PREPARADAS PARA MORIR

CAPITULO 18

El viaje fue realmente largo y extenuante, se mantuvieron en todo tiempo lejos de los caminos acostumbrados, cabalgaban hasta que ya no podían ver el camino, dormían solo lo necesario y alternaban sus provisiones con la pesca y la poca cacería que lograban atrapar.

Las conversaciones eran muy triviales; los Donovan se mantenían en silencio, como lo hacían antes de que todos supieran su secreto; Cook y Harris tampoco hablaban mucho, salvo entre ellos dos, y mantenían la distancia con las muchachas; solo que lo hacían de manera diferente, Billy Harris evitaba a Geraldine muy a su pesar, mientras que Brian Cook mostraba una total antipatía hacia Jackelinne, algo que ella no entendía en modo alguno. El par de Rangers en su afán de alejarse de las chicas, mantenían entre ellos conversaciones de mal gusto sobre mujeres inexistentes; trataban de ignorar las miradas de desaprobación por parte de su capitán, ellos sabían lo que hacían, ¿o no?

Por el contrario Larson y Maxinne, que disfrutaban cada día más de la mutua compañía; hacían turnos de vigilancia juntos, charlaban animadamente cuando estaban solos; Larson empezó a mostrar cierta fascinación por las historias sobre los viajes de las hermanas Allegry, Maxinne le contaba las anécdotas vividas y le explicaba todo sobre sus entrenamientos; el joven estaba entrando en un terreno hasta ahora desconocido para él, se sentía impelido a contarle a la joven las historias de su niñez y del resto de su vida, su entrada prematura al mundo del vive o muere y sus consecuencias; esas cosas nunca antes le habían sucedido; de todas maneras no fue mucho lo que al final contó de él, pero sí que escuchó todo lo que ella tenía para compartir. Cuando estaban solos, la joven se desprendía el bigote y las cejas para mayor comodidad y de manera natural habían empezado a tomarse las manos; Larson procuraba no precipitarse para no asustarla; pero eso sí, la conexión entre ellos, cada vez era más fuerte y difícil de romper; generalmente, antes de separarse, él depositaba un casto beso en la mejilla de la joven.

Estaban a un día de camino de su nuevo destino; Jackelinne, harta de oír las estupideces de sus compañeros y como sus hermanas estaban prestando guardia, se retiró de junto al fuego y fue en busca de paz; encontró un frondoso árbol y con agilidad se trepó hasta una cómoda y fuerte rama, allí se quedó oculta por el follaje; el tiempo transcurría y ella se empezaba a sentir mucho mejor; se enderezó para bajar, pero escuchó pasos que se acercaban, decidió no delatar su ubicación y esperar a que se fuera quien se estuviera aproximando

-¿tienes algún problema con ellas? – preguntaba Larson recargándose bajo el árbol

- ninguno en especial, es solo que no son mi tipo de mujer, me inclino más por las que no son tan... rudas por decirlo de algún modo; me gustan más femeninas, bellas y delicadas – respondió Cook

- pues yo no le veo nada de malo a que sepan defenderse y a que peleen – esta vez hablaba Harris – es más, eso hace mucho más interesante a Geraldine, es lo que más me atrae de ella, súmale su gran belleza, su inteligencia, agilidad, valentía; y aunque digas lo contrario, Brian, creo que ella es muy digna y femenina, no le falta ni le sobra, es perfecta... - guardó silencio como perdido en sus razonamientos

- estás enamorado de ella, amigo – afirmó Larson

- ¿para qué negarlo? ¿Y tú qué? ¿Vas a negar que la dulce pero letal Maxinne, te tiene contra las cuerdas? – atacó Harris

- vosotros estáis locos – rezongó Cook – ¿acaso no os importa que se vistan como hombres?

- eso es algo temporal, y es por una buena causa – respondió Larson – y sé todo el tiempo, lo tengo más que claro, no importa como luzca ante el resto del mundo; Maxinne es una mujer, y que mujer

- bueno – insistió Cook con ganas de molestar a sus amigos – si es verdad lo que decís sentir por ellas ¿Por qué Harris se comporta tan distante y hasta odioso con Geraldine? Eso a mi modo de ver, dista mucho de ser amor