25. Epílogo

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Aly

Un año después

—Hola preciosa, Sol —dejo caer mi maleta al suelo y me acerco a mi pequeña primita que al verme desde su silla para comer estira sus bracitos en mi dirección para que la levante.

—Qué bueno que ya llegaste, necesito una ducha, ¿terminas de darle su merienda? —la tía Janis se pone de pie mientras deja de lado el plato de frutas.

—No te preocupes, yo se lo doy —sonrío y luego comienzo a darle besos por toda la cara a Sol —Esta niña grande se comerá todas sus frutas —su tierna risa resuena por la casa y mi tía me agradece mientras acomoda la silla donde estaba previamente sentada.

—¿Y Jason? —pregunta al percatarse de que mi novio no ha entrado detrás de mí.

—Esta estacionándose, no debe tardar en-

—¡Sol, solecito, llegó tu primo favorito! —dice al entrar en la cocina y como siempre mi prima se muestra eufórica al oírlo y estira los brazos de manera desesperada para que Jason la cargue y eso hace al estar ya cerca.

Abro mi boca de manera indignada y mi tía comienza a reír mientras sale de allí y sube a tomar su ducha.

—No me parece justo que te quiera más a ti que a mí —ruedo los ojos y luego me acerco a Jason para hacerle cosquillas a Sol —Eres una pequeña traidora.

Sol comienza a carcajear y mi previo falso momento de enojo desaparece.

Ella es preciosa y no puedo explicar cuanto la amo, Sol ha llegado para literalmente iluminarnos la vida a todos.

—Hermosa —me dice Jason —Recibí un mensaje de Sarah diciendo que los amigos de los que te comenté ya están en casa, cuando quieras vamos y conversamos lo que ya sabes.

—¿De verdad? Creí que no aceptarían venir tan pronto —trago saliva y Jason sonríe de lado.

—Si quieres podemos decirles que vengan otro fin de semana, no quiero que te sientas presionada —se apura a decir y niego.

—No, claro que no —estiro mi mano hasta su hombro y sonrío —Quiero conocerlos y quiero saber si están dispuestos ayudarme.

—Lo harán, siempre y cuando tú lo desees.

Retiro mi mano de su hombro y me acerco para darle un beso en los labios, claro que Sol empieza a interponer sus pequeñas manitas para que dejemos de besarnos y entre risas nos separamos.

—No seas así, Sol, es mi novio. Recuerda que soy yo la que lo comparte contigo —la señalo. Ella balbucea sin sentido y Jason a reír.

—Creo que te acaba de decir que te alejes —dice bromeando y se sienta en la mesa y coloca a Sol en su silla de bebé —Yo le daré su merienda, si quieres ve a cambiarte.

—Está bien —recojo mi maleta del suelo y luego le doy un pequeño golpecito en la pierna —Siéntate en la silla que para eso están. —lo regaño y salgo de allí para subir a mi habitación.

Estoy muy nerviosa y no entiendo por qué si después de todo hoy el tan esperado día ha llegado, finalmente se dictará mi destino.

Decido tomar una ducha rápida para calmar mis nervios y al salir me pongo unos shorts negros y una camisa manga corta color amarillo, me decido por usar unas zapatillas negras y cuando arreglo mi cabello y aplico un poco de maquillaje salgo de la habitación tomando mis llaves y celular conmigo.

Al llegar a la planta baja veo que Jason estaba sentado en el sofá individual de la sala con mi prima en su regazo y mi tía está en el sofá grande, parecen muy distraídos viendo algo en la televisión.

Atracción Elemental [✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora