2da Temporada... Regresando A Tu Corazón (Park Jung Min)

Capítulo 62: Una Confesión Inesperada (Parte 1... Lágrimas de verdadero amor )

ULTIMOS CAPITULOS

PJM: ¿Qué es esta cosita? - Se preguntó al ver un tipo de termómetro rosa o bueno eso era lo que pensaba. Lo tomó entre sus manos, lo miró de arriba, abajo, pero no lograba encontrar la respuesta, iba a girarlo para ver sus dos lados pero antes de hacerlo, una llamada interrumpió todo.

Jung min buscó el teléfono de su mujer y al ver quién era el que le llamaba, recordó que él tenía los resultados de los exámenes médicos y sin dudarlo más contestó pero ni siguiera lo dejó hablar porque creyó que era ella.

Lee Joon: Stella, que bueno que contestas. No me hables, solo escucha lo que debo decirte, no tengo mucho tiempo. Stella, ¡estás embarazada!, tienes un mes y unos días más de gestación. Felicidades Princesa, no puedo decirte más porque tengo que salir, pero te espero en dos horas en mi consultorio para hacerte la primera ecografía, adiós. – colgó la llamada y dejó a Jung min paralizado con tal noticia.

PJM: ¡voy a ser papá! ay mi Stella, es el mejor regalo que he podido recibir, ahora entiendo porque tus cambios de ánimo, tus terribles antojos, las náuseas y los mareos. Ni sueñes que ahora te voy a dejar ir, Te Amo Princesa – le susurraba entre lágrimas de felicidad.

Con la notica, Jung min no solamente se quedó sin aire, sino que sus lágrimas salieron inmediatamente pero no eran de tristeza sino de felicidad, porque ese bebé que crecía en el vientre de ella, era el lazo que definitivamente los unía para siempre.
Se acercó a ella y delicadamente, levantó la blusa para ver su vientre. Lo acarició tiernamente y se aproximó a darle un dulce beso, lo que le causó una corriente eléctrica por todo su cuerpo pero también que ella despertara.

Se alejó rápidamente antes de que se diera cuenta de lo que estaba haciendo y fingiendo que recogía las cosas que se le habían regado, secaba sus lágrimas disimuladamente.
Stella: ¿Qué pasó? ¡Jung Min! ¿Qué sucedió? – preguntó con una voz casi apagada.
PJM: ¡te desmayaste! – respondió algo serio, dejando sobre la cama, la cartera de su esposa con todas las cosas dentro.

Ella no le dijo nada más y simplemente se levantó de la cama, recogió su cartera y se preparó a salir pero Jung Min ya no le permitió irse o por lo menos, que se llevara su equipaje. Lo miró seriamente para que la dejara marcharse pero él seguía perseverante en no dejar que se llevara todo eso.

PJM: no te vas a llevar nada de aquí. – dijo mirándola fijamente.
Stella: Jung min, ya no hagas las cosas más difíciles. Yo debo irme de tu vida, ya te entregué los papeles del divorcio para que seas libre y puedas rehacer tu vida - comentó muy nostálgica.
PJM: yo rompí el documento porque no quiero dejarte ir y ahora peor lo haría – respondió muy sincero.

Ella miró hacia el piso y descubrió que todo lo que le decía era cierto, el documento estaba destrozado y eso significaba que aún estaban casados. Las palabras de Min sonaron algo misteriosas y es que era muy evidente que algo sabía que no le estaba diciendo.

Stella: pero Jung Min, me tengo que ir. En unas horas más debo viajar a Japón y me voy a llevar a Min Joon – dijo angustiada, pero él la tomó muy delicadamente de la mano sin quitarle la mirada y le hizo que se sentara en la cama.

Estaba dispuesto a jugar su última carta, la que podría darle el triunfo o la que lo llevaría a perderla y que mejor que decirle lo que siempre había sentido, desde que ella se fue de su lado. Cerró con llave la habitación para que no pudiera escapar y lo escuchara finalmente. Se sentó frente a ella y volvió a fijarle su mirada intensa pero llena de amor y arrepentimiento.

PJM: Necesitamos hablar Stella o bueno, si no lo quieres hacer tú, por lo menos escúchame lo que tengo que decir y si después de lo que te voy a confesar, tú decides que es mejor irte de mi lado, te prometo que volveré a solicitar los documentos para terminar con esto de una vez, pero tienes que saber algo que ignoras por completo, que puede cambiar nuestras vidas para siempre y que tengo la esperanza de que con esto pueda retenerte – suspiró profundamente para no llorar y siguió con lo que le iba a confesar
Stella lo miró sorprendida por aquellas palabras y lo miró nerviosa.