Capítulo 20

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Desde la panadería hasta la empresa de Zayn, Harry y él no pararon de hablar. Logró sacarle esa razón por la que existía un problema familiar y Zayn entendió lo que sucedía con la señora Anne, la mamá de Harry y Gemma. Nunca lo imaginó y bueno, le entristeció notar ese tono bajo y suave que el chico de ojos verdes radiantes usó al momento de explicar toda la situación.

Zayn ni siquiera puede imaginarse a su madre sufriendo de esa manera. Cuando Melissa le dijo eso de querer abortar a lo que hoy él conoce como Farah... le da escalofríos por todo el cuerpo y se borra esos malos recuerdos casi tan rápido como flash.

__ Oye y, ¿cómo le fue a Farah con el ballet? No me dijiste nunca- la voz alegre de Harry le interrumpió esos pensamientos.

__ Le gustó, al principio me quedé ahí viéndola porque no quería irme y dejar a mi mamá sola, pero la vi hacer sus calentamientos y al parecer le gustó- era cierto, al principio Farah no estaba muy animada con la idea pero la profesora, muy linda y amable, la logró convencer.

__ ¿Y ya después te fuiste?- asintió a la pregunta de Harry.

__ Sí, fui a la casa, hice la cena de nosotros y luego la fui a buscar para entonces dejar a mi mamá en su casa y volver a mi apartamento- Zayn sonrió, así son sus días, de eso tratan.

__ Uau, suenas como una persona muy atareada.

__ Un poco- rieron en voz baja.

Es cierto, a veces se pregunta si es el único muy ocupado en la ciudad. Poco a poco, Zayn redujo la velocidad para poder estacionarse en un espacio libre frente al edificio pintado de blanco, al otro lado está el parque y sigue intacto como siempre. Zayn estacionó la camioneta y después de apagarla y sacar la llave, miró a Harry.

__ Bájate, no te quedes aquí encerrado.

__ ¿Vas a demorar?

__ No, pero no te quedes aquí encerrado- insistió.

Harry no dudó, le hizo caso a Zayn y ambos caminaron hacia la puerta de la entrada. Zayn la abrió y sonrió dejando entrar primero a Harry. Luego saludó al hombre de seguridad que está en la recepción y le explicó que simplemente va por unas cosas y vuelve. Harry no se quedó en la recepción, el segurata lo había intimidado un poco.

__ Zayn, ¿cómo puedes con todo esto tú solo?- dejó de escuchar el silencio de la subida y miró a Harry.

El más joven parecía fascinado con una idea difícil de comprender. Negó levemente usando la cabeza y se hizo el humilde sin querer.

__ No sé, la verdad- no está mintiendo-, supongo que he tenido suerte.

__ Joder- susurró Harry-, yo quiero de esa suerte.

A Zayn se le escapó una sonrisa. Al chico se le hace imposible creer que la suerte simbolice todo esto. Un buen coche, un edificio enorme lleno de oficinas y empleados, un apartamento de verdad, ropa cara y todas las preocupaciones que a diario atormentan a Harry aquí en el mundo de Zayn no existen. Son vanas.

__ Voy a buscar los documentos y vuelvo- el chico asintió.

Zayn siguió caminando hasta el final de todos esos escritorios. Llegó a la puerta de su oficina y utilizando su llave, la abrió. Prendió unas luces y con confianza, caminó sin tropezarse con nada hasta que vio en su escritorio el sobre que había olvidado bajo unos papeles que no lo dejaron verlo a primera vista antes de irse a buscar a Farah, hace ya un par de horas. Tranquilo, apartó los papeles ordenándolos y agarró el sobre amarillo que contenía los otros documentos. No dijo nada, vio el teléfono de mesa parpadeando en la esquina del escritorio y lo encendió tocando el botón de buzón.

¿Estás ocupado? *Zarry Stalik*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora