Capítulo 7- Una salida con Haz.

2.5K 88 12
                                    

Ivy.

La siguiente semana no dejé de sonreír. No había podido hablar con Harry debido a su trabajo. A pesar de que podía contar con las chicas, no sabía si se enojarían por la decisión que había tomado.

Todos los días había hablado con Zayn. Por mensaje o por llamada, eso era lo de menos. En un mensaje me había dicho que ya sabía a dónde iríamos para nuestra primera cita. Estaba más que emocionada.

Logré hablar con Harry hasta el miércoles por la tarde. Nos había invitado a las chicas y a mí a comer algo; al final solo pude ir yo. Las chicas no habían terminado un proyecto. El que fuéramos solos nos sirvió como pantalla y para más publicidad hacia nuestra “relación”. Me puse algo sencillo. Unos simples flats azules, una playera blanca semi-transparente, una chaqueta marrón por si hacía frío y una pequeña bolsa que combinaba con las flats.

Antes de que nos fuéramos a comer estuvimos platicando un rato con las chicas. Estuvimos con ellas alrededor de una media hora.

—¿Cómo estuvo tu día? —pregunté ya cuando estábamos en su auto.

—Estresante —dijo relajándose un poco sin quitar la vista del camino.

—¿Estresante? —levanté una ceja.

—Por la gira. Hoy empezamos con las fechas. Créeme, es estresante decidir un día para cada ciudad —hizo una pausa—. Es solo que… no quiero pensar como si fuera algo simple. Como si fuera ir, cantar y ya. Para cada una de las chicas que van a vernos es el mejor día de su vida, mientras que para nosotros es un día más en la rutina. Es estúpido, pero intento darle su lugar a cada una de ellas.

—No, no es estúpido, en absoluto —dije seria—. Tratas de darle su lugar y eso es bueno. No todos los artistas hacen eso. Para ellos es un día “x”, mientras que para ti es importante. Y así es como debería de ser.

No pudo responder, ya habíamos llegado al restaurante. Era español. No era muy famoso ni lujoso, por lo que podíamos pasar desapercibidos. Estacionó cerca de la entrada por si acaso. Primero bajo él para después darse la vuelta y ayudarme a bajar.

Como no había quién nos acomodara nos pasamos de largo la entrada y caminamos hasta una mesa cualquiera. Nos sentamos cerca de una ventana que tenía su cortina baja de color hueso.

Un camarero llegó unos cuantos segundos después. Mientras nos entregaba nuestros menús soltó un “buenas tardes” en lo que pareció era su lengua natal. Al pronunciarlo tenía cierto acento. Se escuchaba chistoso, pero me encantaba.

—¿Les ofrezco algo de tomar mientras miran su menú? —dijo con una cálida sonrisa. Esta vez lo dijo en un idioma que podía entender.

—Yo quiero una limonada —dije devolviéndole la sonrisa. Pero, ojo, no estaba coqueteando.

—A mí me das una cerveza —pronunció Haz sin despegar la mirada del menú.

—¿Algo más? —dijo mientras escribía la orden en su pequeño cuaderno.

—Sí —dije con brusquedad. Ambos chicos se voltearon a verme—. ¿Todos ustedes son españoles?

El mesero, que llevaba por nombre Iñaki, relajó sus facciones y mostró una sonrisa divertida.

—Sí, señorita —me dijo—. Cada persona que trabaja aquí es de nacionalidad Española.

—¿Es cómo un negocio familiar? —soltó Harry.

—Exactamente —hizo una pausa—. Iré por sus bebidas.

Lo seguí con la vista hasta que desapareció por unas puertas que imaginé serían de la cocina. Bajé la mirada hacia mi menú, no lograba entender nada. Harry soltó una carcajada. Alcé mi vista hacia él.

"Unwritten" [Z. M]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora