Capítulo 40

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Celebremos que la vida sólo es una y por ello hace más valioso cada día. Zayn hoy está agradecido de eso, se levantó con ánimos y fuerzas que hace un par de días atrás no tenía. Rió con Farah mientras iban en el coche para ir a la guardería y su hija iba feliz, algo que a él lo hace feliz también. Así sin cosas en su mente que lo apecharan, llegó al trabajo y se ocupó de cada detalle que desde hace una semana venía mortificándolo. Luego llevó a Darla con él a la sede del almacén y ahí habló un rato con su hermana Waliyha sobre distintas tareas que se habían llevado a cabo con suma satisfacción. Algo que hizo con todas las ganas fue dormir, durmió de diez a cinco y por alguna razón no se siente cansado, debe confesar que se tomó un buen café, comió un bagel con queso quema y jamón tostado sabor miel.

__ Zayn- dejó de ver las cajas trepadas en los grandes estantes-, ¿hoy que vas a hacer?

__ ¿Yo?- nota a su hermana, esos ojos conocidos y no cansados-, nada.

__ ¿Quieres prestarme a Farah?- sonríe viéndolo y Waliyha sabe que es la mejor manera de convencer a su hermano.

__ ¿Para qué?- sonríe de regreso, esas prestaciones tienen intereses.

__ Para ir al cine, quiero llevarla a ver la Bella y la Bestia.

__ O quieres ir tú pero disimularás con Farah- él sonríe un poco más, conoce a su hermana y al mundo.

__ Tal vez un poco de ambas cosas. ¿Es eso malo acaso?- Zayn negó y aceptó reírse junto a ella.

Cuando Zayn le cambiaba los pañales a Farah dos, tres, cuatro, cinco y hasta siete veces al día, y cuando le daba de comer cada hora que ella lo pedía, entendió eso que dicen los papás siempre: "Cuando tú vienes, ya yo he ido varias veces". Siempre odió esa frase y sabe que no es el único y sabe que sus papás no eran los únicos dueños de esa licencia compartida.

Eso lo llenó y a media mañana se comió una barrita con almendras y nueces. A él le gustan las almendras y las nueces, le recuerdan a las navidades con la familia y los abuelos. Siempre la abuela lo sentaba a él y a sus hermanas en la mesa del comedor y todos tenían que abrir las nueces y sacar la frutilla para poder utilizarlas en la comida o los pasteles que su querida abuela preparaba. Entonces, él y sus hermanas, o las que ya no eran bebecitas porque Safaa era pequeña en esos momentos, hacían la competencia de ver quién lograba sacar más nueces de la frutilla. Aquello era divertido, la verdad.

La abuela, la mamá de Trisha, ella sí es católica así que siempre hubo esa variante en casa.

Hoy en día no es de celebrar mucho la navidad, le gusta ver cómo otras personas lo hacen y por accidente lo invitan a las cenas, pero él no celebra lo que eso significa. Temas complicados.

Mientras va en el carro, con Darla sentada en el asiento de copiloto, la escucha contarle cosas que él no pidió explicar, pero le agrada tener una conversación que no sea exclusiva del trabajo. Es hora de almorzar, así que buscar un buen lugar para comer debe ser primordial para todos. Comerá sushi, Darla lo ha convencido con un poco de salsa de soya y wasabi. Tampoco es fan del wasabi.

Sushi Bar Makoto es muy bueno cuando quieres comer sushi y saber que perfectamente no morirás por culpa del yodo o alguna especie de intoxicación. No queda tan cerca del centro, está más para Chiswick, aun así vale la pena ir y probar. Debido a que el lugar no está en el centro de la ciudad, es fácil encontrar un estacionamiento decente en donde dejar el carro y caminar un par de minutos hasta cruzar la calle con tal de llegar al lugar con letrero negro y letras muy japonesas. Es pequeño y sencillo, uno va a comer, no a farandulear. Así les decía Yaser, el papá de Zayn, cuando ninguno de sus hijos se decidía por un restaurante en donde cenar o almorzar.

¿Estás ocupado? *Zarry Stalik*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora