Su Luz Murió (PandaxPolar)

¿Que sientes por mí?

Se me hizo extraña la reacción de Polar, además de muy obvio que había sido él quien me había estado observando. No tengo planeado quedarme con la duda.

Me acerque y toque la puerta de refrigerador.No recibí respuesta alguna así que abrí la puerta lentamente.

-Polar. ¿Estas bien?¿ Que sucedió allá?

Polar se giró dándome la espalda y contestó levemente y de manera entrecortada.

- P... Polar no quiere hablar de eso.

Lo miré extrañado.

-Polar ... Se que eras tu el que me observaba. Dije trabquilamente para no alterarlo. 

Polar no respondió asi que continué.

- No estoy molesto polar ... Pero... Quiero saber por que lo hacías?

Polar se giro y vio a los ojos a panda y respondió.

-P... Po... Polar... Panda, ¿que sientes por polar?

Me sentí confundido por su pregunta y a la vez que nervioso por alguna extraña razón y hablé.

- Yo te quiero...

Polar lo miro con ojos de ilusión y una sonrisa diminuta que nadie podría ver, pero el de ojos negros siguió hablando.

- Eres mi hermano y te quiero mucho...

A polar se le borró aquella sonrisa y el brillo en sus ojos desapareció.

A panda le dio curiosidad y preguntó.

- Polar ... Tu que sientes por mi?

- Po... Polar... Polar odia a panda.Dijo  con el ceño fruncido tras cerrar la puerta de su refrigerador de un portazo. El sonido fue tan fuerte que pardo oyó y fue corriendo hasta el lugar.

-¿Que paso aquí? Preguntó el de cabellera marrón.

-¡Nada! Gritó el menor para después correr hacia su habitación con lágrimas desbordando sus ojos.

Pardo, confundido, fue hacia su silla para sentarse a pensar.

"¿Y esto?"

Panda entró a su habitación y cerró la puerta de un portazo se acostó en su cama y se escondió en las mantas de esta. Se quedó ahí llorando.

Polar y panda no salieron de sus "habitaciones" en todo el día mientras que Pardo intentaba entrar a la habitación de panda para averiguar lo que pasaba.

-Vamos, Panda! Por favor dejame  entrar, dime que sucedió. Panda habre la puerta!. Rogaba el mayor pero su hermano no cedía.

- No!, dejame tranquilo! Gritaba el menor en llanto.

Al no obtener una respuesta decidió hablar con polar. Se dirigió a el refrigerador abrió la puerta rápidamente y con fuerza, dirigió la mirada a polar el cual lo volteó a ver con desinterés y con los ojos llenos de lágrimas que recorrían sus mejillas.

- Tenemos que hablar.