24. Vendrán días mejores

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Aly

—"El cuerpo sin vida del nuevo gerente del hotel Golden fue encontrado afueras del pueblo a eso de las cinco de la mañana, según reportes extraoficiales el hombre de veintinueve años de nombre Alexander McClain, llevaba más de veinticuatro horas muerto en el lugar. Presentaba moretones de lucha en todo su cuerpo, pero hace poco la autopsia fue rebelada y la muerte fue por causa de asfixia. También debemos mencionar que no muchos días atrás la sobrina del mismo hombre fue secuestrada, pero liberada días después. ¿Será esta una nueva manera de advertirle al pueblo que una amenaza está cerca? ¿Quiénes son? ¿Qué buscan? ..."

Apago el televisor y me acurruco mejor en el sofá de mi casa abrazando a Jason, él me acaricia la espalda y deposita un suave beso en mi frente.

—¿Qué tal tu herida? ¿Necesitas un cambio de vendas? —pregunto separándome y levantado su camisa.

—Hey, hey, estoy bien —me quita la mano y baja su camisa —Te diré cuando necesite el cambio.

—Saliste hace tres días del hospital y sigo sintiendo ese miedo de perderte y no puedo, Jason, fueron las treinta y seis horas más horribles de mi vida.

—Y las mías sin duda, no puedo esperar a tener veintitrés para ya no sufrir este tipo de cosas y ser inmortal, tener parte humana aun es un castigo —masculla con pereza y yo suspiro.

—No quiero hablar de ese tema, serás un inmortal y yo seguiré envejeciendo —muerdo mi labio inferior y agacho la cabeza, él me toma de la barbilla, me besa y luego me separo viéndolo a los ojos.

—Tranquila, amor mío —dice burlón —Aun viejita y arrugada voy a amarte como lo hago ahora, y cuando tengas sesenta serás la envidia de tus futuras amigas abuelas por salir con un guapo chico de veintitrés —bromea. Le doy un zape en la cabeza y él empieza a reír.

—Es en serio, Jason, no sé que-

—Oye, no quiero preocuparme por eso ahora —me interrumpe poniendo un dedo sobre mis labios y yo asiento —Ahora enciende el televisor y pon una película.

Iba a hacer lo que me dijo, cuando algo rompiéndose se escucha desde la habitación de mi tía, por lo que tenemos de experiencia eso no es algo bueno así que como alma que lleva el viento corro escaleras arriba con Jason un poco más atrás de mí y abro la puerta del cuarto de mi tía con el corazón en la garganta. Ya la herida de mi pie ha sanado, pero aun duele si me pongo a correr como lo acabo de hacer.

—¿Tía? ¿¡Dónde estás!?

La habitación está vacía y la ventana abierta, los ojos me comienza a picar y me acerco a asomarme, pero no hay nada más que el patio trasero.

—Aly... el baño —dice Jason entrando al cuarto algo agitado, sé que le debe faltar aire, fue una herida en el pulmón —Puedo sentir como llora.

Camino hasta la puerta del baño y giro el pomo, la desastrosa imagen de mi tía sentada en el váter hecha un mar de lágrimas silenciosas me parte en dos y el jarrón de flores artificiales que tenía sobre el tocador está roto por todo el piso.

—¿Qué ha pasado? —pregunto acuclillándome frente a ella, tomo sus manos entre las mías y ella niega repetidas veces y me abraza —Tía, por favor no me asustes.

—Todo es tan injusto —susurra entre lágrimas, miro a Jason de reojo sin saber qué hacer. Con gesto adolorido se agacha para recoger algo del suelo entre los vidrios —Tan injusto... —repite mi tía.

—¿Qué es injusto? —pregunto separándome de ella y viéndola a los ojos, mi tía vuelve a negar y se abraza a si misma rompiendo en llanto,

''¿Y ahora...?''

Atracción Elemental [✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora