Capítulo 32

919 113 6
                                    

Llevaba la mochila en la espalda, el celular adentro del bolsillo de su abrigo negro largo hasta las rodillas y las botas sonaban contra la acera. Iba dejando atrás a la guardería, y los nervios le crecían cada vez más adentro de su estómago. Zayn había mencionado a Austin y eso le preocupaba demasiado, sus sospechas no pueden ser ciertas. Sólo por un instante se detuvo en medio del paso para observar desde afuera la belleza de Zayn. Su cabello ajeno al orden, la barba negra crecida y bien recortada, esos ojos sabor miel capaces de derretir al más templado y la forma tenaz de unos labios rosados capaces de hacerlo dudar sobre su existencia. El corazón le bombeaba de una manera desesperada y las manos le sudaban apenas un poco; si quiere mentir, apenas un poco será.

Al ver que esa parada había confundido a Zayn, siguió caminando hasta dar la vuelta y abrir la puerta del coche. Sonrió levemente, como si el día hubiese sido muy largo y sin darle más rondas al asunto, entró cerrando la puerta. Primero puso su mochila a sus pies y se sacó el celular metiéndolo entre sus muslos para que no se cayera del bolsillo, estando más cómodo, se desabrochó uno de los botones del abrigo y entonces, alzó los ojos.

El pistacho de Harry se revolvió con la miel de Zayn haciendo que toda la ciudad se quedara en silencio. Ese tipo de fenómenos son muy interesantes de estudiar. Después de darse cuenta de la realidad, tragó en seco y la baba le raspó la garganta.

__ ¿Qué pasa?- esa mirada fija, de pestañas largas y lindas, continuaba inspeccionándolo.

__ Nada- Zayn dejó de observar a Harry como si su vida dependiera de ello y metió la llave en el llavín-. ¿A dónde vamos?

__ No sé- tuvo que sonreír, se apretó la nariz con cuidado de no jalarse la perforación y miró otra vez a Harry.

__ ¿Vas a comer o quieres que te lleve a tu casa?- se abrochó el cinturón y Harry le copió.

__ No, vamos a hablar- la boca se le curvó en forma de una sonrisa sorpresa, no está acostumbrado a que otro elija por él.

__ No, voy a llevarte a tu casa.

__ Tengo que ir al súper- Harry se rindió, Zayn es imposible.

__ Al súper, entonces- sonrió con más ganas.

Toda la música de la radio ayudó a que el silencio entre ellos dos no fuese algo sumamente de terror. Para Harry, era más fácil observar la Londres de siempre que enfrentar a Zayn. No por miedo o molestia, sino porque está a punto de perder sus riendas y eso no es posible. Como que Zayn vino más guapo de lo normal para hacerlo perder la cordura, ¿o me equivoco? Buscó un estacionamiento en donde dejar la camioneta, ya Harry se estaba quitando en cinturón y para el momento en que terminó de acomodar el carro en medio de los otros dos, Harry estaba listo para bajarse. Sonrió levemente recordando lo intensas que sus hermanas eran de pequeñas. Él también fue así, pero uno crece y cambia.

Sin pena, Harry entró al lugar al lado de Zayn y evitó agarrar una canasta porque ya Zayn se había adelantado al asunto y tenía un carrito en las manos. Negó levemente, pero tampoco le discutió. Sólo necesita un jabón para lavar la ropa y medio kilo de carne molida para hacer albóndigas y cenar eso.

__ ¿Tú ya comiste?- agarró un paquete de jabón y trató de leerlo para ver si era el adecuado, Zayn tenía ambos brazos recostados de la barra del carrito y observaba a Harry.

__ Sí, a eso de las cuatro- le vio el paquete de jabón.

__ ¿Qué comiste?- Harry sonrió, volteando a ver a Zayn.

__ Bueno, fue un kebab de carne asada- musitó.

__ Qué rico- murmuró, hace rato que no come kebabs.

¿Estás ocupado? *Zarry Stalik*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora