Capítulo 37

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Su reloj marcaba las nueve y media de la mañana. El grande en las seis y el pequeño en las nueve. No eran números, eran rayitas finas plateadas. Ese reloj se lo compró el año pasado en una rebaja de verano, le gustó y se lo quedó; claro, luego de pagarlo. Sabía que era mejor mentir que dar excusas, dar excusas no funciona de la misma manera que mentir. Las excusas son molestas y pueden ser mentira; las mentiras no son necesariamente excusas y si nadie sabe que son mentiras, todo es verdadero.

__ Lo siento tanto, Alina- acomodó su mochila en el casillero que le toca, apurado-. Mi reloj no sonó y tuve que salir huyendo.

__ Lia está con los niños en el patio- notó esa leve curva en la boca y esa ceja arqueada.

A ningún jefe le gusta que sus empleados lleguen tarde, sea por la razón que sea, y mucho menos de esa forma tan improvisada. Harry venía peinándose en el autobús y regándose perfume en áreas donde el sudor no le agrada que esté. Por supuesto que no iba a regresar a casa, eso implicaría más tiempo perdido y era mejor tardar dos horas en llegar que nunca llegar.

Se puso al día y aproximándose al patio de juegos, viendo que hoy el sol está en el cielo y no hay tantas nubes molestas, observó a los niños jugando.

A los niños les gusta jugar, no importa la condición climática que exista, para ellos no existen las excusas. Apenado, saludó a Lia y en silencio soportó ciertas frases cínicas de su parte. Algo como: "Para eso te hubieses quedado durmiendo".

Y la verdad es que no estaba durmiendo, eso era lo último en su lista que él posiblemente hubiese estado haciendo. Algunos niños notaron que Harry había llegado así que se alegraron por verlo y corrieron a donde él, se unió a los juegos e hizo un par de rondas con ellos. Por supuesto que ahora con todo lo que sucede entre Zayn y él no significa que será el padrastro de Farah. De eso no se trata.

__ Niños y niñas- aplaudió un par de veces al alzar ambas manos, todos voltearon a verlo-. Es hora de entrar, vengan.

Los atrajo a todos y Lia ayudó a los gemelos porque los vio a los dos con sus cordones sueltos. Mientras tanto, Harry llevó por el pasillo a todos los que estaban listos. A cada uno les repartió su vasito con el nombre e individualmente les sirvió agua para que se refrescaran luego de toda esa actividad. Hasta el mismo Harry se tomó su buen vaso de agua, porque estar hidratados a toda hora es primordial para el bienestar integral de la persona.

Hoy hay dos actividades pendientes. Revisar las tareas dejadas y realizar las del día.

Lia se tuvo que ir al baño y él se quedó con los niños, hablándoles para ayudarlos con las tareas y viendo lo que cada uno había hecho. A todos los incitó a compartir un poco de lo que había realizado, él sabe que los papás tienden a ayudar en ese tipo de situaciones pero si sus padres los ayudaron dejando que sus hijos hicieron todo y sus ojos de supervisión dijeran que estaba bien y qué estaba mal, lo descubre al ver cómo los niños hablan al respecto.

Siempre, la primera es Farah. A ella le gusta mostrarles a todos lo que hace, y Harry sabe que Zayn la ha ayudado porque lo ha observado y ese hombre se desvive por su hija. Ningún padre dejaría solo a su hijo sucediese lo que sucediese.

__ Gracias, Farah- sonríe amable-, muy bien hecho.

La niña asiente, contenta, y vuelve a sentarse. Ahora le toca a uno de los gemelos presentar lo que ha hecho. Mientras la actividad se va realizando, Lia regresa y le toca a ella llevar un control de las unidades. Harry sale, se dirige al comedor y empieza a ayudar para colocar los platos en orden y los cubiertos también. Antes de que se le olvide, coloca las servilletas en el medio del comedor y sonríe un poco al notar que uno de los niños lo ha seguido hasta acá.

¿Estás ocupado? *Zarry Stalik*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora