Hasta no poder más [McLennon]

Capítulo 6

《Sollozos en la oscuridad》

Las exclamaciones de alegría y festejo no se hicieron esperar. John había anunciado a los demás nuestro primer trabajo como banda.

-Esto es genial.- soltó alegré Stuart.

-Así es, debemos hacerlo excelente y así conseguiremos mejores ofertas.- John bebió de su cerveza -Prepárense y olviden que existen los nervios, mañana es nuestro debut.

Hicimos un brindis; era la primera vez que bebía cerveza, en un principio me desagradó su sabor amargo, pero luego comenzó a ser más agradable y terminé bebiendo todo el vaso.
Luego de nuestro festejo salimos cada uno a un lugar diferente, preparándonos mentalmente para lo de mañana.

* * * * * *

Me encontraba jugando con algunos acordes de mi guitarra, ignorando a los demás quienes se encontraban igual o mas nerviosos que yo. John parecía ser el único con nervios de acero y no lo dudo, después de todo él se había presentado varias veces en la calle, por lo que la vergüenza y los nervios eran casi inexistentes en su cuerpo.

-¿Éstas listo?- Escuché decir a John, al mirarlo, le estaba hablando a Sutcliffe, quién le asintió cómo respuesta. Me giré para volver a mi guitarra y tocar algo mientras, así quizás lograba calmar mis nervios.

La verdad me enfurecía que John le diese más importancia y prioridad a Stuart, llegando al punto de incluirlo en la banda aún no sabiendo tocar correctamente el bajo... lo admito, también siento celos de eso.

-¡Y ahora, reciban con un gran aplauso a "The Quarrymen"!
Mi corazón se aceleró, inquieto. Tomé con fuerza la guitarra, rogando no equivocarme durante nuestra presentación.

Subimos al escenario y me relamí los labios; estaba concentrado en mi parte, entonces se me ocurrió mirar a John, quién miraba al público y a Stuart... no pude evitar sentirme triste, pero me di cuenta que mirando a John, era capaz de calmarme, así que aunque sus miradas no iban dirigidas a mí, las mías eran solo para él.

Nuestro acto terminó con aplausos, un gran éxito para ser nuestra primera noche ahí.
Bajamos del escenario, pues habían muchas otras bandas y solistas que debían tocar después de nosotros; por nuestra parte, fuimos a la parte trasera del local y festejamos.

-Esperen, esperen.- John nos detuvo por un momento -Sé de un lugar en dónde la pasaremos genial.

Todos nos miramos.

* * * * * *

Un prostíbulo.

Me encontraba sentado, recibiendo los coqueteos de una chica bastante guapa, pero que no lograba llamar mi atención. Me sentía terriblemente incómodo ahí y no era diferente para Geo, quién evitaba las insinuaciones de una mujer bastante mayor para él.

Mi estómago lo sentía como un grueso nudo, así como cuándo atas una sábana a otra; John nos trajo específicamente aquí porque hay mujeres por montón, hay licor y el jefe es un gran amigo suyo, así que este último no dudó en dejarnos festejar aquí.

Bebi un gran sorbo de mi cerveza y pude ver cómo John y Stuart se detenían a hablar con el jefe del lugar para finalmente salir del edificio, los miré extrañado, curioso por saber a dónde se dirigían.

-Disculpa, linda.- le dije a la chica -George, vuelvo en seguida.- el menor me asintió y decidió beber aún más cerveza, intentando evitar cualquier tipo de contacto con la mujer.
Salí por dónde los otros dos habían salido, pero rápidamente me oculté; ambos estaban fumando y riendo, arrastraban las palabras para hablar y como estaban algo lejos no los podía entender. Tiraron los cigarros al suelo y John se acercó al auto que estaba frente a ellos, abrió la puerta para Sutcliffe cómo si John fuese su chófer personal, el más bajo solo rió y entró seguido de Lennon.
Me acerqué sigiloso a aquel vehículo color negro, pero entonces sus voces me detuvieron... suspiros y gemidos me dejaron helado. Me senté, apoyándome en el auto, escuchando a John susurrar el nombre del contrario, las lágrimas no demoraron en querer salir... rápidamente éstas se deslizaron por mis mejillas, llegando a mi mentón; tapé mi boca y mordí mi labio inferior para no soltar sollozo alguno. Quería irme, pero mi cuerpo no respondía, el frío de la noche había congelado mis músculos y lo único cálido eran mis lágrimas.
Mis hombros daban pequeños saltos a causa del llanto, mi mano derecha, con la cuál tapaba mi boca estaba empapada por mis lágrimas.

-Paul.- subí la mirada, encontrándome con George.

-Geo.- susurré y me levanté para finalmente rodearlo con mis brazos, formando así un fuerte abrazo, el cuál había necesitado desde hace mucho... George no dijo nada y correspondió mi acto, abrazándome con fuerza, uniendonos cómo nunca antes bajo la mirada de la luna, rodeados del frío de Liverpool, los suspiros en el auto y mi llanto ahogado.

* * * * * *

-Entonces... él te gusta.- soltó serio mi bebé cejón.

Asentí-. No lo pude evitar.- dije con voz congestionada a causa del llanto.

-Ten, el té te hará bien.- Ringo me tendió una taza bastante elegante con té en ella.
George me había llevado a la casa de Ringo, ya que según él, ahí podríamos hablar más tranquilamente, y tenía razón.

-Gracias, Rings.- el ojiazul me sonrió y se sentó a mi lado.

-Es lamentable que ese tal John no te corresponda.- opinó Richard.

-¿Crees que tenga una relación con Stu?

-No lo sé, Geo... Supongo que si.- respondí cavizbajo.

Les había contado a los chicos sobre mis sentimientos, aunque claro, no mencioné nada de mi obsesión y acoso hacia Lennon.

-Será mejor que lo olvides.- subí mi mirada hacia Harrison.

-Yo... traté, pero simplemente no pude.

-Claro, es difícil.- Rings posó su mano sobre mi espalda -Pero es lo mejor para ti...

Miré a ambos cómo un niño que debe tomar la decisión más difícil de su existencia, y lo es porque después de todo, solo sería un niño que poco y nada sabe de la vida y de lo que ésta le trae... así me sentía yo en estos momentos.

-Lo... lo voy a intentar.- murmuré, pero fue lo suficientemente entendible cómo para que ellos asintieran.

-Vamos, bebe tu té.- me animó el ojiazul.

-Está bien.