siete

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19 de enero, 03:07 PM; camino a Pittsburgh, Pennsylvania.

— ¿Por qué no nos quedamos más tiempo en Indianapolis? —preguntó Alan, quien jugaba videojuegos con Aaron en la sala del bus—. Era un lindo lugar.

— Creo que tendremos una firma y quieren que lleguemos hoy —respondió el castaño mientras presionaba los botones del mando hasta ganar. Alan bufó.

— Iré a recostarme un rato —avisó y abandonó el lugar para irse hacia las literas.

Se encontró con Tino, quien estaba recostado con el móvil frente a sus ojos, y Phil, durmiendo y roncando como si no hubiese un mañana. Sonrió levemente y se recostó en una de las camas disponibles, listo para dormir una siesta hasta que su amigo habló:

— Suéltalo —habló Valentino, desviando su mirada al pelirrojo—. ¿Qué ocurrió entre tú y Austin? Y no me digas que nada porque sé que mientes.

— Eh...

— ¡Por favor! Ustedes siempre estaban juntos y de un día para el otro dejaron hasta de verse —reclamaba el pelinegro, intentando no elevar la voz—. ¿Acaso no se dan cuenta que no sirven como actores? Creo que hasta los fans se han dado cuenta.

— ¿No te ha contado él?

— ¿Y cómo quieres que hable con él si hasta se ha ido en el bus de Linkin Park? —Alan desvió la vista hacia el techo, queriendo ignorar la opresión que sentía—. Deben hablar y solucionar lo que sea que haya pasado entre ustedes.

— ¿Que no lo sabes? ¡Ustedes los retaron a besarme sabiendo que tengo novia! —exclamó sin aguantarse—. ¡Me besó, Valentino, por un puto reto!

Phil se removió en la litera, pero no despertó por los gritos de Alan. El silencio se hizo presente ahora, haciendo que el pelirrojo quisiera lanzarse del bus por más de que estuviera en movimiento.

— Que yo recuerde... nunca le hemos dicho eso a Austin. Es más, le retamos a que bailara "la macarena" pero se negó y excusó diciendo que iría al baño —aclaró antes de que en su rostro se asomara una sonrisa—. Oh, ¡te besó! ¡Ese idiota gusta de ti! Lo sabía. Ya me parecía que esas miraditas no eran de simple amistad.

— ¿Qué? ¿Entonces me besó porque sí? —se sentó en la cama con brusquedad y casi golpeó su cabeza contra la mini pantalla plasma—. Espera, ¿qué? ¡Pero si somos mejores amigos! ¡Cómo tú y yo! Él no gusta de mí y... y sólo estaba ebrio. Sí... ¡No! ¡Eso no lo justifica! —exclamó de repente, haciendo exaltar a Phil.

— ¡Déjate de excusas y admite que eres gay de una vez por todas! —exclamó el moreno—. Dios, déjate de joder y cállate que quiero seguir durmiendo —se acomodó y al rato volvieron a oírse sus ronquidos.

— Yo no soy gay —Alan murmuró en voz baja—. Tengo novia y la quiero.

— Por favor, Alan —suspiró el pelinegro, intentando relajarse antes de irse contra el pelirrojo para golpearlo y hacerle que recapacite—. ¿Hace cuánto tiempo que Austin y tú son mejores amigos? Piénsalo bien y luego dime hace cuánto conoces a tu novia.

— No me gusta Austin, ¿bien? No me gusta y si quieres me disculparé con él por mi actitud y arreglaré las cosas —volvió a recostarse y a acomodarse para dormir—. Pero no pienses que esto será como en esas fanfics Cashby que tanto lees: que estaremos juntos para siempre y toda esa mierda.

— ¿Cómo sabes que leo fanfics?

— Aaron me lo ha contado —soltó una pequeña risa.

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down the road [cashby]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora