2da Temporada... Regresando A Tu Corazón (Park Jung Min)

Capítulo 45: Noche de disfraces

Stella miró por última vez la ventana de su habitación y con un suspiro decidió que era mejor alejarse. Subió las cosas al auto, a JeomReah y finalmente ella.

La puerta del estacionamiento se abrió por completo, ella salió con su auto pero esperó a que volviera a cerrarse y ahora si se fue de aquella casa. Las lágrimas se volvieron a apoderarse de ella y durante todo el camino no dejaron de caer. 

Al llegar a la casita de campo, Stella bajó todas sus cosas del auto para entrarlas a la casita, sin embargo la nostalgia y el recuerdo le invadieron nuevamente su mente. Abrió lentamente la puerta y se imaginó aquel día de su boda, cuando Jung Min la llevaba entre sus brazos.

Flashback
Estaba tan emocionada que no podía parar de saltar de alegría. Parecía una niña a la cual le daban su golosina favorita.

Stella: ¡esta precioso mi vida!, te amo – corrió a sus brazos y el muy tierno le levantó para darle muchas vueltas.
PJM: te amo, aún no puedo creer, que ya seas mi esposa – le decía entre besos, mientras la bajaba de sus brazos.
Stella: ¡eres mío, para siempre!
PJM: ¡y tú mía para siempre!
Se miraron tiernamente a los ojos y finalizaron con un beso tan dulce y especial. Siguieron con sus besos y levantándola en sus brazos entraron a la acogedora cabaña para ir directamente a la gran habitación matrimonial que los esperaba.
Fin flashback

Stella: ¿Dónde quedaron tus palabras Min? ¿Tus te amos? – se decía asimismo, mientras terminaba de entrar. Dejó a JeomReah en el piso para poder cerrar la puerta.
Suspiró profundamente y caminó lentamente hacia las escaleras para ir a la habitación matrimonial donde pensaba dormir. Abrió la puerta y se quedó mirando un momento desde ese lugar

Flashback
Aquella habitación estaba muy bien decorada con pétalos rojos y velas, las cuales formaban un camino desde la puerta hacia la cama y en ella un corazón hecho de pétalos, sobre la suave tela.

Stella: ¡wow! ¡Esta hermosa la habitación! – dijo sorprendida. Se alejó de los besos de Jung min y empezó a recorrer todo el lugar.
PJM: me castigaste sin tus besos mi vida jijijiji – dijo al verla lejos de él.
Stella: jajajaja te amo, te amo – corrió a él - eres mi cárcel de amor y lo serás para toda mi vida.
PJM: no lo digamos así, mejor, que yo soy tu rey y tu mi Reina jijiji eternamente– abrazándola por detrás – amor, ¿sabes lo que quiero ahora? – seductoramente y sin dejarla de abrazar, la iba dirigiendo hacia la gran cama.
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Bailaron por unos cuantos segundos y empezaron a crear el momento más romántico, especial de la noche y entre besos tiernos, apasionados se dejaban llevar por ese gran amor que se profesaban.
Mirándose fijamente Jung min, el caballito más apasionado, tomó a su esposa tiernamente y fue recostándola lentamente en la suave y delicada cama.

Siguieron con sus besos apasionados y de a poco terminaron de quitarse lo que aún tenían, la ropa interior.

Aquella noche no solo era el inicio de una vida matrimonial, sino el inicio de una vida llena de alegrías, a veces problemas, tristezas, pero sobre todo de tener a sus propios hijos y disfrutarlos cada segundo de su existencia.
Ambos estaban completamente desnudos, pero no solo físicamente sino que también habían desnudado el alma, se estaban entregando mutuamente frente a un gran testigo llamado amor.

PJM: ¿me amas? – preguntó inesperadamente con su voz entrecortada y la respiración agitada
Stella: ¿qué pregunta es esa?, te amo, lo sabes bien – respondió de la misma forma que el
PJM: jijiji lo sé, solo quería que me lo volvieras a decir, yo también Te amo mi amor, mi tierno amor – contestó