Valeria.
-¿¡Cómo fue que pasó!?.- gritó mi padre, tenía la cara roja como jitomate.
-Ya te lo dije, trataron de hacer una broma.- lo interrumpí.
-¿Trataron? O ¿Hicieron?.- me interrumpió mi madre, se acercó mucho a mi.- Valeria, ¿Quién te está molestando?...
-Nadie, mamá, nadie.- respondí, sentía cómo mis ojos se cristalizan y como intento contener esas lágrimas que poco a poco se volvían más calientes.
-¿Tienes problemas con alguien?, ¿Alguna chica que te moleste por algún muchacho?.- dijo mi Papá.
-No, papá, no hay nadie.- mantenía la cabeza baja y sin mirar a nada más que el piso.
-¡Pero Valeria necesi...!
-Ya no diremos nada más.- interrumpió papá a mamá.- Arréglate para irte a la escuela, el auto lo llevaré al taller.
Asentí con la cabeza, no podía ver a los ojos a ninguno de los dos, sino gritaría la verdad y caería a los brazos de mi padre para que me dijera que todo está bien y que yo soy su verdadera hija, y que mi madre acaricie mi espalda para cantarme una canción de cuna, una canción que me saque e ésta pesadilla.
-Bueno, baja para desayunar.- dijo mi madre antes de cerrar la puerta de mi habitación.
Noté una ligera mirada de decepción por parte de mi padre, es claro que estaba mintiendo y me duele por que jamás le he mentido a mi padre...Una vez que cerró la puerta mi madre, las pesadas lágrimas cayeron y mi llanto se hizo notar.
-Todo es culpa de Luis, nosotras no tenemos nada que ver con todo esto.- sentía coraje, ganas de hablar... Pero lo que decía el mensaje. Tomé mi celular, abrí la bandeja de mensajes y volví a leerlo.
Desconocido.
Si sigues ladrando, te castigaré...
Seguido envío una fotografía de unos papeles de adopción, dónde venía el nombre de Valeria y las firmas de sus padres.
Tomé una almohada y la puse en mi cara. -¡hijo de puta!.- grité, desesperada envuelta en llantos.
**********
Llegando a la escuela, sentía que todos me miraban... Que todos hablaban a mi espalda y se burlaban...,todos al mismo tiempo.
Caminaba por un pasillo extenso , iba a mi salón, ya iba tarde...-Hola, disculpa, ¿Sabes dónde queda el aula A-12?
Sentía temor de preguntarle a mis padres sí son mis padres en realidad. Yo no creo ser adoptada, solo se adoptan cachorros y gatitos.
Si, los gatitos son lindos...
- ¿Disculpa?.- me interrumpió una mujer, alta, de cabello negro y unos bonitos ojos.
-¿Eh?
Rió.- ¿Estás despierta?.- me preguntó.
Sacudí mi cabeza.- Ammm, disculpa, si, si lo estoy.- la miré directo a los ojos.- ¿Qué sucede?.
Sonrió.- Pregunté si conoces el aula A-12.
-¡Ah!, Por supuesto. Está cerca de la dirección, tienes que caminar por la parte trasera, ahí encontrarás unas escaleras que te llevarán abajo y de ahí se encuentran aulas del uno hasta la veinticuatro.
-Muy bien.- Acomodó su bolso en su hombro y hundió un poco sus gafas negras hacia ella.- ¿Cómo te llamas?
-Valeria, ¿y tú?

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Mr.B
Ficțiune adolescențiUn secreto puede dañar tanto cómo un golpe, herir cómo un cuchillo o matar como una bala. Depende de cuándo y cómo lo uses. Cada uno tiene un secreto,¿Qué pasaría si son revelados?... ¿Cuantos morirían por mantenerlo? -Pierdeme el respeto. -El... El...