lo reto.
–Vamos a tu casa y ahí te explico todo. –me dice mientras se sube a la camioneta.
–Más te vale que sea una excusa bruna Héctor– le digo una vez que estoy dentro de la camioneta.

E.M.A.H. Enamorada Del Mejor Amigo De Mi HermanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora