desiciones

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-Capitulo 36 –

Lo primero que notó ____ cuando se despertó aquella mañana era que Louis había vuelto a marcharse. Le entró pánico mientras tocaba el espacio vacío en la cama. ¿Se habría ido a hacer surf para escaparse de nuevo de ella? Entonces oyó silbar y olió el aroma del ajo, y se dio cuenta de que estaba cocinando. Gracias a Dios.

Miró el reloj. Las nueve. Había dormido poco más de dos horas en total. Pensó a la vez en AutoWerks y en el hombre que estaba haciendo el desayuno en la cocina. Quería ambas cosas, pero tenía el cuerpo demasiado cansado, y la mente demasiado confusa como para trabajar.

Tuvo una punzada de ansiedad. ¿Lo habría echado todo a perder? No. Aquella noche habían hecho el amor de una forma más intensa y sólida que la anterior. Aquello había sido más que unir los cuerpos; había sido una unión de almas. Louis también lo había sentido. Ella lo había leído en su mirada y lo había oído en su voz, lo había sentido en la forma en que la había abrazado.

Él la había tenido entre sus brazos toda la noche, como si tuviera miedo de que se fuera. ____ miró el agujero de la pared y sonrió. Louis lo había vuelto a abrir. ¿Podía ser más claro el mensaje?

Louis estaba cambiando. Estableciéndose. Sólo necesitaba alguien estable para ayudarle a darse cuenta. ____ se sentó en el borde de la cama, intentando aclararse la cabeza, se puso el camisón y salió a la cocina.

-Tortilla y salmón ahumado -le dijo Louis mientras ponía dos platos humeantes en la mesa.

Ella se sentó en su sitio.

-El pescado es el alimento del cerebro. Me imaginé que lo necesitarías para trabajar -le acercó el plato con un suave empujón.

-Gracias, Louis-dijo ella, y lo agarró por la muñeca, mirándolo-. Anoche fue...

-Sí, lo fue-dijo él. Estaba sonriendo, pero ____ percibió la ansiedad en la expresión de su cara.

-Sólo tenemos que darnos tiempo el uno a otro para acostumbrarnos a esto.

-Claro. Tiempo -repitió. Y, como si quisiera silenciar las dudas, se inclinó a besarla. ____ sintió de nuevo aquel deseo que la hacía sentirse segura de que estaban bien juntos. Todo saldría bien, se dijo.

Disfrutaron relajadamente del desayuno, mirándose el uno al otro y sonriendo. Un poco vacilate, pensó ella, pero tendrían que acostumbrarse.

Después del desayuno, ____ se puso a traba y Louis desapareció en el baño, donde estuvo trabajando con una concentración poco característica, con la música a un volumen bajo. Lo llamaron dos mujeres y le dejaron mensajes, pero él no respondió. ¿Qué haría con todas sus novias?

A pesar de lo mucho que tenía que hacer ____ siguió pensando en Louis, con la mente perdida. ¿Se mudaría allí Louis para siempre? ¿Debía hacerlo? Tendrían que hablar de ello, pero ____ no tenía ganas de comenzar aquella conversación. Todo era muy confuso.

Observó el pez que nadaba y saltaba por el agua de la pantalla del ordenador. Después de la experiencia del submarinismo, había cambiado el fondo de pantalla y había puesto un fondo marino en vez de su lema «hay que mirar hacia delante».

Pensó en la lista de cualidades de su futuro marido, el hombre que tenía tan exactamente dibujado en su mente que reconocería su voz cuando la oyera. Louis tenía una voz preciosa. Y se ocupaba de sus necesidades, como el hombre de sus sueños. Sólo tenía que pensar en cómo la había tratado en la cama, y en que cocinaba para ella constantemente. Ella nunca había pensado que su marido maravilloso supiera cocinar

a stranger at homeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora