Esperaba a Brown, igualmente cerca de la estación del metro.
Me concentré en una pareja de novios que venían caminando, tomados de la mano.- Debe ser bonito...- dije y jadié un poco, mi labio inferior estaba "roto", la costra era incomoda y aún dolía.Miré a Ángel cruzar detrás de mi, creo que está vez ya no tenía ánimos de seguir jodiendo.- El lado bueno es que ya no le respondí nada a Nadia.
Se acercó el Mazda6 color tinto con vidrios polarizados frente a mi, abrí la puerta y lo vi directamente, m sonrió y señaló que entrara.
Cuando comenzó a avanzar noté que fruncia un poco el ceño, se veía angustiado o con miedo, aún no aprendía a distinguir sus emociones. ¿Eso es importante en mi maestro?...-¿Qué sucede?.- le pregunté, noté que espejeaba muy seguido. Mordí un poco mi lengua para no gritar por el dolor de mi labio.
-No, nada...¿Vaya día, no?
Fruncí el ceño.- Profesor, si ya no se siente cómodo con todo esto... está bien, no lo culpo.- lo interrumpí.- Puede dejarme en la siguiente calle.- sonreí.
-Luis.- me miró por un momento.- No es eso.- sujetó mi pierna.
—¡Oh, mierda!.—pensaba, mi sangre comenzó a calentarse.— ¡No haga eso, Brown!.- lo miré y soltó mi pierna para cambiar de velocidad y mantuvo la mano ahí.
-Disculpame.- me dijo
-¿Why?
Me miró.- Por meterte en todo esto...- regresó la vista al frente.- Se chico: Ángel, es muy molesto
-¿Se acaba de dar cuenta?.- interrumpí y reí al igual que el.
-¿Y tienes novia? Luis.- preguntó
Bajé la mirada, por alguna razón Valeria llegó a mi mente en un santiamén.- No, no me...¿Y usted?.
-Bueno, pues...
-Vamos, usted es bastante atractivo.—¿Qué dije?.— pensé— Un hombre no le dice a otro qué es muy atractivo.
Comenzó a reír, mostrando su enorme y blanca sonrisa.- ¿Soy guapo?.- me miró, estábamos en un rojo.
Escondí mis manos en mi mochila, estaba nervioso.- Bueno, si.
Sonreía.- Gracias...- me examinó con la mirada.-:Tu también lo eres.
Juro que mi sangre estaba hirviendo por dentro, la herida de mi labio pulsaba por tanta excitación del momento. Pero era una excitación literal, claro.
-Pon algo de música.- me dijo, conecta tu celular mediante bluetooth.
-No sé si le guste mi música.- lo miré.- ¿Qué música le gusta?
-Bueno, normalmente escucho solo música en inglés...
-Vaya, no me sorprende esa respuesta.- reí.- ¿No le gusta el español?
-Oh, claro que sí, pero no me suelen gustar las canciones...
-Bueno, está bien... bueno canciones y me dirá si la dejo o no,¿Vale?
-...Claro ...
Seleccioné "Por un segundo- Aventura".- Esa a mi me gusta, en general...No tengo un gusto en específico, simplemente disfruto la música
Comenzó a reír.- ¿Y esa mujer?.- se refería a la del coro.
-Canta bien...- fruncí el ceño.- Pero bueno, la cambio.
Sujetó mi mano.- Déjala, está perfecto sonrió sin verme.
Al rededor de seis canciones fue cuando llegué a casa, no estábamos muy lejos. Brown se estacionó un par de calles antes, la calle estaba vacía por completo.
Solo el y yo en el auto.-Bueno, gracias.- dije y bajé la cabeza.
-...
Traté de abrir la puerta pero no respondía la ¿perilla?.Traté una y otra vez , pero no quería ser responsable si se llegaba a romper.
Lo miré.- No puedo abrir...- me dió tanta vergüenza decirlo.Mi celular seguía conectado al estéreo del auto, ésta vez "We are young- Fun " era el tema de la noche.
-Dejame ayudarte.- me dijo y se desabrochó su cinturón, estiró todo su torso sobre mi para acercarme y tratar de tirar para abrir.- Es cierto, está.- jalaba.- Atascada.- tronó la puerta pero se logró abrir un poco.
-Oh, diablos.
-¿Qué?.- miró arriba, hacia mi.
Nos miramos, directamente, uno tan cerca del otro—Luis, tú quieres besarlo— Pensaba.
-Bueno, ya se abrió...- me dijo pero no alejaba su mirada de mis ojos, y poco a poco comenzó a bajar por mi rostro, veía cada milímetro de el.
Nos acercamos más, mi corazón, mi sangre, mis pensamientos todo se había congelado en su mirada, en sus labios. Quería probarlos.Y lo hice.
"Tonight...We are young..."
Mientras lo besaba, sentí que mi labio inferior se desgarró. Abrí mis ojos cómo un par de platos blancos y me separé, recordé la enorme estupidez que estaba cometiendo.
Me miró, estaba en blanco.- Luis...
-Profesor...-Yo también estaba en blanco.-Esto...Esto no está bien.- sujeté mi mochila y al bajar noté que en su boca dejé un poco de sangre.- Perdoneme.- señalé su boca y el se limpió la sangre.
-Luis, regresa.- me dijo pero no hice caso, me fui caminando directo a casa.
Seguía y seguía y seguí caminando, no sentía mis pies.—Luis, ¿Qué mierda acabas de hacer?.— me preguntaba mientras veía mis pies acelerados.
Llegué a casa, mi madre preguntó cómo estaba y no respondí...Simplemente entré a mi habitación, arrojé la mochila en una esquina y me recosté en mi cama, luego abracé la almohada.
Pero...—¡Mi celular!.- pensé prontamente.—Mierda...

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Mr.B
Teen FictionUn secreto puede dañar tanto cómo un golpe, herir cómo un cuchillo o matar como una bala. Depende de cuándo y cómo lo uses. Cada uno tiene un secreto,¿Qué pasaría si son revelados?... ¿Cuantos morirían por mantenerlo? -Pierdeme el respeto. -El... El...