down the road [cashby]

diez

7 de febrero; Lincoln, Nebraska.

Cada vez era menos los días que quedaban para regresar a casa y comenzar con nuevos proyectos.
Afortunadamente, Austin se había recuperado y no tuvieron que cancelar ningún concierto. Todo iba bien, se podría decir.

— Cuenta como engaño besar a alguien más que no sea tu pareja, ¿no? —le preguntó a Tino, quien estaba con su móvil en mano.

— Sí, cochino —respondió el pelinegro, regresando su atención al celular. Alan suspiró.

Seguía con un lío en su cabeza desde que había vuelto todo a "ser como antes". Claro que estaba feliz de recuperar a su mejor amigo, pero seguía con aquél raro sentimiento dentro de él. El tour no había hecho más que despertarlos y hacer que crecieran de manera descontrolada ya que, literalmente, convivía con Austin. Y con el resto de la banda, pero con Austin en fin.

— Debo terminar con Ash, supongo —murmuró luego de un rato—. No quiero hacerle daño.

— Deberías —asintió Valentino—, porque al parecer aún no se ha enterado de la foto del beso en el baño y es una suerte. Pero hazlo luego del concierto. Ahora debemos ir a la prueba de sonido y todo eso.

— Está bien, mamá.

Ambos bajaron del bus y caminaron hacia Pinnacle Bank Arena; el lugar donde se presentarían en unas horas. Phil, Aaron y Austin habían llegado antes que ellos ya que querían conversar con las otras dos bandas.

Al llegar al lugar enorme y espacioso, Alan exclamó un «hola» al aire y resonó en ecos. Los presentes, que estaban preparando sus instrumentos junto a los sonidistas, voltearon a verlos y los saludaron de vuelta con una sonrisa.

— ¿Qué onda? —preguntó el pelirrojo al sentarse al lado de sus amigos y compañeros de banda.

— Lo normal —respondió Phil, encogiéndose de hombros—. Hoy abriremos nosotros y Austin cantará con los chicos de Linkin.

— ¡Estoy emocionado otra vez! —exclamó Austin apenas el guitarrista dejó de hablar—. Los chicos han sido demasiado buenos conmigo y me he encariñado. No quiero que el tour termine.

— Yo sí —murmuró el pelirrojo—. Es que extraño a Nugget —explicó y luego, sin saber por qué, agregó—: y a Ashleigh...

Austin dejó de mirarlo y Alan bufó mientras que Phil, Aaron y Tino no sabían qué hacer. Uno de los integrantes de Rise Against los sacó del incómodo momento, avisándoles que era su turno de practicar.

El pelirrojo tomó su guitarra del estuche mientras mordía sus labios con fuerza. Era idiota al nombrarla en frente de Austin, sabiendo que éste últimamente se comportaba celoso y luego se lo reclamaba en el escenario con alguna canción. Es más, a veces le sostenía la mirada mientras le lanzaba indirectas de las canciones y eso le jodía, pero al final lo dejaba pasar y terminaban abrazándose.

— Estúpido, mi ship, idiota —se quejó Tino al pasar a su lado.

— ¿Qué?

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Break Free llenó cada rincón del lugar. Los gritos aturdidores resonaron junto al screamo del vocalista y los instrumentos que el resto de la banda tocaban. Una sinfonía perfecta.

— You won't break me!

La canción finalizó y todos vitorearon. Alan sonrió a sus amigos y se preparó para la siguiente canción, esperando a que le hagan una seña para comenzar.
El principio de My Understandings sonó en los grandes parlantes y el pelirrojo, confundido, comenzó a tocar los acordes de la canción, escuchando la voz angelical de Aaron acompañarlo.