Capítulo 13

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Estaba confundido. Después de haber dado ese "discurso" de agradecimiento por tantos años trabajando arduamente para hacer que la compañía creciese, le habían aplaudido pero también al bajarse, un par de becarios se acercaron para de cierta forma empezar a insinuarle un puesto fijo de trabajo. Y Zayn de verdad no tenía ningún problema con eso, le alagaba el hecho de que hubiese personas con tantas ganas de trabajar en su empresa que hasta lo hiciesen gratis y lo hiciesen bien. Aun así, no era el momento de hablar de negocios, Zayn estaba disfrutando de una fiesta, no haciendo una junta para ver a quién le da empleo y a quién no o quiénes merecen un aumento de salario.

Justo cuando pensaba responder de manera tajante ante los chicos imprudentes, vio a la gacela pasar, dando pasos largos y rápidos hasta perderse entre las puertas del ascensor. Y eso, lo confundió. ¿Por qué Harry se iba?, ¿algo no le gustó? Se quedó callado, pensando por un momento en miles de razones y de repente, se dio cuenta de la verdad.

Le importaba, a Zayn le importaba Harry. Volvió a recomponerse y cambió el diálogo.

__ Chicos, hablemos eso el lunes- chasqueó los dedos y haciendo una pistola con ellos, señaló a uno.

Rápidamente se disipó entre la gente y aceptó agarrar la bebida que Darla le ofrecía. No dio explicaciones y se metió como pudo en el ascensor porque ya no cabía más nadie. Habló un poco con uno de los programadores mientras iba bajando hasta la recepción y luego, se enrolló el abrigo para no pasar frío allá afuera. En momentos como estos agradece tener el pelo largo, de esa forma no pasa frío en las orejas o el resto de la cara.

Estando en medio de la acera luego de haber salido por las puertas de vidrio del edificio, observó hacia un lado y hacia el otro. Harry tenía ventaja de segundos, el chico era veloz para caminar pero Zayn tampoco se quedaba atrás. Ninguno de los lados le producía confianza, tenía una corazonada de que el camino por el parque era la opción correcta. Dejó que varios coches pasaran y cuando tuvo confianza, cruzó hacia el parque entrando por el camino de bloques. En ningún momento se detuvo, miraba para todos lados mientras intentaba ver si había valido la pena dejar a Caroline sola por venir a buscar a un simple chico, al maestro de su hija. Y es que dejar a Caroline sola significa no tener sexo esta noche.

Siguió caminando, ya con un paso menos agitado para evitar que las personas lo creyeran fugitivo. De repente sonrió a escondidas, todo esto le recordaba al cuento de la Cenicienta. Hace unas noches atrás se lo leyó a Farah, la niña siempre insiste con esos cuentos. Lo único que le faltaba era encontrar el dichoso zapato de cristal, aunque no está muy seguro de que Harry use zapatos de cristal. Casi llegando al centro, ante la fuente gigante de sirenas y esculturas que nunca ha entendido, atisbó al otro lado una figura alta, de cabello revoltoso y hombros rectos. La figura estaba de espaldas a él, pero parecía observar hacia la cancha sintética de juegos. Estaba vacía, sin nadie adentro que jugase o algo que fuese entretenido.

Zayn volvió a sentirse confundido.

__ ¡Harry!- se atrevió a gritar, pero ahora tenía hambre y más sed. Y estaba un poco mareado, el último cóctel de Darla ya empezaba a dejarlo un poco tipsy.

La figura se volteó y Zayn pudo sonreír sin esconder nada. Siguió caminando hasta deshacer la distancia entre los dos.

__ Dios, me has hecho correr más de lo que he corrido estos últimos años- aunque Zayn no haga mucho ejercicio y coma un poco mal a veces, se mantiene delgado.

Pero eso no significa que esté sano.

__ Lo siento, yo... ¿qué pasa?- notó que Harry también estaba confundido, ¿por qué se deshizo la pelotita? A Zayn le gustó ese peinado en él.

¿Estás ocupado? *Zarry Stalik*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora