Atracción Elemental [✔️]

15. Verdades

Aly

—Adelante. —digo una vez que me siento junto a él, pero a una distancia que me permite verlo. Mientras que con un tenedor meto chow-mein de pollo a mi boca.

—Hace diez años cuando yo tenía siete un día antes de cumplir ocho mi vida era normal, o eso debo suponer porque todos mis recuerdos son que voy a una escuela, juego al soccer, como galletas en navidad, recibo juguetes...Ya sabes un niño feliz, ¿pero sabes que es lo único que veo? —niego —Es a mí, lo único que puedo recordar es a mí. Yo patinando por una pista de hielo, yo bañándome en la playa. Todo soy yo. No hay nadie más, o tal vez si había personas, quizás mi mamá o mi papá, tal vez hermanos, mascota o primos, amigos de escuela, pero no puedo verlos, todos mis recuerdos me tienen a mí.

—¿Cómo es eso posible? ¿Solo te recuerdas a ti?

—Así es, la noche antes de mi cumpleaños número ocho estaba muy emocionado porque tendría una fiesta al día siguiente —suspira —No me preguntes, solo sé eso —asiento —Me dormí muy tarde como a eso de las once, así que cuando llegó el transformador a llevarme a la academia a las doce en punto cuando oficialmente tenía ocho años yo estaba algo despierto porque me había dormido hace poco.

—¿Transformador?

—Un Transformador en un agente especial de la academia elemental que se encarga de secuestrar o raptar, por así decirlo, a los niños elementales a la medianoche justo cuando cumplen su octavo cumpleaños. Tienen un reloj que les sirve de portal, así aparecen en la habitación del niño o niña en cuestión, los toman cuando están dormidos y se los llevan a la academia.

—Eso es terrible. ¿Qué hay de sus padres? ¿De las familias de esos niños? los van a despertar en la mañana para desearles feliz cumpleaños y se dan cuenta de que sus hijos desaparecieron —digo algo incrédula y Jason solo aprieta sus labios en una línea recta mientras muerde el pircing de sus labios sin decirme nada. —Lo siento, pero es que no me parece algo justo.

—Nada en esta vida será cien por ciento justa, eso es algo que debes ir sabiendo desde ya.

—Está bien, sólo continua —bufo y él asiente.

—Como te decía, yo estaba despierto, el transformador me tomo de los brazos y no te mentiré cuando te digo que estaba muy asustado —suspiro y lo veo tensarse mientras mira al techo como recordando —Me levantó de la cama y me cargó hasta entrar al portal, no tuve tiempo de gritar o hacer algo, para ese punto aparecimos en el frío bosque donde está la academia y otros tres transformadores estaban en la puerta, dos de ellos con un niño cada uno y el otro con una niña. Me asusté tanto al ver a esos niños al igual que yo en pijamas y llorando que intenté zafarme de mi transformador, pero era inútil yo solo era un niño y él un hombre con más fuerza que yo. «¿Dónde estoy? llévame a casa» le gritaba, pero me ignoraba, yo estaba llorando del enojo porque ninguno de los hombres decía algo, solo estaban ahí sosteniendo a los niños que lloraban y no se movían ni siquiera para decirles que se callaran la boca.

—Debiste estar muy asustado —toco su mano y él me mira sonriendo de lado.

—Lo estaba, pero más que eso, estaba furioso y deseaba que todo fuera una pesadilla —suelto su mano viendo como vuelve su vista al techo —Le dije al hombre que me tenía que me soltara, que me llevara a casa, que era el niño equivocado, pero no me decía nada, en ese momento otro portal se abrió y llegó otro transformador con una niña rubia en brazos que dormía abrazando un oso de peluche color rosa. El transformador que me tenía dijo: «Esa es la última, ya podemos entrar» Yo me giré a verlo y él me tomó de los brazos para que no me escapara y así entrar al enorme edificio de ladrillos «¿A dónde me llevas? Suéltame» Le pedía, pero me volvió a ignorar y mi grito despertó a la niña que estaba dormida en los brazos del último transformador, ella se despertó gritando y llorando y eso me enojó aún más.