nueve

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ahora no actualizo en un mes ahre

1° de febrero; Manchester, New Hampshire.

Los días transcurrieron y llegaron al inicio de febrero. Cada vez faltaban menos fechas para finalizar el gran tour y, por un lado, eso era bueno ya que todo estaba complicándose.

Esa misma noche, Austin casi tuvo una recaída por lo que ahora descansarían un par de días en Manchester hasta que mejorara ya que, de lo contrario, ellos tendrían que dejar el tour para que la salud del vocalista no empeorara y peligrara.

Alan fue el que lo encontró a nada de desmayarse y el pánico se había apoderado de su cuerpo hasta que reaccionó y llamó a los chicos. Austin les dijo que traía una máquina para recuperarse en el bus así que nadie dudó en conectarla y dejar que el castaño descansara un buen rato en la cama del hotel luego de haber sido atendido por un médico.

Una vez que todo se tranquilizó a eso de las dos de la madrugada, Tino se quedó con Austin para cuidarlo mientras que Aaron y Phil obligaban que Alan se durmiera.

— ¿Te sientes mejor? —preguntó el pelinegro a su amigo, quien asintió.

— No pasa nada. Podremos finalizar el tour, en serio.

— Creeré en tus palabras, Austin —murmuró el baterista y sonrió—. Oye, ¿no has hablado con Alan?

— ¿Hablar sobre qué? —preguntó atajante.

— Está mal, Aus, y sé que tú te has dado cuenta al igual que todos —Austin le evitó la mirada antes de suspirar—. Entiendo que cuesta superarlo pero evit...

— Lo he superado. Por cierto, ¿recuerdas a Pamela? Hemos vuelto y somos muy felices —habló tan rápidamente que Valentino tardó un poco en entederle.

— Espera, ¿qué? ¿Has vuelto con esa celópata?

— No es celópata...

— ¡Austin, tú mismo lo decías! —exclamó y se puso de pie, intentando tranquilizarse—. Joder, tú no eres idiota pero ¿por qué te empeñas en fingirlo? Agh, eres igual que Alan. ¡Ya ves que Mamá Arteaga tiene que lidiar con dos tontos que actúan como niños!

— La quiero —afirmó por más de que nadie le había dicho lo contrario. Punto para Tino.

— Sí, la quieres tanto como Alan quiere a Ashleigh —ironizó y respiró profundamente—. Ojalá dejen lo infantil de lado y arreglen las cosas. Te dejaré descansar. Hasta mañana.

Se despidió el pelinegro y salió de la habitación, dejando a Austin acompañado de su mente. Sabía que era un idiota por comportarse así, pero seguía dolido. Era difícil superar a ese hombre pelirrojo con actitud de niño.
Aún así, extrañaba molestarlo o ser cariñoso con él. Extrañaba cosas que él mismo había evitado y arruinado pero ya no podía hacer nada para arreglarlo porque había regresado con su ex y Alan seguía con su novia.

La vida podía ser muy jodida a veces.

Decidió acomodarse en la cama y colocarse bien los tubos de la máquina en los orificios de su nariz para luego cerrar los ojos, pensando en todo y en nada a la vez, hasta quedarse dormido.

down the road [cashby]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora