Capítulo 53

619 97 29
                                    


Adentro de una cajita pequeña color blanco con detalles dorados lleva un trozo de pastel sabor especias. Es la especialidad de Robin, de la panadería. El trozo está cubierto en un glaseado de naranja y en medio de las rodajas hay finas capas de dulce de leche. Harry fácilmente puede comerse tres pedazos y reventar con un vaso de leche. Así que si a él le gusta el pastel, tal vez a Farah y a Zayn también. Claramente durante estos días no ha podido hablarle y todos sus mensajes de texto han sido ignorados. Ya se cansó de eso así que fue un poco cínico y en medio de una leve oportunidad, se escabulló a la oficina de Alina y logró conseguir en el expediente de Farah, la dirección de Zayn.

Está muy mal hacer eso, no se siente orgulloso; pero Harry está acorralado y desesperado.

Todavía Farah no se ha reincorporado a la guardería, y Harry imagina que todos los trámites legales que implica esta situación a de tener a Zayn estresado o muy ocupado. Lamenta mucho haber provocado ese escenario. Además, siempre hay cierto estrés postraumático y más después de una situación como la vivida el fin de semana. Se siente egoísta al tratar de obtener una respuesta por parte de Zayn luego de haber provocado todo ese lio, sin embargo necesita aclara sus pensamientos así que sólo su amante de ojos cafés es capaz de lograr eso: ¿Siguen siendo novios?, ¿siguen juntos o acaso ya no tendrán más nada y pueden olvidarse el uno al otro?

Fue bonito mientras duró.

Nadie sabe nada de Austin, es como si las piedras lo hubiesen enterrado. Harry se sentiría más seguro si supiese que el chico está preso, o en rehabilitación o quién sabe, lejos; pero no lo sabe, no es como antes cuando estaba seguro de que Austin seguía en rehabilitación y él podía caminar tranquilo por las calles de Londres sin miedo a encontrárselo doblando una esquina. Ha vuelto a hablar con su terapeuta, toda esta situación le trajo consigo cierta ansiedad que no sabe cómo manejar. Quitando el resto, está a pocos días de recibir su último pago y quedarse fuera de la guardería ya que Susie regresará a trabajar luego de una merecida licencia por maternidad. Una vez más Harry siente que está empezando todo de nuevo, que otra vez se encuentra al inicio de algo que creyó haber sobrepasado hace tiempo.

Su mente se nubla, se ensueña sin darse cuenta y de repente regresa a la realidad. No puede ser un ser humano funcional y productivo si su mente está así, por lo tanto, tomó una buena decisión al volver con la terapeuta.

Y eso, pues, que ha conseguido la dirección de Zayn y viene caminando con una cajita en las manos, aproximándose cada vez más a la estación de metro. Como siempre, la ciudad y sus sonidos pueden ser capaz de desorientar a cualquiera; a Harry no. Sabe que tal vez no es la mejor idea, sabe que tal vez debe contenerse y esperar a que Zayn le hable, esperar por ese hombre agotado y agobiado de toda esa montaña rusa emocional.

Se sentó en una silla libre adentro del vagón de metro y contó las estaciones, se bajará en la número tres. Si llega y Zayn no está en casa, tal vez es para bien. Si llega y Zayn está, pero el chico no le quiere abrir o hablar, también será para bien porque de esa forma el mismísimo Harry podrá saber qué viene después.

"Olvidarse de Zayn" eso es lo que viene después.

¿Y qué tiene?, Zayn no es Dios, no es el rey y tampoco es el único hombre en el mundo. Puede tranquilamente volver a estar soltero, dejar de fijarse en una persona así de... cobarde y simplemente, dedicarse a lo suyo, a construirse una casa estable en donde él pueda vivir sin preocuparse de absolutamente nada. Porque tiene que pagar cuentas pronto y si se queda sin empleo, las pesadillas regresarán. Así que, para bien o para mal, debería aceptar el resultado entre él y Zayn.

Por perderse en su pensamiento y en la música, se pasó de estación y bajó en la cuarta. Se maldijo a sí mismo, pero eso le dio una mejor idea. Cruzó al otro lado para tomar el tren que viene, pero antes observó un mapa de las estaciones y las diferentes líneas con tal de hacerse un mapa mental. Vio cuál estación y qué línea tenía que recorrer para llegar a su destino y tuvo cuidado bajando los escalones para así no mover el pastel adentro de la cajita. Tampoco quiere que el pastel se estropee.

¿Estás ocupado? *Zarry Stalik*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora