Capítulo 19

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Podía decirse que había aprovechado el día al máximo. Se encontraba sentado en la alfombra de la sala, viendo a su mamá doblar ropa y obviamente, ayudándola. La cena se estaba terminando de cocinar y el delicioso olor se repartía prudentemente en cada espacio del apartamento. No podía abrir las ventanas porque el frío de la calle iba a entrar y a arruinar la comodidad cálida producida por la calefacción. Harry prefirió un descuento leve en su cheque quincenal a seguir tranquilamente con su existencia ignorando cuan deprimida su madre había estado últimamente. Gracias a su compañía durante todo el día, pudo verla tomar una ducha revitalizadora, desayunar y almorzar y recuperar un poco del ánimo que le permitió al menos pintarse las uñas de un rosado muy modesto.

Luego de una leve siesta a eso de las cuatro de la tarde, tuvo la oportunidad de hablar con Robin de manera más cercana y se dio cuenta que lo único que ese hombre deseaba para él era verlo bien, sin sufrir por culpa de relaciones abusivas o siendo deshonesto con su familia. Harry entendió, y desde hace tiempo ya sabía que había cometido esos terribles errores en nombre de un amor dañino. Ya no es el mismo arrogante y orgulloso de antes, así que le pidió disculpas a su padrastro sólo para dejar en claro que lo único que le interesa es poder ser una hoja en blanco ante todos.

Robin aceptó las disculpas, y esa leve sensación incómoda desapareció casi por completo.

__ Mamá, hay un teléfono sonando- de repente dejó de doblar los calcetines.

Había un tono de llamada que sonaba una y otra vez, casi a la distancia.

__ No es el mío- la mujer no se desconcentró de su quehacer.

__ ¿No?

__ No.

Harry frunció el ceño, pero como un relámpago rompiendo el cielo tormentoso, recordó que el tono de llamada que tiene su celular es el mismo que tiene el de su mamá. No lo ha cambiado desde que lo compró. Corrió parándose torpemente del suelo y se fue hasta la habitación de su madre para buscar en el bolsillo grande de su mochila el bendito dispositivo. ¿Quién podía ser?

Gracias al identificador de llamadas, una leve sonrisa iluminó su rostro y un poco de calor quemó sus mejillas. Es Zayn, el moreno exótico lo está llamando, a él, a Harry.

__ ¿Aló?- se quedó de pies, esperando a escuchar esa voz siniestramente linda.

__ Hola, Harry.

__ Hola, Zayn- sonrió un poco más, casi casi, quebrándose la mandíbula.

__ No viniste a la guardería- siguió sonriente, escuchando a Zayn hablar con leve misterio.

__ Sí, no fui.

__ ¿Estás enfermo?- frunció el ceño, ¿Zayn está preocupado por él?

__ No, no es nada de eso. Es sólo algo familiar- se sentó al borde de la cama King y miró el leve temblar de sus dedos. La apretó en forma de un puño y sonrió-, ¿pasa algo?

__ Es que creí que estabas enfermo y me asusté- por un momento creyó que esa voz seductora iba a decir esa palabra clave: "me preocupé".

__ ¿Te asustaste?- Harry se hizo el loco, empezando a jugar con Zayn con tal de sacarle por los labios carnosos esa palabra clave.

__ Sí, últimamente hay una gripe muy fuerte que le da a la gente y se enferman por una semana o algo así.

__ ¿Sólo te asustaste?- a Harry le gusta provocarlo.

__ Sí... tal vez.

__ Tal vez- susurró, no para que él lo escuchara, sino también para decírselo a sí mismo.

¿Estás ocupado? *Zarry Stalik*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora