Rueda disco

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—¡Hola!— dice Ale con euforia.
—Hola— contestamos todos en coro.
—Ale...¿recuerdas a mi hermano Raúl?— le digo a Ale quien se encuentra justo en frente de mi.
—Claro que si, como olvidar a alguien tan guapo.— dice Ale mientras se acerca a mi hermano para plantarle un beso en la mejilla.
Melissa debe estar muerta de celos en este momento, Ale no sabe que ellos dos tienen algo. Aunque la verdad no me preocupo tanto por Meli, ella no es celosa, todo lo contrario, es demasiado pasiva como para hacer un escándalo por algo "insignificante" como ella lo dice. Aunque yo...por otro lado hubiera tomado a la tipa que se le acercara de esa form a mi novio y la pondría en su lugar, a mi novio nadie se le acerca.
Vaya...mi novio...¿donde estará ahora? ¿Y porque me dolió tanto pensar en eso?....
—Valeria, dile algo a esta puta— me dice a Meli en voz baja sacándome de mis pensamientos.
Vaya...me sorprende que Meli se ponga así, ella no es así de celosa...no puedo creer que cele tanto a mi hermano. Ew.
—Ah si— digo divertida al ver la reacción de Meli.
— y seguro recuerdas a Meli, mi amiga de siempre y...
—y novia de Raúl— Meli me interrumpe y termina la frase por mi.
Nunca la había visto así, aunque verla asi me hace gracia y no puedo evitar sonreír al pensarlo.
— Ah si si, claro—dice Ale con una expresión divertida. — pues...que suerte tienes de tener a un novio tan guapo.
Oh por Dios...aquí va a arder trolla, no puedo evitar reírme de eso, ¿mi hermano? ¿Guapo? ¿Porque hay dos niñas discutiendo por el? Ew...
—¿Raúl? ¿Guapo? De donde...—digo divertida y mi hermano rueda los ojos simpático.—pero bueno ya basta de adular a mi hermano y vamos a los juegos.—digo y me apresuro a caminar y a tomar a Ale del brazo mientras los tórtolos se quedan atrás.
Mientras caminamos, empiezo a ver todos los juegos mecánicos y siento náuseas al ver como un grupo de niños de secundaria se suben a una montaña rusa. A mi me dan pavor las alturas...

—La fila para la rueda disco está corta, ¡vamos!—dice Ale mientras me toma de la mano y empezamos a correr en la dirección del juego mecánico.
Que nombre tan estúpido para un jugo mecánico...¿por qué "rueda disco" suena muy anticuado, aunque no voy a negar que el juego me gusta y es el único que soporto, además de que es bastante "original" al menso para mi...quien diría que una rueda de 20 asientos que da vueltas a toda velocidad por 2 minutos mientras tocan música disco sería tan divertida.
Mientras esperamos la larga fila para entrar al juego no reímos de la gente que se le caen los zapatos en el teleférico y de los niños que se les cae su comida en la tierra.
Llevo cerca de dos horas aquí dando vueltas por el lugar y comiendo chucheria y divirtiéndome con las cosas inusuales que le suceden a la gente y no he pensado en Héctor en lo absoluto, la verdad es que estoy muy bien y me siento bien y contenta de estar aquí con mis amigos, sin el, sin celos, sin nada...solo yo, mi felicidad y yo.

—Ahí vienen mis papás y mi hermano—dice Ale sacándome de mis pensamientos.
—vamos a saludar—le digo y me apresuro a saludar a sus papás.
—Vale, hace mucho no te veía—me dice su madre mientras me abraza. La señora siempre ha sido muy cálida conmigo desde que tengo memoria, la señora es muy guapa y muy atenta, tiene el cabello castaño tiene un cuerpo definido a pesar de sus años y tiene los ojos verde turquesa con un toque de miel que los hacen brillar.
—Si...ya hace muchísimo, pero siempre es un gusto volver a saludarla señora—le digo mientras me separo de ella y le brindo una cálida sonrisa.
—Hola Vale, ¿cómo estás?— me dice su padre, quien también es bastante apuesto, el tiene la piel bronceada de tanto trabajar bajo el sol, el cabello negro y los ojos marrones, muy alto por cierto. Ahora veo de donde saco Alejandra la altura.
—Muy bien, muchas gracias—le contesto con una sonrisa.
—Hola Pablo, ¿cómo estás?—le digo al hermano de Ale, es 2 años más pequeño que nosotros. El...no es apuesto, pero tampoco es feo. Es alto, tiene el cabello de su padre y un poco robusto pero se ve que hace ejercicio.
—Hola...—me dice nervioso.
—Ale, ya nos vamos te dejamos las llaves del coche para que regreses a la casa.—le informa su madre mientras le entrega un llavero de los delfines con dos llaves puestas en el.
—Si ma, gracias — ella asiente mientras toma el colorido llavero.
—Oye y...¿pues Pablo quedarse con ustedes?—dice y Pablo se pone rojo como tomate.
—¿por qué?—pregunta Ale mientras pone cara en desacuerdo.
—Porque el quiere quedarse más rato pero sus amigos y se fueron—contesta su madre.
—Claro que si, que se quede con nosotros—le digo a la señora mientras le ofrezco una sonrisa a Pablo.
—Muchas gracias Vale—me dice su madre y le da una palma dita a Pablo en la escalada para que se acerque.
—Está bien—dice Ale mientras rueda los ojos.
Pablo se ve algo solo y le falta divertirse un poco, igual que a mi ¿que tiene de amlo que se venga con nosotros un rato?.

Cuando llegamos a la fila...ahí está el, riendo y sin preocupación alguna.
Y no viene solo...

E.M.A.H. Enamorada Del Mejor Amigo De Mi HermanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora