Capítulo 38- ¿Zayn o Harry?

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{N/A: Pongo esta nota al principio porque me gustó como quedó el final y no quiero arruinar sus feelings después de que lo lean. Y bueno, lamento la demora, no había tenido cabeza para pensar en que escribir y ni trabajo tampoco. Oh, y estense atentas porque aun falta el epílogo.}

Ivy.

Lo primero que hice al despertar fue tomar el álbum de fotos que Zayn me había dado tiempo atrás. Eran las 7:41am cuando bajé al jardín trasero para verlo. Harry aún seguía profundamente dormido por lo que no me preocupaba mucho si se daba cuenta que me hubiera despertado antes.

Ya en el jardín, estaba sentada en una banca de metal, en mi regazo yacía el álbum aun sin abrir. Tenerlo ahí, como una tentación, provocaba muchas cosas dentro de mí. Ira, frustración, desesperación, alegría, añoranza, felicidad; esos y más sentimientos eran los que estaban dentro de mí.

Tomé aire profundamente y lo abrí. En la primera hoja había una foto de Zayn y yo. En ella, Zayn me abrazaba por los hombros y yo por la cintura, nos veíamos a los ojos y nos sonreíamos mutuamente. Inconscientemente una sonrisa se hizo presente en mí.

Al ir recorriendo las páginas, los recuerdos comenzaron a llegar a mi mente. Por cada foto que veía, un recuerdo llegaba. ¿De esto había sido de lo que me había privado? Durante meses no me sentí capaz de ver el álbum por el temor de lo que fuera a suceder conmigo.

Al terminar de verlo, lo volví a cerrar y lo dejé a un lado de mí. Ahora veía hacia el vacío. Por mis mejillas corrían algunas lágrimas; eran una mezcla entre añoranza y felicidad.

Con mis dedos comencé a enumerar los pros y contras que había en volver con Zayn. Al terminar hice lo mismo pero esta vez con Harry. Al final, noté que con Harry había tenido muy pocas discusiones. Con Zayn, la más grande que tuvimos fue su mentira; pero sabíamos que no era del todo su culpa, también había sido mía por no quitarme la venda de los ojos y no querer ver quien era Zayn en verdad.

Negué con la cabeza y seguí pensando en todos los malos y buenos momentos que había pasado con ambos chicos. Para ese punto ya me resultaba imposible dar una decisión. Había reído, llorado y sonreído con ambos; los momentos me eran inolvidables.

Sentí que alguien se colocaba a un lado de mí en la banca. Alcé mi vista hasta mi lado derecho y noté que mi tía Liesel se encontraba ahí con dos tazas humeantes.

—Te traje cocoa, sé que te gusta mucho —dijo ella extendiéndome la taza.

—Gracias —fue todo lo que logré decir.

Nos quedamos viendo por unos segundos más antes de apartar la mirada. Bajé la vista con cierta pena, sabía que mis ojos rojizos y las apenas húmedas lágrimas en mis mejillas delataban mi estado de ánimo.

Nos limitamos a tomar la cocoa por unos minutos en silencio. Me estaba sintiendo cómoda. Era de esas veces en las que quieres estar solo, pero tampoco quieres estarlo. Era así como me sentía. Tía Liesel me hacía compañía, pero no intentaba iniciar una conversación o me preguntaba qué era lo que me sucedía.

—Ese chico tuyo, Harry, es una buena persona —dijo ella después de lo que parecieron 10 minutos.

—Sí que lo es —mostré una pequeña sonrisa—. Es una de las mejores personas que conozco.

Aquello lo decía en un doble sentido que solo yo entendía. Por mi mente cruzó aquel día en Londres cuando decidimos hacer un trato para apoyarnos mutuamente con nuestra supuesta “relación”. Yo lo ayudaría a limpiar la imagen de mujeriego que los medios le daban y él me ayudaría a poder seguir viendo a Zayn. Pero al final, el trato solo funcionó para él después de todos los sucesos que tuvimos que pasar.

"Unwritten" [Z. M]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora