Capítulo 30

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El bar estaba activo. No les cobraron el cintillo de entrada porque dijeron que conocían a Niall y eso se verificó. Todo el ambiente se sentía agradable, había mesas que rodeaban la pista de baile y un pequeño escenario colgante tenía al dj adentro animando al público. La barra, diagonal a las puertas de la entrada, tenía a chicos atendiendo y los camareros se ocupaban de algunas mesas llevando pedidos o preguntando por ellos. La música al igual que la decoración era latina. En la pista, las parejas se movían al ritmo de un merengue muy bailable demostrando que aquel que no sabía, pues aprendía. Harry se sintió contagiado por toda esa alegría.

Siguió a Gemma, su hermana parecía saber más que él.

__ ¡Allá está!- la voz emocionada le habló y el dedo de ella señaló hacia al frente. Gemma había descubierto a Niall entre todas esas personas.

Primero, se sorprendió demasiado al confundir por un leve momento a su amigo. Ya la rubia no era rubia, ahora era morocho, con su típico peinado y corte, pero castaño. Eso le extrañó a Harry, pero después comprendió que no era nadie para cuestionar las decisiones de su amigo siendo él participe de otras cosas. Se dejó llevar por la ola de personas y sintió que flotaba, algo caliente se apoderó de su estómago y por un instante, sintió tristeza de haberse alejado de alguien que durante seis o siete años estuvo a su lado incondicionalmente y sin pedir nada a cambio. ¿Por qué no mejor se regresa? Enfrentó al gran toro y parándose a unos pies de distancia de donde estaba su hermana, observó a su amigo.

A su apreciado amigo.

Respiró hondo, pensante ante la situación. Su hermana, Gemma, le había dado un beso y un abrazo en la mejilla y ya Niall había posado sus ojos en Harry. Sólo esperaba el final del saludo de la hermana de él. En cambio, el chico de rulos se quedó estático mientras veía cómo su amigo se bajaba del pequeño desnivel en donde está la barra y eliminaba esa leve distancia entre ellos. Por un momento, lo miró a los ojos y la sonrisa, tan genuina y amigable como siempre ha sido, apareció enorme en el rostro de Niall.

__ ¡Compadre!- tuvo que estallar en risas y aceptar el gran abrazo que entre ambos se dieron.

Esa reunión ameritaba una copa, cosa con la que ambos estaban de acuerdo. Eligieron un puesto donde hacerse y casi como si fuese un chiste, empezaron a hablar de una y mil cosas sin que Harry sintiera pena de disculparse y explicarle todo lo que había pasado en su vida hace medio año atrás. Era difícil, por supuesto que lo era, pero Niall en ningún momento se mostró molesto o fastidiado por las decisiones de Harry. Supo asentir y entender la postura de su amigo, prefirió ponerse al día con él que echar el casete hacia atrás y perder el tiempo en cosas banales que ya ocurrieron.

Un shot de tequila azotó la mesa y Harry le dio fondo. El líquido caliente le quemó la garganta a su paso luego de tragarlo, pero sintió rico y supo que era justo eso lo que había necesitado desde hace semanas. Según Niall, luego de tanto tiempo luchando para conseguir cumplir su sueño de tener un bar, lo logró junto a Chris y las cosas no han podido ir mejor. Claro, con cierto margen de error, pero perfectas. Casi inevitable se le hizo preguntar por ese radical cambio de cabello y Niall sólo explicó que necesitaba un aire diferente al mismo de siempre.

__ Entonces ya no puedes ser la peliteñida- ambos rieron a la par, un poco por el chiste y otro por el alcohol.

Gemma sigue bailando, ella no sabe cómo se baila la bachata pero no importa. Su parejo parece guiarla mejor de lo que Harry se atrevería.

__ Pues no, ¿qué lástima, verdad?- sonrió ante la mirada "decepcionada" de su amigo.

__ Sí... ¿y Louis?- tuvo que preguntar, era importante.

__ Creo que sigue en Los Ángeles- alegó Niall-, no sé cuándo regresa porque no he chateado con él. ¿Sigues teniendo su número?

__ No, me robaron el celular hace unos meses y tuve que volver a comprarlo. Todos los números que tenía se me perdieron.

__ ¿Pero tienes el mismo número?

__ Sí, eso sí lo logré recuperar en la compañía.

__ Ay, esas compañías son una mierda.

__ A veces- rieron a la par.

Rato después, Harry sólo se permitió bailar un poco como los viejos tiempos. Esta vez, Niall parecía haber mejorado su ritmo y le enseñaba pacientemente a su amigo, sin estresarse o molestarse, todos los pasos apropiados. Entre él y Niall lograban sacar pasos de baile muy interesantes y la música, pese a ser desconocida para Harry, la supo disfrutar por más movida o tropical que fuera.

De repente, casi por arte de magia, recordó que si se quedaba por más tiempo iba a morir mañana por la mañana y sería irresponsable con su trabajo y Robin lo juzgaría mucho más. Tuvo que jalar a Gemma, pero Niall no perdió la oportunidad de ofrecerles a ambos llevarlos. Un taxi a las doce de la madrugada no sale muy barato, así que aceptaron y por mientras, Harry se ocupó de Gemma que parecía demasiado cansada por culpa de los leves tacones que había utilizado para la velada.

__ Vamos- siguieron a Niall hacia el coche más adelante y Harry sonrió, recordando ciertas noches de parrandas en las que se iban él, Louis y Niall a vivir la vida loca.

Las calles no estaban vacías, pero el flujo de coches disminuía constantemente. Algunos semáforos estaban apagados y otros funcionaban a la perfección, las luces de Londres iluminaban todo a su paso y las pandillas nocturnas disfrutaban de su potencial en sus territorios. Mientras la música sonaba baja, Harry se desconcentró al escuchar cómo Niall le hablaba.

__ Harry- lo miró manejar-, ¿y Austin?

__ ¿Qué tiene?- el leve alcohol en su sangre le hizo pasar de evadir la pregunta.

__ ¿Lo has visto?

__ Lastimosamente sí- suspiró disgustado-, apareció en mi casa buscando reconciliarse y esa mierda pero no lo dejé molestarme.

Gemma viene dormida en el asiento de atrás, ella tomó un par de margaritas que Harry prefirió evitar.

__ ¿Pusiste la orden de alejamiento, no?

__ Sí, pero él es medio imbécil y no comprende conceptos básicos.

__ Harry, no permitas que vuelva- la voz seria y preocupada de su amigo lo hizo girar a verlo otra vez.

__ Por supuesto que no, además, él ya no me interesa desde que me hizo todo lo que me hizo.

De repente, Harry se sintió enojado, molesto, con ganas de encontrarse con Austin para gritarle todas sus verdades en la cara y mandarlo a la mierda luego de no haberlo podido hacer en su momento.

__ ¿Y ya tienes a algún pollito fichado?- Harry dejó de enojarse solito y miró a Niall, al instante se apenó entendiendo a qué se refería su amigo.

__ Sí...

__ ¡Maldito!- rieron a la par, en voz alta y de manera escandalosa sin importar el mundo allá afuera.

Sólo contó que está viendo a alguien, pero que se están empezando a conocer y ninguno de los dos sabe si la cosa va enserio o si es mentirita. Es que Harry está confundido por esa conversación entre él y Zayn, y no se atreve a enviarle algún chat por pena a verse como un cualquiera.

__ Vale- musitó Niall al escuchar la conclusión de Harry-, ¿pero de verdad te importa si te ves como un cualquiera?

__ Es que...- suspiró-, él sabe lo que ocurrió entre Austin y yo. No quiero que crea que sólo sirvo para el sexo y nada más. Siempre a las personas que son abusadas en una relación, las toman por estúpidas o ingenuas.

__ Eso no es cierto- alegó Niall, discrepando con ese punto de vista.

__ No lo será, pero es el prejuicio que existe. ¿Entiendes?

__ Estás jodido, pues- asintió ante las francas palabras de su amigo.

Está jodido.

Niall se estacionó en la calle, casi al frente de la panadería. Harry tuvo que despertar a Gemma de su profundo sueño y como pudo, se despidió de su amigo. No sin antes aclararle que en cualquier fin de semana libre venidero los dos se verán otra vez.

¿Estás ocupado? *Zarry Stalik*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora