《Un par de idiotas》
Paul se sentía algo extraño; Ringo y George lo habían invitado a una fiesta de un tipo que él no conocía, le habían dejado un papel en la nevera con la dirección y un breve mensaje: "Te esperamos ahí"; la casa estaba llena de jóvenes desconocidos para el pelinegro, había música, bebidas y chicas por montón, pero nada de eso llamaba la atención de Paul, quién solo quería encontrar a su par de amigos. Estos habían salido antes que él y por esa razón ahora estaba perdido en esa gran casa.
Había humo de cigarrillo por todo el lugar, la música tenía un volumen alto. Paul no se sentía muy bien, ya que había dormido toda la tarde y aún estaba algo somnoliento a pesar de haberse bañado para despertar a su cuerpo.
-¡George, Ringo!- llamó alzando la mano, llamando la atención de los mencionados y acercándose rápidamente hacia ellos.
-¡Paulie, al fin llegas!- Ringo abrazó al menor, fue cómo si no lo hubiese visto hace días, siendo que se habían visto en la mañana.
-¿De quién es la fiesta?- preguntó.
-De un amigo del primo hermano de mi abuelo.
-¿Qué...?
-¡Eso no importa ya!- exclamó riendo -Hay que disfrutarlo.
-¿Por qué me citaron aquí?- volvió a preguntar mientras era arrastrado por sus amigos hasta una mesa.
-Últimamente te hemos visto muy triste y pensamos que una fiesta te vendría bien.- respondió George, entregándole una cerveza a McCartney.
-Si...-recibió con duda la botella -Puede que tengan razón.- miró inseguro a sus amigos para luego dedicarles una sonrisa pequeña.
-¿Ves? Ahora hay que divertirnos.- George tomó uno de los tantos aperitivos que había en la larga mesa a su lado y luego otro y luego otro.
Paul rió no muy convencido. La verdad era que si estaba desanimado, tanto que no quería estar en ese lugar por más tiempo, pero no quería ser mal agradecido con sus amigos, se habían molestado en invitarlo, así que idearía un pequeño plan para irse sin ser notado.
Dió el primer sorbo a su cerveza, estaba fría y amarga.Estar rodeado de gente en esos momentos no le parecía cómodo, así que salió al patio trasero en dónde habían dos parejas, dió un sorbo más grande y caminó hacia una silla color crema, la cuál era acompañada por una mesa, éstas estaban en medio del patio, habían varias sillas más esparcidas por el lugar.
Inhaló el aire lleno de humedad, llenando sus pulmones de aire fresco que le relajó bastante. Se tomaría la cerveza y se iría, porque después de todo, salir no le venía mal.Se sentó en la silla y dejó la cerveza sobre la mesa para llevar sus manos a los bolsillos de su chaqueta, era una noche fría, cómo es muy normal en Liverpoo, Inglaterra, pero esa noche era especialmente fría, era tranquila y a pesar de la baja temperatura, era agradable.
Paul miró a su alrededor, las parejas ya no estaban ahí, de seguro habían deseado algo más de intimidad y por eso se fueron o se internaron en la casa. McCartney relajó un poco sus músculos, el frío lo tenía algo tenso, pero se negaba a volver a la fiesta a unos pocos metros de dónde él estaba sentado.-Un té no me vendría mal.- suspiró, sintiendo su nariz congelada, al igual que sus mejillas y labios.
En ese momento algo le tapó la vista, eran manos, estaban frías.
Paul apretó los labios, pensando, se removió algo incómodo y lentamente acercó sus manos a las que tapaban sus ojos, las tocó, intentando adivinar, pero vamos, si que era difícil adivinar solo tocando manos, así que lanzó un nombre al azar.
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Hasta no poder más [McLennon]
Fanfiction¿Cuánto estarías dispuesto a soportar por la persona que amas? Paul se ha obsesionado con un chico que canta en las calles, sin embargo por un descuido, éste chico lo soborna para formar una banda, lo que llevará a Paul a sufrir por el amor no corre...