4

8K 488 60
                                    

Lunes, mis ganas eran increíbles, tal vez no, porque trataba de no despegar los pies de la tierra, intentando no prometerme falsas ilusiones conmigo misma, quizás solo quería disculparse completamente, a que no sintiera esa cosas del remordimiento de conciencia, pero si sentía una leve emoción de salir con esta chica, llegue a la tienda y miré a Carlos con una sonrisa, el cual me devolvió el gesto.

—Alguien esta muy contenta no? —Se acercó a mi y me dio un beso en la mejilla.

—Si puede ser.. —Me senté detrás del mostrador dejando mi bolso a un lado.

—Se puede saber el por que? —Encogí un poco mis hombros dando vueltas en la silla.

—No sé, a veces hay que estar un poco alegre no? hay que tener un motivo? —él asintió y camino por el lugar.

—Tienes razón, pero esa es la costumbre Karla, siempre hay un motivo o un por que.. —Sujete mi cabello en una cola.

—Lastimosamente no los tengo, solo conformate de que estoy feliz, bueno no, solo estoy de buen humor, la felicidad se ha vuelto difícil de conseguir y pronunciar en estos en días... —Me miró y ladeó su cabeza.

—Todos los días aprendo algo contigo —sonreí sin muchas ganas.

—Pasa que yo no tengo a nadie de quien aprender.. —dije en un susurro.

Martes, no había aún señales de Lauren, parece que aun no es el tiempo, salí hacer unas compras de la semana, mi refrigerador solo tenia la luz blanca, llegué al pequeño mercado y me surtí de unos cuantos vegetales y frutas, tostadas de arroz, una barras energéticas, etc... Si Shannon me fuera acompañado miraría mi carrito con cierto desagrado, no soportaba de que yo fuera vegetariana. Llegue a mi apartamento y mi amiga estaba en la puerta de mi lugar.

—Que haces allí? —Abrí la puerta, me quite mis zapatos y ellas sus sandalias que era uno de mis problemas existenciales. —No entiendo como sales con ellas a todas partes, osea si te he visto en zapatos, pero esa es como tu marca personal? —Dio una carcajada al aire.

—Que exagerada eres, pero si me encanta usarlas y es mas fácil cuando vengo a verte —esta vez la de la carcajada fui yo.

—Lo siento o de nada que mis extrañas cosas, te hayan puesto un estilo —Se sentó en el pequeño estar de la cocina.

—No son extrañas, bueno si pero ya me adapté —Me senté con ella, con dos vasos llenos de té verde.

—Hoy no trabajaste? —pregunté.

—No, te estuve esperando todo el día, ya me iba a ir pensé que estabas con Lauren —Reí vacilante. —Que pasa? —Preguntó con seriedad en su voz.

—No, nada sólo que ella aun no ha aparecido —dio un sorbo de su bebida.

—Te dije que intercambiaran números o algo, ahora no sabes si aparecerá..

—Pero es que ella sabe donde estoy! —dije molestándome, ella movió unas de sus manos hacia donde estaba una mía, con un toque súper lento la colocó encima, me tense pero la miré a los ojos..

—Tranquila bien? Ya aparecerá, nos eres una de las que dice, todo a su tiempo? —Asentí resignandome, al momento desplace mi mano suavemente.

—Si, lo sé, lo siento —Sonrió.

—Tranquila, entiendo..

Miércoles y Jueves, estos días estuve de lleno en la tienda, me iba a altas horas de la noche, creo que todo brillaba mas de lo común, estaba limpiando los estantes cuando miré a Alexa.

Clásicos Encontrados. (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora