down the road [cashby]

veintisiete

— Te odio —se leyó en los labios de Alan, pero sin emitir sonido. Tino se limitó a reír, mostrando los dientes.

Estaban a una semana de que sea navidad, pero la banda había decido continuar con los avances del nuevo álbum. Alan tuvo que ir, siendo obligado por su amigo, así que ahora estaba sentado en el suelo con la guitarra en su regazo mientras miraba de mala gana al pelinegro sentado en el sofá junto a Aaron, Phil y Austin. Ellos estaban viendo la canción que el pelirrojo había compuesto y tenía ganas de desaparecer, ya que no quería ser parte del momento en el que ellos leyeran lo que había escrito. Tenía el presentimiento de que ellos se darían cuenta de la verdad oculta detrás de las palabras.

— Es perfecta —dijo el bajista, mirando el papel y luego a Alan repetidas veces.

— Es... genial —murmuró Phil—. A veces me sorprendes, Alan.

— Sí... —asintió Austin, sin despegar la mirada de la hoja.

— ¿Lo ven? —sonrió Tino—. Estoy orgulloso de mi hijo postizo. Hay que practicarla.

— ¿Cómo se llamará? —preguntó el guitarrista líder.

— Away —musitó el pelirrojo, mirando su guitarra como si fuera lo más interesante del mundo. No quería ver a sus amigos ni a Austin.

— Hay que hacerlo.

Alan rodó los ojos y se puso de pie, caminando hasta una de las habitaciones de Tino en donde tenía su batería, amplificadores y demás cosas necesarias para practicar verdaderamente. Todos se pusieron a perfeccionar y a buscar las notas en sus instrumentos, practicándolas durante varios minutos. Valentino encontró el ritmo justo en la batería mientras que Phil ya había podido aprender las notas en la guitarra con ayuda del pelirrojo; Aaron había hecho lo mismo con su bajo y ahora hablaba con Austin, viendo cómo se repartirían la letra y cómo serían sus voces.

— Creo que esta canción es más melódica que otra cosa —comentó el vocalista—. No sé si necesite muchos guturales porque creo que es perfecta así, sin más. Quizá podría añadirle en la anteúltima estrofa, ¿no crees? —le preguntó a Aaron.

— Sí, eso sería genial. También podríamos cantar un verso cada uno, pero en el coro...

— En el coro tú haces los agudos y Austin los graves, así es mejor —se metió el guitarrista rítmico en la conversación—. Y cuando estemos grabando junto a David, podríamos jugar con el sonido hasta que quede bien.

— Cierto —murmuró Austin, viendo a Alan por unos segundos.

El pelirrojo apartó la mirada, soltando un suspiro mientras conectaba su guitarra eléctrica a uno de los amplificadores. Phil hizo lo mismo que él, y comenzaron a sincronizarse mientras practicaban. Cada uno estaba metido en su propio mundo y a la vez no, simplemente intentando buscar una manera de encontrar la sincronía perfecta.

Practicaron la canción todos juntos, teniendo algunos fallos al principio hasta que buscaron la mejor forma de que se oiga bien. Aún no habían agregado las voces a la práctica hasta que lo decidieron. Eso era lo que más temía Alan, pues no sabía cómo reaccionaría al oír a Austin cantar su propia canción. No quería.

— ¿Listos? —preguntó Tino. Todos asintieron menos el pelirrojo—. Bien, una vez más.

Estaban tomándose un descanso cuando Austin se acercó a Tino, sabiendo que éste era con quien más se hablaba Alan. El pelinegro alzó una ceja cuando el vocalista le pidió hablar sobre algo importante y luego le sonrió, asintiendo. Decidieron que era mejor hablar en otro lado, por lo que fueron al patio trasero.

— ¿Es cierto? —cuestionó el castaño.

— ¿Qué cosa, querido Austin? —preguntó Valentino con una sonrisa.

— Que esa canción...

— Sí, es para ti —lo interrumpió y soltó un suspiro—. ¿Algo más?

— Phil me dijo... me dijo que las fotos, todo eso, era mentira. ¿Es verdad? ¿Alguien lo hizo a propósito para que Alan y yo termináramos? —volvió a preguntar, viéndose completamente frustrado y cansado.

— Piensa, Austin, ¿quién estaría completamente inestable de la cabeza como para aprovecharse de una muchacha a quien le rompieron el corazón porque su novio se volvió gay y la dejó por el vocalista de su banda? —Austin abrió los ojos, pero después frunció el ceño—. No mentía cuando te decía que Pamela estaba media... loca.

— Entonces... mierda —musitó el castaño, pasando sus manos por su cabeza mientras miraba a la nada—. Me odia... Alan me odia, ¿no? Lo arruiné todo, joder. ¡Incluso le dije que había sido peor que Gielle! Dios, soy un imbécil.

Valentino le vio con pena, sabiendo que su amigo había cometido el error de no oír ni confiar en Alan. Sentía pena de que Cashby haya acabado tan rápido, luego de tanto esfuerzo para nada. Y lo más frustrante era que ambos todavía se amaban, pero él no podía hacer nada para ayudarlos porque el tema era entre Austin y Alan; no había lugar para Tino allí porque él ya había hecho demasiado por ambos.

— Si te sirve de consuelo —comenzó el baterista, mirando a su amigo—, Alan no te odia porque si no él no te habría escrito una canción. Pero déjame decirte que mientras tú estabas mal porque "te habían engañado", él la pasó peor. No sólo tú, ¿sabes? Y sé que lo tuyo ha sido más jodido porque estabas en otro lugar y justo habías tenido una recaída... pero, Austin, creí que eras más inteligente. No lo escuchaste... y no sabes lo mal que estuvo aun cuando él no había hecho nada malo.

— Me siento tan mal, Tino —murmuró el castaño con la mirada baja—. ¿Cómo es que no lo escuché, al menos? Agh, me había sentido tan traicionado, pero ahora me doy cuenta de que él debió sentirse peor que yo. Soy un egoísta, un idiota. Soy una mierda —decía mientras ocultaba su rostro con sus manos. Tino no sabía qué hacer.

— No es momento para lamentarse, Austin. Creo que deberías hacer algo para que Alan vuelva a ser el mismo de antes, porque él se ha rendido.

El pelinegro dio por terminada la conversación, entrando nuevamente a su casa para ir con el resto. Al rato, Austin hizo lo mismo. Se pusieron a hablar sobre el resto de las canciones como si nada hubiera pasado, pero se notaba que el vocalista estaba algo triste. Alan lo notó, al menos.

— Entonces, en unos días tocaremos en Los Ángeles —asintió Aaron.

— Ya estaba extrañando estar arriba del escenario —comentó Phil con una sonrisa.

— Igual yo —concordó el vocalista de la banda, sonriendo levemente—. Y creo que sería buena idea no decir nada acerca del álbum hasta que comencemos a grabarlo.

— Sí, es verdad.

— Bueno... —murmuró Alan—, ¿entonces terminamos la práctica por hoy?

— ¿No quieren salir esta noche? —propuso Tino con una sonrisa—. Podríamos ir al bar, con nuestras novias también. No sé, como los viejos tiempos. ¿Qué dicen?

— Es una buena idea —accedió el bajista con una sonrisa y Phil asintió de igual forma. Entonces los tres miraron a Austin y a Alan, preguntándoles con la mirada.

— Supongo que sí —murmuró el castaño.

Ahora todos miraron al pelirrojo, haciendo que quiera desaparecer una vez más en el día. Sinceramente, él no quería hacer nada más que estar todo el día acostado en la cama acompañado de su cachorra, pero algo le decía que si se negaba le iría mal. Bueno, el gesto de Tino se lo decía. Soltó un suspiro y cubrió su rostro con las manos antes de bajarlas, mirándolos con resignación.

— Bien, pero ustedes pagan.

tenía los capítulos hace mil años y no podía subirlos porque el internet me odia, y bueno.  holi, ya tengo 16 años desde hace tres días y es una mierda.

xofrnz