Capítulo 20- Un día solamente.

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Zayn.

Dos días habían pasado desde el incidente del aeropuerto. Había sentido como mi corazón se rompía en miles de pedazos mientras la veía besando a Harry. Por un momento pensé en ir hasta ellos y quitarle a Ivy de encima. Me había ya separado unos cuantos pasos de Perrie, cuando ella me tomó del brazo haciéndome retroceder.

No lo hagas, no quieres una escena”, me había advertido Perrie en un susurro en el oído.

Tuve que soportar todo aquel espectáculo con un nudo en la garganta. Perrie se había dado cuenta y me tomó con más fuerza la mano. Pasaba su mano libre por lo largo de mi brazo, de alguna forma sabía que estaba hecho una furia con todo lo que veía.

¿Por qué tanto amor y compasión por parte de Perrie Edwards? La respuesta era simple: ella ya sabía todo.

Y también, ¿por qué había estado en Glasgow conmigo y con los chicos? De nueva forma habíamos tenido que fingir. Los fans y reporteros creían que aquella vez que estuvimos paseándonos por el centro de Londres había sido nuestra última cita debido a que no habíamos tenido una cita en un tiempo. Habíamos hablado por mensaje o nos habíamos llamado, pero claro que los reporteros no sabían, por eso ella tuvo que ir con nosotros a Glasgow. Había sido una decisión de último minuto por lo que no me había dado tiempo de avisarle a los chicos. A ellos no les había agrado del todo verla, pero tampoco podían negarse.

¿Cómo se había enterado de lo que Ivy y yo teníamos? Estábamos en la habitación que compartíamos viendo la tv cuando pasó una noticia de Haivy. Todo mi cuerpo se había tensado y mis manos se habían convertido en puños que golpeaban cualquier cosa que estaba a mi paso. Perrie pareció notarlo, porque apagó la tv de inmediato. Ella se acercó a donde yo estaba y me miró fijamente por varios segundos.

Entonces es verdad, tú y Ivy en verdad tuvieron algo”, dijo con voz plana.

No tuvimos algo, tenemos algo. Es solo que… es secreto”, había bajado la mirada al decir aquello.

Y así fue como nos sentamos a los pies de la cama y comencé a contarle todo lo que había pasado. Por un momento había pensado que se enojaría y me amenazaría con decirle a los medios, pero fue todo lo contrario. Tomó mi mano entre las suyas y me dijo “entonces tenemos que hacer muy bien nuestro trabajo para que puedas estar con ella”.

Los días que habíamos estado en Glasgow los pasamos como completos enamorados, o fingiendo serlo. Habíamos salido a visitar algunos lugares turísticos con los chicos y nos habíamos mostrado románticos cuando había gente ajena a nosotros. A pesar de todo aquello, aún me seguía sintiendo raro estando con aquella Perrie. Una totalmente diferente a quien había conocido en un principio.

Mientras manejaba sin rumbo, pensaba en todo aquello. Todo esto era un completo drama, ¿cómo me había metido en todo aquello? A veces deseaba dejarlo todo y volver a Bradford, ser un chico normal y entrar a la Universidad; pero aquello era algo que nunca pasaría.

Solté un suspiro.

Di vuelta hacia la derecha y comencé a ver que todo me era conocido. La tienda que acabada de pasar, la casa azul de dos pisos, la pastelería con un nombre ruso y por último el apartamento de Ivy. Estacioné donde siempre lo hacía, frente al apartamento de ella. Apagué el motor y volteé a ver hacia la ventana de su sala. Las cortinas estaban abiertas, la tv estaba prendida y entonces la vi pasar. Ivy.

Mi cuerpo tenía vida propia. Quité las llaves y bajé del auto sin pensarlo, dejándome llevar. Subí las escaleras de dos en dos. No pensaba en lo que le diría o lo que pasaría, si me atrevía a pensar todo se iría abajo y no tendría el valor.

"Unwritten" [Z. M]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora