Mr.B

Cap.8 "A Great Favor"

Ciento cuarenta y ocho, ciento cuarenta y ocho, ciento cuarenta y ocho...
Tantas aulas...

Miro al fondo y ahí estaba.

-Bueno, ya la encontramos.- dijo Mayra, caminaba a mi lado derecho.

-Estoy nervioso.-Mis manos sudaban y una pequeña corriente de escalofríos hacían una fiesta en mi espalda.
El pensar qué tengo que interrumpir su clase, qué todos me vean... Vaya.

-Luis, ¿Qué le dirás al maestro?.- preguntó Alice.

La miré.- Aún no sé. En realidad estoy nervioso, Alice.

-Oh...

Al estar justo fuera del aula, vi al profesor sentado detrás del escritorio. La lista de asistencia de cada salón estaba en sus manos.
Sus plateados anteojos cuadrados, su camisa de cuadritos con contorno azul cielo, corbatita de un azul marino, su pantalón de vestir y obviamente bien fajado.

Toqué a la puerta. Y por una línea logramos fijar miradas.

Empujé un poco la puerta para tener una mejor visión.

-Adelante.- me dijo, sonreía.

Demonios...

Entré y sentí perfectamente la mirada de todos en mi, detrás estaba Mayra y Alice.

-¿Qué sucede?.-nos preguntó 

-Ammm...

-Profe, creé qué me pueda checar el libro.- me interrumpió Alice al ver que no decía nada.

Torció la boca.-Ñaa, sorry.- miró a todos.- Estoy en su clase, pero pueden ir a mi oficina.- me miró.- Ahí les puedo checar, ¿Vale?.

-Claro.- asentí.

Mayra comenzó a preguntarle algunas cosas sobre el portafolio y cosas así.
Miré la primer chica frente al profesor, buscaba quién ocupaba mi lugar en este salón.

-¿Ya terminaste lo de español?.- preguntaba la muchacha a una amiga, supongo.

-Vaya, no he tenido dinero para comprar el libro de español...- suspiré, hablaba solo.

El libro cuesta trecientos pesos. Lo sé, debe tener espiral de oro.

Mayra terminaba de hablar con el Profe así que este me miró y preguntó:

-¿Qué dijiste?

-Nada importante,maestro.

-¿Seguro?

Fruncí el ceño.- Bueno.- me acerqué lo más posible a el.-en realidad.

¿Saben lo horrible que es que todos te vean?.

-Lo que pasa es que no podido comprar el libro de Español.- le susurré al oído.

Me miró y sonrió, después miró a la clase.-¿Alguien tiene el libro de español de Quinto semestre?

Lo miré asustado. Avergonzado, sorprendido.- ¡Profe!...

¡Qué vergüenza!

- Yo lo tengo.- dijo una muchacha.

-Ella lo tiene.- me dijo el maestro y sonrió.- Problema resuelto, ahora habla con ella.

Miré a la muchacha.- Ammm...- me acerqué.-¿En cuánto me lo vendes?

Noté que espejeó al profesor y después a mi.- Nada, está bien así.- sonrió.

-¿En serio?.- pregunté y ella asintió.- Bueno, muchas gracias.- sonreí y después miré al profesor.- Gracias...- le susurré y el sonrió mientras asentía.

-Nos retiramos, Maestro.- dijo Mayra mientras caminaba a la salida.

-Entonces, los veo luego.- dijo el maestro, se levantó para acompañarnos a la puerta. Caminó a mi lado y sujetó mi hombro derecho.
-Gracias, profesor.- volví a decir.

-No hay problema.- guiñó un ojo y sonrió mientras apretaba mi hombro.

Salí junto a Mayra y Alice.

-Fue bastante bueno lo que hizo Brown.- me dijo Mayra.- Ya te ahorró ese dinero.

-Asi es.- sonreí.- Vaya...aparte de guapo es buena onda.

-¿Guapo?.- preguntó.-Está bien horrible.

-Oh, vamos.- interrumpí, miré a Alice.-¿Si o no está guapo?.

-...

-Eso es un no ._. .- miré a Mayra.- Bueno, a mi me parece bastante guapo.

-Pues...

Mayra miró al frente.- Uy, ahí viene Valeria junto a Nadia.

Miré y para mi desgracia, era cierto. Lo digo por Nadia.

-Hay que salir a comer.- dijo Nadia al vernos.- ¿No quieren ir?

-Pero tenemos clase...- dijo Alice.

-Ash.- frunció el ceño.- No sean maricas y vamos.- se acercó a mí y comenzó a acariciar el pecho.- ¿O no? Chiquitito...-dijo con voz "sesual" .

-¡Nadia!.- la hice a un lado, ambos reímos.- Estás loca.- reía.- Y no creo, no quiero faltar a las clases....

-Bueno, cómo quieran.- dijo Nadia y pasó a un lado.

-¿No quieren algo de afuera?.- nos preguntó Valeria.

La miré y comencé a caminar al frente.

-Aaammm.- me miró Mayra y después a Valeria.- No creo, pero gracias.- sonrió.

-Okay...- siguió a Nadia.- Los vemos al rato...

-Claro.- respondí sin mirarla.