PREPARADAS PARA MORIR

CAPITULO 17

Tiempo más tarde, entraban todos al pueblo de Belmont; los prisioneros fueron puestos en el carro en el que Button había llevado a Geraldine y Maxinne como sus cautivas

Benjamín Jones, envío por Stockton al rancho a dos de sus vaqueros, pero cuando aquellos regresaron le informaron que el traidor había aparecido extrañamente muerto; el ranchero sospechó de sus propios vaqueros, pero decidió dejarlo pasar.

En Belmont, toda la población se había reunido en torno a la oficina del sheriff; Morris trepó los escalones de la entrada y se volvió a la congregación haciendo señas con las manos para que guardaran silencio

-soy el Capitán Franklin Morris, de los Rangers de Texas; hemos depuesto al sheriff Mathew Button, quien ha sido encontrado culpable de violar la ley que había jurado proteger y cumplir; sobre el pesan los cargos de robo de ganado, abuso de autoridad, falso testimonio e intento de asesinato, en las personas de dos Rangers de Texas; por tal razón, y sin que haya mayor autoridad que nosotros en este lugar, se ha dictado sentencia con todos ustedes como testigos, será colgado junto a todos sus compinches.

Todos los presentes empezaron a gritar y a aplaudir, celebrando y mostrando su aprobación con la sentencia, de esta manera confirmaban lo cansados que estaban con la situación a la que aquellos ambiciosos y malos hombres los tenían sometidos. No fue necesario esperar hasta preparar un cadalso; la concurrencia embravecida y sedienta de justicia, tomaron cuerdas y a los prisioneros y se los llevaron para su ejecución al centro del pueblo y los colgaron de un gran árbol que sobrevivía allí.

- debemos convocar elecciones – sugirió minutos más tarde Benjamín Jones – capitán Morris, usted y sus hombres pueden supervisar la elección del nuevo sheriff

- postulen a sus candidatos – pidió Morris – nosotros escribiremos sus nombres y contaremos los votos; Jack hazte cargo

Se hizo tal como se había dicho, los aspirantes fueron dos, ya que Jones rechazó la postulación que alguien hizo por él; todos los hombres del pueblo votaron y el resultado final fue entregado por los Rangers; Belmont tenía nuevo sheriff; Kenneth Lawton había sido elegido por sus vecinos; el buen hombre agradeció, dio sus discurso, hizo el juramento y Morris le colgó la estrella en el chaleco; luego de los aplausos, la mayoría de los hombres se fue al salón más grande del pueblo, las mujeres y sus hijos a sus casas

El nuevo sheriff, el ranchero Jones, Morris, Cook, Harris y Larson se hallaban departiendo en una mesa

- ¿y las muchachas? – Lawton le preguntó a Jones y al capitán - ¿Cómo están? ¿Las han salvado?

- por supuesto sheriff – respondió Morris – ellas están bien, en este momento deben estar con el doctor Joe

- ¿podrás con la tarea Kenneth? – inquirió Jones

- como dije frente al pueblo, con la ayuda de todos, podré

El lugar estaba bastante concurrido, algunas chicas del bar coqueteaban con los clientes, pero tan pronto vieron a los tres jóvenes Rangers, dirigieron hacia ellos sus miradas insinuantes; como si se hubieran puesto de acuerdo, los tres fueron en busca de compañía, cada uno encontró a una de aquellas chicas dispuesta a bailar y a divertirse con ellos; dos de ellas, las parejas de Harris y Brian casi se les colgaban al cuello y pegaban demasiado sus cuerpos a los muchachos ofreciendo una diversión más íntima. En esas estaban cuando Jack, Gerald y Max se abrieron paso para entrar al salón; su mirada encontró demasiado pronto a sus compañeros visiblemente entretenidos, la decepción hizo presa de dos de ellas de inmediato, pero rápidamente la ocultaron; los ojos de Harris encontraron los de Gerald pero hizo como si no la hubiera visto e inclinado el rostro, plantó un beso en los labios de su pegajosa pareja. Morris había visto entrar a las muchachas y se acercó a ellas con algo de dificultad