¿Estás ocupado? *Zarry Stalik*

Capítulo 54

Oficialmente ha regresado a la parte de las noticias en la que dicen "El desempleo en Londres crece a 3,2%". Se siente tan mierda esa sensación que ya ha gastado dos horas de su mañana enviando hojas de vida por el correo. Desde tiendas departamentales a pequeñas guarderías. Fue triste despedirse de los niños, ellos no entendían muy bien qué pasaba y aún así fueron amables al regalarle dibujos o pequeñas manualidades que ya acomodó en el estante donde todavía no ha colocado sus libros. Sí, Harry todavía tiene un par de pertenencias en cajas y es porque no sabe qué hacer con ellas. De aquí a fin de mes se le ocurre algo.

Desayunó una tostada con mermelada de uvas y una taza de café sin leche porque olvidó pasar al supermercado con tal de conseguir las últimas cosas que necesita reemplazar en su alacena compartida. Comparte el espacio pero no los alimentos, aquí cada compañero de piso tiene su determinada compra separada por anaqueles. Justo ayer que regresaba de su último día, aceptó beberse unas cervezas con ellos y jugar al póker. Son gente tranquila, joven e igual de enfocados en el crecimiento personal.

Sólo que se siente un perdedor al ser el único en la casa que sigue durmiendo pasadas las ocho de la mañana porque todos se van temprano a trabajar y regresan más tarde. Al menos ya sabe a la perfección cómo es que funciona la caldera del agua. Hoy estuvo diez minutos viéndose al espejo que tiene pegado a la parte trasera de la puerta de su habitación. Está tratando de descubrir si le vendría bien cortarse el cabello, pero lleva tanto rato teniéndolo así de larguito que se sentiría horrible o desprotegido si no lo siente sobre sus hombros.

Pero claro, no hablemos de hace unos días cuando Zayn decidió mandarlo todo a la mierda porque si no, nos deprimimos. Estuvo cuatro horas acostado en la cama, viendo el techo si es que se le puede decir viendo, porque durante todo el trayecto de Piccadilly hasta la casa iba llorando en silencio como una especie de alma en pena de carne y hueso, así que las lágrimas no lo dejaban distinguir nada. Se las limpiaba y no podía evitar volvérselas a quitar al rato que salían sin permiso escurriéndosele por las mejillas hacia la barbilla.

Luego de las cuatro horas se paró, fue a la cocina y se hizo una pasta de salsa roja con albóndigas porque últimamente no ha cocinado en casa y la comida que compró la quincena pasada se le puede perder. Cenó todos esos carbohidratos junto con las proteínas y se tomó dos deditos de vodka para no levantar sospechas. Es que la botella de Finlandia no es suya, es de su compañero Oscar. Después fue a la terraza, no le importó que estuviese lloviendo y se sentó en la silla de playa, trepando los pies en el borde del balconcito mientras se fumaba un cigarrillo; unos cigarrillos.

Ya no lloró más, ideó un plan maestro para volver a la normalidad y se dijo a sí mismo que permitirle a Austin destruirle la vida por segunda vez no era algo justo consigo mismo. Estaba subestimándose y cayendo en la trampa por segunda vez, ¿no? Así que eso está haciendo, está mandando hojas de vida a todos lados y avisando a cada amigo que tiene con tal de hacerles saber que él se encuentra disponible para lo que sea, hasta para babysitting. Sabe que no ha hablado con Robin o con Anne sobre todo lo ocurrido los últimos días después de hallar a Farah.

Sí, pensó lo que dijo Zayn sobre Austin y se dio cuenta que el chico tenía razón. Tuvo una relación de varios años con Austin así que sabe ciertas actitudes de él. Obviamente Austin se dio cuenta que había cometido un error al llevarse a Farah de esa forma, al raptarla, y quién sabe, tal vez los papás se dieron cuenta y ejercieron presión. Tuvo que devolver a la niña, ¿cómo iba a alimentarla?, ¿qué iba a hacer con ella en la casa?, ¿cómo iba a evitar que las personas se dieran cuenta de lo que ocurría? Había salido en el noticiero de las seis de la tarde, era imposible cruzar fronteras porque a esa hora ya todo el país debía de saberse su rostro. ¿Dónde carajos se metió? Qué sabe Harry... pero no tiene miedo, se cansó de tener miedo y esta vez, si lo ve, es capaz de agarrar un palo y darle con todas las ganas del mundo.