17. Cuestión de suerte

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Aly

—Supongamos que el sábado no tienes nada que hacer —pone una mano en su boca mientras finge estornudar para decir: —Comoyasabemostodos.

—¡Oye! —lo golpeo en el hombro —Tyler, ya déjate de rodeos. ¿Qué van a hacer el sábado?

—A eso iba antes de que me golpearas brutalmente —se masajea el área del golpe y yo lo miro mal, a veces es demasiado dramático, puede ser el hijo perdido de la tía Janis.

—Hay quítate, yo le digo —Nate lo empuja hacia un lado y se para enfrente mío —Queremos tener una tarde en el lago, ya sabes parrillada y eso.

—¿En su casa? No sé.

—Vamos, Aly, nuestro último intento de hacer algo para conocernos terminó en que descubriste quienes somos por culpa de los del sur —Sarah pone cara de perrito y cruza sus manos como si estuviera haciendo una oración.

''Demonios, odio cuando hace eso, siempre termino aceptando...''

—Creo que tu poder elemental debería ser el chantajear a las personas para que hagan lo que quieres —la señalo y miro a los chicos. —Está bien, pasen por mi mañana, pero ustedes le dicen a mi tía —accedo y ellos asienten subiendo a sus autos.

—Creo que el picnic del que te hablé se dará después de todo —me dice Jason cuando ya me he volteado para ir al auto de mi tía que estaba ya a unos metros esperando por mí.

—Solo si no me dejas caer esta vez —susurro.

—No te dejare caer, lo prometo. —susurra de vuelta y sonrío como idiota ya que él no puede verme.

❁❁❁

—¿Y qué hará esta señorita hoy? —el tío Alex se sienta junto a mí en el sofá extendiéndome un boul con palomitas de maíz.

—Terminaré de ver The Walking Dead, tengo toda la noche.

—Que aburridos son los adolescentes de esta generación —me arroja una palomita y lo miro negar —Es viernes en la noche y tú aquí toda sentadita viendo un programa de zombies.

—No tengo planes, esta es mi mejor opción —vuelvo mi vista al televisor y me acomodo mejor en el sofá.

—Claro que sí, tienes a tus amigos, ¿por qué no sales con ellos?

—Me invitaron al lago mañana para una parrillada así que después de todo si tengo planes para el fin de semana —meto unas palomitas a mi boca y un silencio se hace presente en la sala, miro a mi tío y él solo me observa como si estuviera loca —¿Qué pasa? Oh si lo sé, no he pedido permiso aun, pero los chicos lo harán por mi así que n-

—Green Gold no tiene lagos, Aly. El único lugar que tiene agua por esta zona es Ocean Hills y eso está en la costa, a muchas horas de aquí.

''Mierda...''

Olvidé por completo que estaba hablando con un experto en geografía. Mi tío tiene una ligera obsesión por los lugares a donde iremos a vivir, él se aprende los nombres de las montañas, los ríos y todo lo que haya en el futuro lugar al que nos quedaremos porque dice que así nunca se perderá, algo raro para mi gusto, pero bueno para él, supongo.

—¿Lago? —me hago la confundida —Lago... Ajá no, quise decir piscina, ellos tienen una piscina, es que estoy viendo la televisión no sé qué estoy diciendo —meto más palomitas a mi boca.

—Piscina —repite algo confuso —Bueno, si vienen a pedir permiso supongo que no hay problema.

—Sí, lo harán —me levanto del sofá —¿Quieres algo para tomar? Iré por una soda —niega —De acuerdo, en seguida vuelvo.

Dios mío, he metido la pata, eso me gano por no escuchar a mi tío en el avión cuando se pone con el mapa del lugar y empieza a decirme el nombre y ubicación de cada montaña y estupideces que a él le gustan, y ahora como terrible sobrina por no prestarle atención me mira como si estuviera loca.

Vuelvo a la sala más tranquila, porque no hay de que preocuparse tanto por decir lago en vez de piscina, así que me siento en el sofá, pero mi tío ya no está, seguro ha subido a ducharse para irse al trabajo porque ya casi son las nueve de la noche.

Mi tía por otro lado logró que los jefes del hotel lograran pasarle el trabajo a casa por dos semanas, para que así pudiera cuidarme -según ella- hasta que consiguiera una niñera.

''Ugh, tengo diecisiete años y resulta que tendré a una niñera...''

No importa supongo que luego del susto del secuestro es lo menos que debo soportar hasta que se le calmen los humos de sobreprotección.

Porque incluso la abuela y mi tía Caroline han llaman a la casa todas las tardes apenas llego del colegio para hablar conmigo porque están pasando la fase: No queremos perder a Aly, pero eso sí que lo agradezco mucho porque las extraño y no puedo esperar para verlas pronto.

Comienzo a ver mi serie otra vez hasta que el sueño me gana y me duermo en el sofá.

❁❁❁

—Levántate, floja. ¿En serio te dormiste aquí? —mi tío habla, pero yo solo tratao de aferrarme más a los cojines.

—Alex, déjala, sabrá Dios a qué hora se durmió viendo esa cosa de zombies.

—¿Te acuerdas cuando fuimos a ver a Aly el día en que su madre la dio a luz? Era tan pequeña.

—Uy sí, mi hermano estaba como loco cuando llamó a la casa gritando por el teléfono: ¡Ya nació, ya nació mi bebé, es una niña hermosa, vengan rápido! —mi tía imita la voz de papá —Yo tenía diez años y Caroline solo catorce, así que tomamos el dinero del frasco de galletas y nos fuimos corriendo agarrar un taxi para ir al hospital.

—Y cuando llegaste al hospital me llamaste del teléfono público y me dijiste que levantara mi trasero y me fuera al hospital porque ya había nacido tu sobrinita y que era tan bonita que querías que nuestros futuros hijos fueran así de lindos —sigue mi tío y la tía Janis comienza a reír.

—Tenía diez años y eras el amor de mi vida, ¿qué esperabas que dijera?

—Eso no se le dice a un niño de doce años, amor.

—Si como sea, tú mamá te llevó y compró unos globos con un peluche y entramos a conocer a Aly —mi tía hace una pausa —Y años después esa bebé tan linda terminó viviendo con nosotros.

—¿Crees que extrañe a su padre?

—Claro que lo extraña, yo lo extraño —está comenzando a llorar, se nota en su voz —Pero bueno, mejor ve a ducharte que voy a preparar el desayuno, en un rato levanto a Aly.

—Está bien, amor.

Y se van de la sala, ¿sabrán que yo estaba escuchando? No lo sé, abro mis ojos y me quedo mirando la alfombra de la sala.

Claro que lo extraño, lo extraño demasiado, pero hoy me di cuenta de que la nueva familia que tengo es demasiado buena para ser verdad y que sin la muerte de papá jamás habría venido a Green Gold y no hubiera conocido a los chicos, ni hubiera sabido que este mundo tiene tantos secretos y misterios que no cualquiera tiene la suerte de ver y yo soy afortunada.

—Porque es eso, cuestión de suerte —digo para mí misma y me levanto del sofá.

Atracción Elemental [✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora