Ya dos semanas en esto todos los días, me llenaba de satisfacción el saber que ya Camila podía mover bien su cabeza, y algunas partes de su cuerpo empezaban a responder, los chicos habían estado al tanto de todo e iban de vez cuando a visitarla en casa, el cual ella no daba una buena respuesta, los atendía por educación, hace algunos días toque ese tema, y solo me dijo que se avergonzaba un poco y le causaba algo de incomodidad que la vieran así, podía entenderlo perfectamente, por eso tome por decirles que pararan las visitas, que yo les informaría de cualquier cosa.
Lleve algunas botanas a la cama seria noche de películas, olvidarnos y relajarnos un poco.
—Que veremos? —Dije buscando con el control en las listas de películas —Comedia, Suspenso, Terror! —Me acerqué a ella asustándola e hizo un tierno puchero.
—Sabes que no me gustan esas! —Reí.
—Lo sé amor, lo sé.. —Agarré palomitas y le di algunas a ella.
—Que tal si vemos Harry Potter? —Rodé los ojos.
—Bebé otra vez? —Asintió —Pero esa la vimos la semana pasada! —Proteste y volvió a colocarme su cara de perrito regañado. —Bien bien! Cual? —Sonrió triunfante.
—Cualquiera, todas me gustan! Aunque la cuarta es mi favorita —Se torno pensativa.
—Si la mía igual! —Le respondí.
—Entonces no se diga más, El Cáliz de fuego será —Le di play y empezamos nuestra noche me gustaba consentirla, se que no le gustaba que le diera todo, pero aun sus manos y brazos no estaban en muy buen funcionamiento. —Sabes que pensé que Ojo loco sería malvado mas adelante.. —Comentó.
—Si yo también, pero él es de la orden del fénix no? —Asintió algo dudosa.
—Si creo que si —La mire incrédula.
—Crees? No que la fan pues? —Alcé una ceja, rió.
Se veía tan linda no podía con tanto, me gustaba ser la esposa de Camila Cabello, por Dios era la mujer mas afortunada del mundo, no podría dejarla ella era mi vidas mi felicidad completa, es que no sueño solo con ir a Brasil nuevamente, sueño con ir a todas partes del mundo a su lado, crear un gran álbum de fotos y cuando estemos viejitas y cansadas, verlo y poder decir que hemos tenido una gran vida juntas y espero morir a su lado.
Me acerqué y le di un beso en su mejilla, me miró con picardía sonriendo.
—Que? —Preguntó.
—No te puedo dar un beso? —Asintió, volví acercarme y le di uno en sus labios. —Los extrañaba. —Me miró apenada.
—Es que los olvidaste un poco —Dijo triste.
La razón por la cual no siempre le daba un beso como antes, es que en este tiempo estaba muy cambiante de humor, tanto ella como la relación y como luchar con eso cuando una parte no quiere funcionar? Entonces decidí no apresurar las cosas y dejar que fluyeran con el tiempo sin que Camila sintiera presión y volviera a lo mismo, lo menos que quería ahora era que sus ataques volvieran, además que aun en las noches susurraba cosas y sabia que eran sus pensamientos intrusivos, nuestra vieja pesadilla aun no se había ido por completo...
—Lo sé perdoname —Acaricié su mejilla.
—No recuerdas lo que te dije uno de los primeros días cuando nos conocimos? —Pensé un poco.
—Ah ya!! Solo Dios perdona —Asintió.
—Exacto! Además no tengo porque disculparte, se que ya no me encontrarás atractiva como antes..
—QUE!!! —Dije en un pequeño grito. —Camila no vuelvas a decir eso! Sabes lo que pensaba hace algunos minutos? —Negó —En lo bella que estás, en como sigo estúpidamente enamorada de ti, en que no veo mi vida sin ti a mi lado! Y tu me dices que ya no te veo atractiva?!! —Estaba alterada.
—Tranquila amor! Disculpa pero sólo resumí eso a pesar de todo... —Frunci mis labios.
—Pues eres muy mala resumiendo! —Sonrió.
En la mañana madrugamos para ir al hospital, llegamos y Meghan después de algunos días sin verla nos recibió.
—Meghan! —Dimos con ella, nos saludó y le devolvimos el gesto.
—Chicas! Como han estado? Camila como te sientes!? —Se dirigió a mi esposa que estaba en la silla de ruedas.
—Pues me siento bien, mal que mal es muy cómoda silla —Reí a carcajadas y Meghan quedó intacta con su expresión de no entender el mal chiste, Camila me miró y rió conmigo. —Bueno verdad!? —Asentí, Meghan seguía mirándonos exenta.
—Veo que están de buen humor! —Dijo, empezamos a caminar. —Me imagino que van a la rehabilitación de hoy no? —Asentí confirmándolo. —Y? Que tal te has sentido? Y por favor sin chistes.. —Le comentó a Camila.
—Bien —Sonrió —He estado bien, hay veces que duele un poco, pero los medicamentos ayudan mucho. —Finalizó.
—Hoy intentaremos algo nuevo bien? —Camila me miró y encogí los hombros, no sabía nada en realidad. —Siganme!
Luego de pasar a una diferente ala del hospital, llegamos aun salón muy grande tenia bolas de goma gigantes, pesas, algunas elásticas, mas bien parecía un gimnasio.
—Haré ejercicio? —Miraba todo el lugar sabia que se estaba tornando incómoda, le están cambiando su rutina inesperadamente y eso sé que no le gusta para nada.
—Algo así —Dijo Meghan abriendo otra puerta —El lugar que quiero que veas es este. —Nos acercamos, al entrar completamente vimos una gran piscina. —Si queremos apurar ese proceso tenemos que probar otras formas que dices?
—Lauren? —Me coloque al frente y me agaché.
—Que pasa? —Su mirada no estaba en mi.
—Que opinas tu? —Odiaba cuando hacía eso, porque sabía que si algo salia mal, la culpable sería yo, después de tanto sabia como funcionaba esto.
—Si Meghan dice que funciona, y va ser mas factible, por que no? Se que te aterra las cosas nuevas, pero puedes darle una oportunidad.. —Me sonrió.
—Ok hagamos esto! —Nos giramos de nuevo.
—Ok me alegra oír eso, entonces dejenme presentarles a tu nueva doctora —Busco por el lugar. —Y con ella trajo, a una rubia, piel blanca, ojos azules como el mar y una sonrisa muy agradable. —Ella es Lucy Fields.
—Hola!! —Saludo contenta Camila, yo solo quedé viéndola.
—Hola chicas! —Saludo, su mirada se enfrascó en mi, y no dejé intimidarme.
—Camila ella hará tu rehabilitación de ahora en adelante —Mi esposa me miró.
—Que dices amor? —Alcé mis cejas sin saber que responder.
—Eh... Sera muy interesante. —Traté de sonreir.
—Lo mismo digo —Dijo Lucy.
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Clásicos Encontrados. (Camren)
FanfictionCamila Cabello una joven con TOC (trastorno obsesivo Compulsivo) empezó una nueva vida en San Francisco, alejándose de su familia, para estar en paz consigo misma y tratar de tener una vida normal, con sus propias reglas en su propio espacio, se le...