Capítulo 26

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La señora Natasha estaba pasándole un trapo a la mesa de vidrio para dejarla lo más pulcra posible. Zayn, sin mucho que hacer, estaba ayudándola porque de todas maneras no se siente bien dejar que otro se ocupe de los deberes relacionados a su casa. Simplemente necesita una ayuda para tenerlo todo organizado y es por eso que la señora Natasha está aquí.

__ Cuando ya está la ropa, avíseme- la señora de baja estatura y cuerpo rechoncho asintió.

Zayn dio media vuelta y yéndose hacia el pasillo de las habitaciones recordó que Farah también debía estar practicando el aseo y el orden. Porque cuando es día de limpieza, todos limpian. Se asomó a la habitación de su hija y sonrió levemente al verla entretenida con juguetes, sentada en la alfombra peluda de color marfil mientras la débil luz del día se cuela por las ventanas de vidrio pulcro y el rosa de las cortinas parece sucio.

__ Farah, ¿qué pasó? Creí que había que limpiar la caja de juguetes- entró y ella lo volteó a ver, dejando de hacer torres con los cubos enormes.

A Farah le gusta hacer torres, y luego, a escondidas, reírse cuando las tumba.

__ Hice torres- la niña volvió a agarrar los cubos.

__ Pero hay que limpiar- alegó él, sentándose al borde de la cama.

En el centro de la habitación está la cama de sábanas grandes y rechonchas. La ventana grande no se abre fácilmente si eres un niño de tres años, pero las cortinas color rosa viejo se mueven levemente porque un poco de la briza fría entra a través de ellas. Están recogidas y la vista hacia afuera le hace entender a Zayn de la inmensa suerte que tiene al poder brindarle un hogar como éste a su hija. Frente a la cama, hay un mueble para la ropa y un closet incluido tras la pared. En la pared atrás de la cama, él mismo dibujó y pintó los globos aerostáticos que vuelan en un cielo precioso durante el atardecer. Él y Waliyha lo hicieron, porque de la familia Malik son los dos más artísticos.

Las cajas y gavetas con juguetes están contra la pared de la puerta. Son varias y Farah siempre tiende a desordenarlas y desorganizarlas, así que de vez en cuando, una vez al mes, él viene y la ayuda a volver a organizarlo todo para enseñarle la táctica de la vida simple. Muñecas donde van las muñecas, cubos donde van los cubos, libros de pintar y colores donde van, rompecabezas y peluches donde van; toda una logística importante. La esquina de la sala tiene la tienda de Mickey Mouse y Farah se mete ahí cuando no quiere dormir acá en su cama. A veces, Zayn ha hecho acampadas improvisadas con tal de divertirla y complacerla.

Ser hija única llega a ser aburrido.

__ Ven, te voy a ayudar. ¿Puedo derribar las torres?- se sentó en la alfombra, junto a ella.

__ ¡Sí!- la vio sonreír, apenas y tocó una de las torres y sonrió mucho más cuando ésta se cayó y Farah explotó en risas.

La vio tumbar las demás y reír con euforia. A veces su hija es así. Hoy por la mañana se estaba riendo un poco al tratar de hacerle un peinado. Quiso practicar las trenzas porque le salen fatales y terminó haciéndole un mejunje que milagrosamente sigue intacto desde que lo amarró con la liga negra. Se le hace pensar en Harry y ese día en que llegó a la guardería y lo vio con toda la melena puesta en trenzas francesas que todavía Zayn no comprende cómo hacer.

__ ¿Dónde van los cubos?- se hizo el loco para esta vez no meter las manos en el asunto y dejar que ella misma se encargara de ponerlo todo en orden.

__ Aquí- la niña señaló una caja de plástico con tapa azul. Él asintió y la vio empezar a tomar todos los cubos como si abrazara un gran kilo de papas y lo cargara.

__ ¿Sólo hay cubos en la caja?

__ Sí- ella lo miró, con esos ojitos cafés y esos pelos espelucados.

__ Vale, continúa.

Y aunque la distancia no era mucha, se levantó de la alfombra para ir en busca de su celular que en algún lado del apartamento sonaba.

__ Sigue ordenándolos- exclamó antes de salir, viéndola caminar torpemente.

No es difícil distinguir su tono de llamada, puede ser algo importante y más que eso: Harry. Puede ser Harry. Anoche habló con él y se tardaron demasiado en la línea, murmurando palabras que entre los dos entendían pero que nadie más tenía el derecho a escuchar. Descubrió su celular encima de su cama y sentándose al borde, frente a la ventana por donde entra la fuerte luz de un día de invierno en Londres, respondió a la llamada porque no le queda de otra.

__ Hola, Caroline- es ella.

__ Zayn, ¡hey!- la escuchó animada-, ¿estás ocupado?

__ Sí, la verdad- cruzó las piernas y notó sus pies descalzos.

Le gusta estar así cuando se queda en casa.

__ ¿Enserio?

__ Caroline, creí que ya habíamos hablado de esto- dejó de cruzar las piernas y se puso de pies-. Y creí que te había quedado todo claro.

Tal vez es imposible razonar con esta mujer.

__ Y yo pensé que tus berrinches iban a culminar, pero al parecer es cierto... ¿de verdad estás acabándolo todo?- él suspiró.

__ Sí, Caroline. Estoy acabándolo todo- se extrañó-, todo.

__ Oh dios- la escuchó quejarse-, bueno, diviértete.

Rodó los ojos, ¿por qué siempre lo interrumpen? La señora Natasha tocó a la puerta y entró segundos después avisándole que ya la ropa de la secadora estaba lista para doblarse. A él le gusta hacer eso porque de esa forma al guardar todas las prendas, sabe dónde las puso y así, se ahorra tiempo buscando qué ponerle a Farah, porque a veces es algo complicado vestirla por las mañanas.

Él solo se dedicó a doblar la ropa de Farah primero para poder ordenarla y salir de eso. Cuando acabó de tener cada prenda bien doblada o puesta en ganchos de metal, salió hacia la habitación de Farah. Sonrió al ver cómo la niña seguía separando juguetes, es normal que se entretenga de vez en cuando con algunos.

__ Farah, ¿te falta mucho?- dejó de observar los muebles y ella asintió un poco.

__ La jirafa Larry habla mucho- sonrió un poco al ver la jirafa sentada encima de la alfombra, un poco más allá.

__ Sí, yo sé. Las jirafas son parlanchinas- alegó Zayn-. Dile que te ayude.

__ Dice que está bien- Zayn sonrió más.

Colgó la ropa en ganchos adentro del closet y metió el resto en su respectiva gaveta del mueble de madera pulida. Su playlist está sonando, siempre que limpia o está en casa por mucho tiempo, lo cual es raro, escucha música mientras se ocupa de sus tareas. Recordó que cuando abrió la llamada para responderle a Caroline, vio unos chats en su bandeja de entrada. Salió de la habitación de Farah y regresó a la suya, atento a atisbar el celular.

Una pequeña sonrisa se asomó en su rostro, tiene dos chats abiertos. El primer chat es el de su hermana Waliyha, quien lo invita a él y a Farah a cenar. Apenas son las once de la mañana, pero es bueno saberlo con tiempo. Aceptó la invitación, entonces se ocupó de la otra ventana con el chat abierto. Estúpidamente, sonrió al ver esos mensajes de Harry.

"Buenos días, ¿cómo estás?" Obviamente hay que ser educados.

Zayn, torció la boca varias veces tratando de ver si podía responderle de alguna manera ingeniosa sin verse como un completo estúpido.

"Entretenido con los deberes" cayó.

El mensaje de Harry ya llevaba treinta minutos sin ser respondido, así que esperemos que no haya tomado eso a mal. Cuando Zayn se concentra en lo que hace se olvida del mundo a su alrededor.

"Se nota" la respuesta lellegó segundos después y fue culpable de sonreír como un tonto.

¿Estás ocupado? *Zarry Stalik*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora